Tras el éxito de su primera obra ‘
Intemperie’ (2013), Jesús Carrasco vuelve a la literatura con ‘
La tierra que pisamos’ publicada por
Seix Barral. Una segunda novela que le ha puesto en el punto de mira de que todos aquellos que le encumbraron en su primera aparición en el terreno de las letras. Después de su contundente éxito, quizás ahora le viene su reto más fuerte: su consagración como autor.
La nueva novela, presentada por
Jesús Carrasco en la Central de Callao (Madrid) y apadrinada esa misma tarde por
Luis Landero, se lee, según sus palabras, ‘con placer y con el corazón encogido’. Su núcleo e hilo conductor es la tierra, entendida como algo sagrado. El espacio de la dignidad que da sentido a las vidas de los que la habitan. Tierra. Encinas. Cercas.
Esa condición humana repetida lo largo de la historia por muchas civilizaciones que sienten la necesidad de volver a su lugar de origen sin que entendamos bien por qué y aunque suponga poner en peligro sus vidas. Una explicación que el autor de ‘land’ resume así: ‘Los humanos volvemos a la tierra como lo hacen las palomas’.
Una obra que narra la Europa y la España del siglo XX, pero que podría haber sucedido en cualquier lugar o en cualquier época, de hecho, bien podría haberse llamado, según palabras de Landero: ‘En un lugar de Europa cuyo nombre podría ser cualquiera’. En ella se superponen tres planos diferentes a la vez: la guerra civil española, la guerra mundial y el colonialismo. ‘Al hablar del horror de estos escenarios solo pude jugar a la apicultura, ya existen experiencias en primera persona sobre este tema en la narrativa. Tenemos el grandioso ejemplo de Primo Levi (‘Si esto es un hombre’), ahí yo no podía competir, por eso he tenido que tratar el tema rodeando el horror con pequeños pinchazos’ comenta
Jesús Carrasco.
Ese horror y ese sentimiento vinculado a la tierra le llega al lector de la mano de uno de sus principales protagonista:
Leva, cuyo nombre debe el personaje al mote que tenía el abuelo del autor aunque, asegure, no esté basado en su vida. Un personaje silencioso al que le han arrebatado todo, le han destruido incluso las palabras y cuando ya no le queda nada, se convierte en un hombre de tierra. ‘Con un personaje que tenía un pasado tan duro, no podía hacerle hablar, me interesa mucho el silencio en la narrativa cuando resuena. Ese silencio que obliga al lector a poner palabras a los personajes. A entender lo que se le quiere decir sin decírselo’.
Y de esa necesidad surge la segunda protagonista:
Eva Holman, esposa de un militar retirado en un pueblo de Extremadura que un día encuentra en el huerto de su finca, a un hombre enigmático escondido entre hortalizas. ‘Eva nace porque necesitaba una voz intermedia. Leva es un iletrado, no podía ponerle de narrador culto. Es la figura que actúa como intérprete de Leva. Un juego literario. Además, creo que ella responde al ciudadano medio que soy yo que a veces duda, cambia, se contradice, es ambiguo’, asegura Jesús Carrasco.
De este modo, conforme las páginas avanzan, estos dos personajes evolucionan hacia un mismo ser: ‘Ella tiene valentía y obstinación ya que podría haber mirado hacia otro lado, pero no lo hace, quiere conocer el pasado de Leva (…) El ritmo que tiene la novela es el del despertar de la conciencia de la protagonista. Ella reconstruye la historia de Leva hasta identificarse y confundirse. Hay un momento de comunión en la obra. En el plano narrativo hay una fusión de voces, un proceso de ir hacia la verdad aunque sea dolorosa.’ asegura Luis.
Con este argumento, el autor pacense de 44 años, vuelve al ruedo de la promoción de su obra tres años después. ‘
La tierra que pisamos’ tiene sus inicios en la experiencia personal de Jesús Carrasco durante los años que estuvo trabajando en una huerta con amigos. El futuro de la obra, lo tendrán que decir los lectores que se animen a abrir sus primeras páginas. Páginas que destilan tierra, que hablan de poder como principal destructor del hombre y de la naturaleza, páginas que gritan de dolor por aquellos seres humanos que sufren el desarraigo de su tierra, sus orígenes.
NOTA: Crónica elaborada por la periodista y colaboradora de Trabalibros.com Amanda Simón Pérez.