La trama del libro le llegó al autor en un sueño. Bajaba por un túnel y se daba cuenta de que había palabras escritas en las paredes. Estaban vivas y frescas. Quien las escribía estaba cerca. Solamente con girarse descubriría quien las estaba dibujando, pero de ese modo, se percató su subconsciente, jamás podría haber creado la trilogía. Al despertarse, tuvo claro su primer paso: anotar el sueño para no olvidarlo, pues la trama y los personajes ya estaban listos para escribir una historia.
Esta es la metodología que
Jeff Vandermeer utiliza para escribir algunas de sus novelas. Algo poco frecuente, pero que le funciona a la perfección: su relación con su subconsciente, es su mejor baza para empezar a crear historias. Y de este modo, Vandermeer, el canalizador de sueños, es como se ha convertido en un referente de la ciencia ficción -se ha elevado ya con el premio Mundo Fantástico y ha sido finalista del Premio Hugo.
Fue él mismo quien estuvo conversando con los
bloggers españoles de literatura vía Skype. A las siete de la tarde, en términos americanos, -una hora siempre más laxa en términos españoles-, la pantalla del ordenador se conectó para mostrarnos la imagen de un hombre animoso, cercano y muy natural. Era él. ¿De fondo? Un panel con la portada de los libros de su
trilogía Southern Reach.
Su libro,
Aniquilación, es el primero de una de las trilogías que prometen este año y que ya está pegando fuerte en América. Lleno de misterio, ciencia ficción, pero sobre todo de mucha psicología y de reflexión personal, cuenta la historia del
Área X. Un Área llena de interrogantes para el ser humano, naturaleza pura y desconocida, a la que ya se han mandado once expediciones sin éxito. La duodécima, la que recoge este libro, envía a cuatro mujeres -una bióloga, una antropóloga, una psicóloga y una topógrafa- para seguir inspeccionado el terreno y los insospechados hechos que pasan en ella, donde la presencia humana es inexistente.
A través de una de sus protagonistas, la bióloga, el lector se adentra en la misteriosa Área, pero también en sus pensamientos. La primera pregunta es casi obligada, ya que la totalidad de protagonistas femeninos llama la atención: “Mis personajes siempre son chicas, quizás porque suele ser más inusual en las novelas. Aunque no creo que escribir sobre personajes masculinos me resultara más cómodo. La dificultad radica en el contexto en que los insertas, no en el sexo. Pero en
Aniquilación no me paré a pensar en ello. Ellas están dentro del
Área X, alejadas de la sociedad, ninguna tiene nombre, ni descripción. Buscaba que el lector no las juzgase basándose en lo que parecen físicamente, sino en lo que hacen y dicen, en sus interacciones, en su esencia. De ahí que no importara mucho su sexo”.
La trilogía parece un poco innecesaria cuando se acaba el primer libro, ligero de lectura y que no deja más que interrogantes, pero su respuesta nos sorprende: “En un primer momento incluso quise escribir cuatro. Y es verdad que cuando me di cuenta de que escribiría más libros después de
Aniquilación, sentí una liberación absoluta. Me daba libertad a no tener que desvelar todos los misterios de manera apresurada”.
Sin embargo, su respuesta cobra sentido cuando explica los motivos: “La trilogía se narra desde diversos puntos de vista. El segundo libro está escrito en tercera persona, basada en el nuevo director de la Agencia de
Southern Reach, aunque es un libro muy interior. No tiene nada que ver con la expedición del primero, pero complementa lo descrito por la bióloga y descubriremos algunos de sus secretos. No es la continuación de
Aniquilación, incluso se podría leer en paralelo, es más bien un enfoque totalmente distinto que avanza la historia. En verdad, este segundo libro, se basa mucho en mis propias experiencias trabajando con los organismos gubernamentales y lo absurdo y extraños que puedan llegar a ser”.
Y así es, el libro de
Vandermeer no es solo misterio, es también un juego constante con el campo de la psicología. Más allá de la ciencia ficción, es un viaje completamente apasionante sobre la experiencia interior. Sin embargo, no sabemos si la historia misteriosa estaba a disposición de su contenido psicológico o viceversa. Se lo preguntamos: “La construcción de la escena y la historia de tensión fue más sencilla porque me inspiré en el Refugio Salvaje de San Mark al norte de Florida, una zona que conozco muy bien. Así que supongo que la parte psicológica, llegó primero, pero aunque me resultó un poco más difícil, tampoco lo fue tanto. La clave está en que me apoyé en las necesidades de mi subconsciente para describir aquellos elementos que crean inquietud en el ser humano”.
Pero además,
Aniquilación, también es naturaleza, en un sentido muy físico. A través de la bióloga, también se conoce con todo lujo de detalle la flora y la fauna que le rodea, una descripción por la que tuvo que documentarse bien: “Me gustó esa fase porque hubo una época en la que quise ser biólogo marino. Además, también tuve que trabajar en el hecho de que la protagonista no es una bióloga muy ortodoxa, ni profesional. Esa parte fue divertida. Aunque es verdad que la mayoría de las memorias de la bióloga son mi propia experiencia por los paisajes de San Mark, como comentaba”.
Sin embargo, el
Área X también es naturaleza en un sentido más abstracto, más etéreo. El Área X es una zona que está volviendo a su estado original, pre-humano, que poco a poco borra la evidencia de presencia humana: “La falta de humanidad en ese lugar supone un terrible pavor para nosotros, pero no necesariamente es un hecho negativo para el medio ambiente. Esta amenaza es algo real, no queda tan lejos de la ciencia ficción como podría parecer. Tenemos evidencias, como el calentamiento global, y las grandes catástrofes que provocamos, de que esa área podría quedar cercana en el tiempo”.
Misterio, despersonalización, psicología, reflexiones sobre el ser humano, descripción del mundo que nos rodea y crítica son algunos de los ingredientes de Aniquilación, pero también lo son de la personalidad de
Jeff Vandermeer. Y esto es así, porque como muestra su imagen por el Skype, el autor, también forma parte de esa
Área X, de esa gran trilogía que promete ser
Southern Reach.
ATENCIÓN: La información que sigue a continuación contiene SPOILERS, así que si quieres mantener intacta la intriga para las próximas entregas de la trilogía, mejor no sigas leyendo.
Aquí os dejamos algunos de los secretos que nos desveló del segundo y tercer libro. Los pequeños adelantos que el autor quiso compartir con nosotros:
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La bióloga no es lo que parece. Esconde cosas que en un primer momento se han escondido al lector porque ella se muestra como alguien poco comunicativa. En los siguientes libros, conoceremos mucho más de su pasado.
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Pronto se estrenará la película. Su estructura, sin embargo, será algo diferente: estará narrada en tercera persona.
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El tercer libro, está escrito en primera, en segunda y en tercera persona. Es una combinación de múltiples puntos de vista.
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La lingüista de la expedición, la quinta miembro del equipo que nunca llegó a pisar el
Área X, será un personaje importante en el tercer libro, o al menos su mención cobrará peso.
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En el tercer libro se conoce mucho más de los personajes principales que aparecen en Aniquilación. Según el autor, los libros son como unas lentes que amplían la visión y poco a poco el lector puede conocer más de la imagen completa y así poder dar sentido a todos los hechos inexplicables.