Trabalibros entrevista a Toni Cantó, autor de "Movilízate!" (ed. Espasa)

jueves, 30 de mayo de 2013
"Es muy triste que la oposición no pueda hacer política y que el gobierno renuncie a la ética".
Toni Cantó es actor y diputado de la formación política UPyD (Unión, Progreso y Democracia), dirigida por Rosa Díez. Con una larga carrera en el mundo del teatro a sus espaldas, ejerciendo de profesor, productor, director e intérprete de numerosas obras, ha actuado también en películas para el cine y series de televisión.

Movilízate-Toni Cantó (Trabalibros)Su grado de implicación en la política siempre fue alto. Sensible a la problemática social y convencido de que es necesario involucrarse de primera mano para poder cambiar las cosas, participó en varios movimientos ciudadanos. Obtuvo un escaño en el Congreso de los Diputados en Noviembre de 2011.

Bruno Montano de Trabalibros tuvo la ocasión de entrevistarle sobre su libro "Móvilízate!", en el que "realiza un certero diagnóstico de los vicios de la clase política española", insta a luchar por la regeneración del sistema y lanza "una llamada a la implicación de todos" (editorial Espasa).

- Bruno Montano, Trabalibros (B.M.): La política es necesaria y está justificada. En toda sociedad existe una pluralidad de individuos y grupos en interdependencia y conflicto y ha de haber alguien, en última instancia, que dirima los litigios y organice la sociedad para que se alcance el interés general. Pero cuando la política se aleja del bien común, se degenera y daña a la gente, aunque también a sí misma. ¿Es necesaria una regeneración política que incluya no sólo tratamientos paliativos sino también cirugía radical?

- Toni Cantó (T.C.): Sí, absolutamente. Creo que es necesaria una política de Estado y no tanto una política partidista. Es necesario regenerar la democracia, es necesario establecer de nuevo unos controles independientes para que los partidos, en primer lugar, dejen de meterse en sitios donde no deben estar (por ejemplo en la Justicia, en controles que debieran ser independientes como la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el Gobernador del Banco de España). Estos controles han fallado y han permitido, por ejemplo, todo el escándalo de las Cajas y de las Preferentes, que han creado un agujero económico que van a pagar hasta nuestros nietos y más allá.

Y, desde luego, es necesario una regeneración también en lo que tiene que ver con la Ley Electoral, que permita que los órganos de los partidos sean más permeables. Los ciudadanos deben poder participar en política y también deben poder decidir mediante listas abiertas quién, de aquellos que presentan los partidos políticos, tiene sus simpatías y quién no. Esto hará que los partidos grandes, que últimamente lo que hacen es alejar y expulsar el talento, puedan volver a contar de nuevo con una sociedad civil que, por otra parte, hay que intentar fomentar que sea más participativa. 

Trabalibros entrevista a Toni Cantó (4)

- B.M.: El poder y las normas jurídicas, en especial la constitución, son principios estructurales de lo político, pero el poder tiene una doble dimensión: la formal (los gobernantes, los poderes titulares) y la informal o los poderes de hecho, entre los cuales se encuentra el pueblo. Estos poderes de hecho o fácticos pueden impulsar, frenar o por lo menos ejercer una función de control. ¿Crees que el pueblo olvida con frecuencia el verdadero poder que tiene, que él es el único poder constituyente frente al resto, que son todos poderes constituidos?

- T.C.: Sí, absolutamente. Si los ciudadanos dejaran de votar a quienes, legislatura tras legislatura, les están decepcionando y fueran conscientes del poder que tienen con su voto para quitar a un gobierno, reemplazarlo y apostar por nuevos partidos políticos yo creo que ejercerían más decididamente su derecho al voto. Esto sería fundamental para un momento como este, que yo creo que si algo bueno puede tener dentro de todo el drama que estamos viviendo, es que se renueven y se ponga en jaque a todas estas estructuras.

Trabalibros entrevista a Toni Cantó
 
- B.M.: Pero claro, eso no es posible si no se cambia la Ley Electoral.

- T.C.: No, pero para cambiar la Ley Electoral debemos también querer hacerlo. Es decir, mientras no haya una mayoría o una minoría que exija ese cambio electoral a otra mayoría para poder acceder al poder, no lo vamos a conseguir. Yo creo que nosotros podemos conseguirlo, de hecho en algunos lugares como en Asturias estamos obligando ya (y eso es histórico) a que se cambie la Ley Electoral, con un sólo diputado. Pero hace falta voluntad política. Por ejemplo, ahora acabamos de presentarlo en la Asamblea de Madrid y tanto el Partido Socialista como el PP y como Izquierda Unida se han negado. Entonces, bueno, habrá que votar a otros partidos que lo defiendan y que lo lleven a cabo.

- B.M.: Me ha parecido muy interesante la conversación que comentas que tuviste con Landelino Lavilla en la que te explicaba que la Ley Electoral actual era una ley provisional que se hizo en aquel momento para conseguir una estabilidad que hacía falta en un momento muy complicado y que, después, la previsión era cambiarla y no se ha querido nunca cambiar.

