Megan Maxwell es una exitosa escritora del género romántico que se ha convertido en la autora que más ha vendido en España en 2013. Entre sus numerosos libros se encuentran títulos como "Te lo dije", "Deseo concedido", "Las guerreras Maxwell. Desde donde se domine la llanura", "Casi una novela", "Llámame bombón" y "¡Ni lo sueñes!", así como la trilogía erótica "
Pídeme". Fue ganadora del Premio Internacional Seseña de Novela Romántica (2010), del Premio Dama de Clubromantica.com (2010, 2011 y 2012), del premio AURA que concede el Encuentro Yo leo Romántica Adulta (2013) y su debut en el género erótico ("
Pídeme lo que quieras") obtuvo Tres plumas a la mejor novela erótica que otorga el Premio Pasión por la novela romántica.
Bruno Montano de
Trabalibros ha tenido la oportunidad de conversar con
Megan Maxwell sobre el último de sus libros titulado "
Melocotón loco" editado por Esencia, "una novela entretenida, auténtica y divertida" que se enmarca dentro del género denominado "Chick-Lit".
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Bruno Montano,
Trabalibros (
B.M.): Dedicas esta novela a todas las personas que creen en el flechazo. Para la ciencia el flechazo es una trampa biológica que impulsa químicamente a dos seres de distinto sexo a unirse para procrear. Sin embargo, para la poesía y la literatura el flechazo es el motor de arranque del amor. ¿Crees que es posible el amor sin el enamoramiento, sin el flechazo?
- Megan Maxwell (M.M.): Yo pienso que sí, que una historia de amor que comience sin flechazo también puede llegar a buen puerto, desde el momento en que tú comienzas a sentir algo por esa persona. Pero lo bonito en la historia de mi novela es el flechazo. Lo "bonito" entre comillas, porque no siempre que te enamoras de una persona ella se enamora también de ti. Muchas veces, a lo largo de nuestra vida, sentimos flechazos y no somos correspondidos. Pero, a veces, empiezas una historia con alguien sin haber sentido ese flechazo y a lo mejor llega a mejor puerto que si hubiera existido ese flechazo a primera vista.
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B.M.: También puede existir un enamoramiento gradual y progresivo, sin pasar por esa fase exultante inicial.
- M.M.: Claro. Yo en esta novela quería que hubiese flechazo al principio, pero en otras de las que he escrito no ha sido así y el amor ha ido surgiendo con el tiempo.
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B.M.: Hay mucha gente que piensa que si no siente esas mariposas en el estómago no es amor auténtico, aunque lo importante es cómo acaba la historia y no como empieza.
- M.M.: Sí, exactamente.
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B.M.: Creo que para ti es fundamental que el lector conecte desde el primer momento con tus personajes, que los sienta muy cercanos, que se identifique con ellos, que de alguna manera se vea como protagonista también. ¿Dirías que esta es la clave en este género literario para atrapar al lector, para seducirlo, para facilitar eso que llaman “enganche”?
- M.M.: Yo pienso que una de las claves es que te sientas totalmente identificada cuando tú lees una historia. Para meterte en el lector y en el personaje tienes que ver un poco a través de los ojos de la persona y no hay nada mejor que leer algo e identificarte con esta persona. O incluso no identificarte, sino fantasear con que tú eres esa persona. La novela romántica, o comedia romántica, o erótica, es un tipo de género creado para imaginar, para dejar llevar la mente y sobre todo disfrutar, imaginando cosas que a lo mejor a ti no te pasan.
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B.M.: A la novela “
Melocotón loco” la podríamos catalogar como perteneciente al género “
Chick-Lit”, un género que en estos momentos está en pleno auge y que forma parte de lo que algunos llaman “ficción postfeminista”. ¿Es más fácil para las lectoras jóvenes y urbanas identificarse con las protagonistas de estas novelas que con las heroínas de las novelas románticas históricas? ¿A una mujer del siglo XXI le seduce más un bombero que un highlander?
- M.M.: Yo pienso que cuando te enamoras te da igual que sea un bombero que un highlander, lo que pasa es que en esta novela, al ser el protagonista un bombero del siglo XXI y del momento en el que vivimos lo ves más real. Pero por supuesto que te puedes enamorar de un highlander. Yo recuerdo una cosa: mi madre siempre ha sido lectora de novela romántica (y por eso yo escribo novela romántica, mi madre tenía muchas, yo las leía y me llamaban la atención), y yo me acuerdo de la primera novela que leí de highlanders, que era de una escritora americana. Me enamoré locamente del highlander. Y han pasado años y para mí ese highlander sigue siendo especial. De hecho, cuando yo he escrito novelas de highlanders reconozco que era un poco porque me había enamorado tanto de él que creé los míos tal y como yo hubiera querido que hubiera sido un highlander si hubiera vivido en esa época. Efectivamente, es más fácil para una mujer imaginarse enamorándose de un hombre que puede ser más real aunque, como decíamos antes, se trata de una fantasía y enamorarse de un highlander es factible también.
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B.M.: De hecho, yo no sabía lo que era un highlander hasta que empecé a ver portadas de novelas románticas y descubrí que eran señores musculosos y muy apuestos, ataviados con faldas, que vivían en las tierras altas de Escocia.
