Ken Follett ha manifestado en diversas ocasiones que el contacto y el diálogo con sus lectores es una pieza fundamental en su carrera literaria. La opinión del lector siempre ha tenido una importancia clave para el que es uno de los escritores más leídos del mundo, con libros traducidos prácticamente a todas las lenguas y millones de ejemplares vendidos a sus espaldas.
Basándose en esta idea y siendo consciente de que cada vez más las
webs y
blogs literarios representan la voz de los lectores en la red, este autor ha querido tener un encuentro con algunos de ellos, ofreciéndoles la posibilidad de responder en persona a sus preguntas.
Random House Mondadori ha hecho posible este evento pionero, seleccionando los que a su entender son "los nueve
blogs literarios más influyentes de España", siendo
Trabalibros uno de los elegidos para el exclusivo acto.
El encuentro tuvo lugar el día 24 de octubre de 2012 en una suite del
Hotel Ritz de
Madrid. Allí
Bruno Montano, en representación de
Trabalibros, tuvo el gran privilegio y el placer de entrevistar a
Ken Follett acerca de su último libro "
El invierno del mundo", la segunda entrega de su monumental trilogía sobre el siglo XX "
The Century".
El equipo de
Trabalibros descubrió a un
Ken Follett amable y cercano que respondió con inteligencia a cada una de nuestras preguntas. A continuación os adelantamos parte del
vídeo de la
entrevista; esperamos que os resulte tan interesante como a nosotros.
El vídeo de la entrevista completa, tal y como se desarrolló y sin editar, puede verse aquí:
Trabalibros entrevista a Ken Follett. Vídeo entrevista completa
El acto fue grabado en todo momento por las cámaras. En el siguiente vídeo puede verse el "
making off" del encuentro de
Ken Follett con los
blogs y
lectores, que fue etiquetado en twitter como #PreguntaFollett
A continuación ofrecemos la entrevista por escrito:
Bruno Montano, Trabalibros (B.M.): Walter Benjamin distinguía entre narradores y novelistas, él decía que los narradores son los que trabajan en el lado épico y mítico de la realidad y los novelistas son los que pretenden analizar la realidad o analizarse a ellos mismos. ¿En qué lado se sitúa usted?
Ken Follett (K.F.): Yo soy un narrador, me situo en el lado épico. Yo no analizo realmente, yo ayudo a mis lectores a imaginar cómo era la vida: en Berlín en 1933, en Pearl Harbor en 1941 y así sucesivamente. Para mí lo importante es hacer que esas escenas parezcan reales para el lector. Analizar no me interesa tanto.
B.M.: En "El invierno del mundo" usted hace una crítica de los regímenes totalitarios: comunismo, caudillismo, racismo, nacionalismo... ¿Cree usted que los “ismos” en política son como las “itis” en medicina, es decir, inflamaciones?
K.F.: Bueno, esta es una forma interesante y buena de plantearlo. En el siglo XX tuvimos conflictos de ideas y había extremos. Ahora ya sabemos que el comunismo no funciona, que el fascismo no funciona, que los regímenes totalitarios no funcionan. El tipo de sociedad que tenemos ahora, en todos los países que son prósperos y libres es una especie de mezcla entre capitalismo, ideas socialistas, educación gratuita para todos y esta es una solución intermedia que hemos encontrado. O sea que sí hay una respuesta a esa pregunta, las grandes ideologías fueron un fracaso. La estrategia de éxito, la estrategia eficaz, ha sido una mezcla pragmática.
B.M.: Una pregunta de tipo personal. Usted afirmó en alguna ocasión que estudió filosofia para encontrar respuestas al problema de Dios. ¿Encontró alguna respuesta? ¿Algún filósofo le satisfizo?
K.F.: No, a mí lo que me ocurrió es que aprendí sobre la argumentación, lo que es un buen argumento y lo que es un mal argumento, qué cuenta como prueba o evidencia y qué no y esto me ha permitido y me permitió llegar a mis propias conclusiones con respecto a la religión. No sigo a ningún tipo de filósofo en concreto.
B.M.: Pero ha aprendido a pensar gracias a ellos.
K.F.: Sí, así es como yo lo veo.
B.M.: Siguiendo con la filosofía, Hannah Arendt en un famoso libro titulado "Eichmann en Jerusalen" afirma en su teoría sobre la banalidad del mal que el nazismo no era una ideología, sino que estaba sustentado por hombres banales que simplemente obedecían.
K.F.: Sí que hay algo de razón en eso. Hay mucha gente, bastante, a quien le gusta vivir bajo una dictadura. Hay gente a quien le gusta que le digan lo que tiene que hacer todas las mañanas. Hay gente que no quiere libertad; en la Edad Media esa gente vivía en los monasterios y hacían voto de obediencia. Todos los días alguien les decía lo que tenían que hacer y ellos lo hacían. A mí me parece que esa es una forma de no ser un ser humano pleno, pero hay gente que considera que esto es una forma de vida. Esto es el totalitarismo. La teoría fascista es que todos nuestros problemas son culpa de otro grupo, normalmente un grupo étnico. Es culpa de los judíos, es culpa de los negros o de todos aquellos que vienen a nuestro país procedentes de otro lugar, independientemente de donde sea y esta es una solución falsa, pero es muy atractiva para la gente. A la gente le encanta pensar que no son ellos los responsables, sino que son los otros a los que hay que culpar. Este es el atractivo que tiene el nazismo y el fascismo para el individuo, porque ofrece una explicación para todos los problemas.
Agradecemos al Sr. Follett el habernos dedicado su tiempo, así como a Random House Mondadori el haber contado con nosotros para brindarnos esta maravillosa posibilidad.