- T.C.: Los partidos grandes están muy cómodos con lo que tienen actualmente y, muy probablemente, los grandes pactos que veamos a partir de ahora entre el Partido Popular y el Partido Socialista serán para intentar blindar el bipartidismo. Lo que lleva a cabo Cospedal en Castilla La Mancha no es una medida de ahorro, es una medida para blindar el bipartidismo. A mí no me importa que se baje el número de diputados en algunas asambleas o en Les Corts, porque hay que considerar el ratio de representantes por número de habitantes, siempre que no se favorezca al bipartidismo y no sea una estratagema para hacer que la Ley Electoral sea todavía más injusta y dificulte más a los partidos pequeños la entrada en el juego político.

- B.M.: En tu libro reproduces una cita en la que Aranguren muy lúcidamente decía que “en la oposición se hace ética y en el gobierno política”. ¿No es un poco triste y empobrecedor que la oposición no pueda hacer política y el gobierno constantemente ignore la ética?Trabalibros entrevista a Toni Cantó (3)

- T.C.: Sí, lo es. Es muy triste que la oposición no pueda hacer política y que el gobierno renuncie a la ética. Esto es algo muy sintomático y es algo que pasa siempre. Tanto el Partido Popular como el Partido Socialista lo vienen repitiendo una y otra vez. Todos son muy conservadores cuando llegan al poder, están muy acomplejados y suelen tener tantos problemas que limitan mucho los charcos en que se meten. Yo creo que esto es muy triste y también es la razón que explica la desafección política que tienen los ciudadanos, que están ya muy cansados y se van alejando de la política cada día más. Esto es muy peligroso porque, cuando todo esto se conjuga, los gobernantes no terminan de hacer lo que se debe y siguen cometiendo barbaridades, al final lo que va a suceder es que nos vamos a encontrar con soluciones a la griega, que son muy peligrosas porque, por pura desesperación, aparecerán los extremismos tanto a izquierda como a derecha.

Trabalibros entrevista a Toni Cantó (6)- B.M.: Joan Fuster afirmaba que los “ismos” en política son como las “itis” en medicina, es decir, inflamaciones. En ese sentido, ¿piensas que los nacionalismos son una inflamación del ego colectivo, una intensificación peligrosa del sentido excluyente de pertenencia a una comunidad?

- T.C.: Sí, absolutamente. Además en esto entra en juego una cosa muy cómoda, que es poder echarle la responsabilidad a otro. En ese sentido, una gran asignatura pendiente que tenemos en España en general, como es el tema de la financiación autonómica, nunca se va a llevar a cabo como nosotros creemos que se debe llevar, que es haciendo una negociación multilateral. Esto es así, entre otras cosas, porque los políticos están muy cómodos pudiéndole echar la culpa a la injusta financiación, cuando muchas veces el problema es, en realidad, su incapacidad para trabajar con los presupuestos que tienen.

Cualquier persona, aunque crea que debe tener un sueldo mayor, no se gasta el sueldo que cree que debe tener, se gasta el sueldo que tiene. Luego, si no está de acuerdo, seguirá luchando para que se lo aumenten, pero mientras tanto no se va a gastar lo que no tiene. Es una posición muy cómoda echarle la culpa a Madrid o a la financiación de todas las locuras que se van haciendo, o de todos los problemas en los que se van metiendo, y por tanto, a los ciudadanos.

- B.M.: No se puede combatir una infección con bacterias, de la misma manera no se puede curar a un Parlamento con políticos pertenecientes a castas poderosas que llevan monopolizando el poder durante mucho tiempo y convirtiendo la política en su “modus vivendi” y en su coto particular. 

- T.C.: No, pero si la gente se queja continuamente de que tenemos una clase política que no está a la altura deben presentarse como alternativa, debe haber una sociedad civil que esté dispuesta a ocupar el espacio que deben dejar esos políticos corruptos, esos políticos que no hacen bien su trabajo... Hay otros que sí lo hacen bien pero, evidentemente, debe haber una sociedad civil dispuesta a tomar el relevo.

- B.M.: ¿Para suturar lo que Hannah Arendt llamaba “brecha de credibilidad” necesitamos políticos “inocentes”, sin contaminar, sin deudas contraídas, sin cargas, sin favores que devolver, políticos que aun no hayan cortado el cordón umbilical con el pueblo?

- T.C.: Yo creo que sí, yo creo que es bueno que haya políticos que vengan de la sociedad civil y que sepan lo que es batirse el cobre en la calle para mantener una empresa o lo que significa estar en el paro y buscar trabajo desesperadamente, etc. Hay demasiado político que no ha estado en la vida real nunca, que ha pasado de los estudios (y a veces ni siquiera eso) a las Nuevas Generaciones o a las Juventudes Socialistas, de ahí a asesor, de ahí a concejal, de ahí a diputado y así durante años y años.

- B.M.: Pertenecen a una casta en la que están predestinados a convertirse en políticos.

- T.C.: Y les va la vida en mantener ese puesto, porque claro, nunca han estado en la vida real y, por lo tanto, pensarán mucho antes en mantener su cargo que en lo que pueda ser bueno o no para la ciudadanía. Les va la vida en ello, porque ¿sin ese cargo qué van a hacer?

Trabalibros entrevista a Toni Cantó (2)
 
- B.M.: Por eso comentas que mantienen las Diputaciones y otras instituciones de escasa utilidad.

- T.C.: Claro, porque son hombres de partido. Una persona como Fabra aquí en la Comunidad Valenciana, ¿tú crees que va a decirle al señor Rus que se quede sin su virreinato? Ni de casualidad, porque el señor Rus es el que luego le va a ganar las elecciones internas y las externas del partido.

- B.M.: Los trabajos en esas instituciones acaban siendo premios que los gobiernos otorgan a aquellos que han prestado buenos servicios al partido.

- T.C.: Además las Diputaciones tienen un pero añadido, y es que estos organismos ni siquiera son elegidos democráticamente por los ciudadanos, los ciudadanos no intervienen en eso. Me parece dramático.

- B.M.: Hay un axioma en política que dice que todo poder es algo que se tiene y se ejerce pero, al mismo tiempo, es algo que se acepta; que todo poder es a la vez fuerza y coacción y, por otra parte, consentimiento. Para que haya consentimiento debe haber legitimidad, ya que la legitimidad engendra obediencia. En un sistema democrático la legitimidad viene de las urnas, pero ¿existe legitimidad cuando el sistema de representación electoral no es justo, privilegia a los grandes partidos y blinda el bipartidismo?

- T.C.: La legitimidad se pierde cuando los políticos mienten al hacer los programas y luego no los cumplen, cuando se comportan de manera corrupta, cuando se pasan el día repartiéndose porciones del pastel... Evidentemente esto hace que se vaya perdiendo legitimidad democrática y la gente primero siente la desafección con la que nos encontramos ahora y luego se aleja del sistema, y eso es un gran drama también. Ahora mismo lo que necesitamos es sociedad civil y gente que entre en el sistema. Regenerar el sistema.

Trabalibros entrevista a Toni Cantó (8)- B.M.: En la política la ideología es importante, pero más aun que la ideología es importante, sobre todo en los líderes, el sentido de Estado. ¿Crees que en nuestro panorama político actual faltan hombres de Estado y sobran hombres de partido? ¿Los intereses partidistas a corto plazo prevalecen sobre los intereses generales del pueblo?

- T.C.: Sí, hacen falta hombres de Estado en lugar de hombres de partido. Y tampoco se debe caer en otro problema que tiene la política, que es el cortoplacismo. Sólo miran hasta la próxima legislatura, no miran más allá.

Y esto se ve en cosas que son fundamentales en nuestra vida, como por ejemplo la ley educativa. Ya llevamos diez cambios de leyes educativas entre el Partido Popular y el Partido Socialista y seguimos sin tener una sola universidad entre las cien mejores del mundo, o sin tener unos jóvenes suficientemente preparados, con unos profesores que no tienen los medios que merecen. ¿Y qué hacemos cada vez que hay un cambio? Mover haciendo mucho ruido cosas que tienen que ver con la religión, con la lengua, pero de educación no se habla. Y este es otro problema, hay demasiados políticos en puestos en los que debiera haber técnicos, porque hay decisiones que son meramente técnicas y ahí tienen que estar los que saben del asunto, en lugar de políticos utilizando ese tema como una herramienta para levantar bajas pasiones, ganar votantes o hacer daño al partido rival.

- B.M.: ¿UPyD propone un máximo de ocho años en el gobierno, dos legislaturas?

- T.C.: En cargos, sí. Y también proponemos que el Estado vuelva a recuperar algunas competencias en asuntos que tienen que ver con la Educación -sobre la que acabamos de hablar- o con la Sanidad. Siempre se dijo que una de las mayores ventajas del sistema autonómico es que iba a generar igualdad y lo cierto es que está generando desigualdades. Hoy en día un valenciano no tiene los mismos derechos que un vasco, que un navarro o que un catalán por los llamados derechos ancestrales, que no tienen demasiado sentido porque vivimos ahora, hoy, aquí.

Esto es un problema también en cuanto a que todos los partidos políticos los defienden. Nosotros pedimos que se retiren y esto tiene también un coste electoral, pero nosotros creemos que un partido político nacional debe defender lo mismo en todas partes. El Partido Popular en Valencia defiende el corredor mediterráneo y en Madrid vota por el central. ¿Cómo se come esto? ¿A quién va a hacer caso el gobierno? Pues, a lo mejor, a la organización que sea más poderosa en ese momento.

Francamente, ahora el PP valenciano está en momentos muy, muy bajos y temo que no tenga capacidad de influencia en el Gobierno Central y eso es un drama porque somos una comunidad muy importante, que además ha sido maltratada. La pobreza ha crecido en el último periodo en un 8% y en la Comunidad Valenciana ha crecido un 18%. Es terrible.

Desde Trabalibros agradecemos a Toni Cantó el tiempo que nos ha dedicado y su amabilidad al contestar nuestras preguntas.
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