- M.M.: Sí, pero estas portadas que me comentas suelen ser horrorosas, menos mal que hemos cambiado el tipo de portada. Esta era una cosa que a mí me preocupaba mucho al principio, cuando empecé a publicar novela romántica. Yo no quería para mis libros una portada como esas antiguas.
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B.M.: Es que siempre son las mismas: un hombre fuerte y atractivo, con una mujer hermosa medio desmayada en sus brazos. Yo creo que era una marca para identificar rápidamente el género al que pertenecía la novela.
- M.M.: Sí, aunque por suerte estas portadas han ido cambiando. Yo para mis novelas de highlanders lo que he hecho siempre ha sido buscar la imagen de una mujer guerrera, con espada en mano. Buscaba una imagen diferente a la que comentábamos, me horrorizaban esas portadas. Incluso en mis novelas románticas que no eran de highlanders también me preocupaba muchísimo la portada porque a mí, muchas veces, me han hechado para atrás muchos libros por la portada.
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B.M.: Es que es importante, es la primera toma de contacto visual con el libro.
- M.M.: Claro, es lo primero que te llama la atención de él. Lo segundo es el nombre. Y cuando estas dos cosas te han llamado la atención es cuando te acercas al libro. Si la portada no te llama la atención, ni lo miras.
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B.M.: En “
Melocotón loco” utilizas el mito del hombre uniformado. Está claro que el uniforme en un hombre potencia su hombría, su masculinidad y su autoridad. Está claro también que es una fantasía recurrente en muchas mujeres imaginarse seducidas por un hombre uniformado (policía, bombero, militar…) ¿Qué tienen los hombres uniformados que tanto atraen a las mujeres?
- M.M.: Pues yo pienso que la virilidad. Yo, que he leído mucha novela romántica, ya estaba harta de encontrarme con marines, rangers, shields, y pensé: en España tenemos unos policías maravillosos, unos bomberos estupendos, unos médicos increibles. Por eso en "Melocotón loco" he creado un protagonista que es un bombero, igual que anteriormente en un libro que se llama "A ti qué te importa" había creado a un geo. En "Melocotón loco" quería que fuera un bombero porque es lo que tú dices, a las mujeres siempre nos han gustado muchísimo los uniformes y tenía claro que quería una nueva novela con la que seducir a todas las mujeres que me leen. Por eso creé esta novela con este pedazo de bombero. Las personas que ocupan este tipo de trabajos a mí, particularmente, me parecen héroes. Me da igual que tengan 1,90 de alto o que midan 1,60, una persona que se va a meter en un fuego cuando yo me aparto porque me da miedo para mí es un héroe y creo que se merecen novelas donde queden como lo que son. Y para crear un héroe en este tipo de novelas, ¿qué mejor que un bombero?
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B.M.: Has escrito novela romántica y novela erótica (serie “
Pídeme”). La transición de la primera -en la que siempre hay escenas de sexo- a la segunda, ¿consiste simplemente en aumentar la cantidad de encuentros sexuales y subir el tono de los mismos o es una cuestión más compleja que afectaría también a otros elementos de la novela, como personajes, trama, etc.?
- M.M.: La diferencia que yo veo únicamente entre una comedia romántica y una novela erótica es que, para una comedia romántica (como por ejemplo "Melocotón loco") a la hora del sexo me he puesto unos límites, y en la novela erótica los límites no existen. Es la única diferencia que yo me planteo a la hora de escribir. Si lees la trilogía erótica que yo he escrito y le quitas las escenas de sexo, se queda exactamente igual, se queda en una comedia romántica. Lo único es que a la hora del sexo puedes ir a tope, sin límites. A mí hay gente que me dice: es que hay mucho sexo en una novela erótica. Y yo les contesto: es que es una novela erótica, tenéis que diferenciar entre el género de comedia romántica y novela erótica. La novela erótica, aunque tenga una historia bonita, tiene que ir de lo que va, tiene que haber mucho sexo y amor.
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B.M.: Se trata de una fantasía y hay que llevarla hasta el extremo.
- M.M.: Claro, yo cuando me planteé escribir "Pídeme lo que quieras" pregunté entre mis conocidos cuáles eran sus principales fantasías y traté de dirigir la novela hacia ahí.
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B.M.: En numerosas ocasiones comentas que te inspira la “normalidad”, que tus fuentes son la vida cotidiana y la imaginación. De ahí que trates de representar la vida de las mujeres, sus sueños, esperanzas y temores y que lo hagas de una forma franca pero al mismo tiempo irreverente y divertida. ¿El tono de comedia es el ideal para mostrar toda la problemática de la mujer joven actual en sus relaciones amorosas, sexuales y laborales?
- M.M.: Yo creo que sí, pero más que yo, quienes te lo pueden decir son las "guerreras" y, sobre todo, las ventas. La gente pide eso y te dice: basta ya de dramas. Todos tenemos dramas en la vida, pero si nos los tomamos con humor se llevan más facilmente. Yo pienso que es el momento justo de usar el humor para comunicar. En mis novelas a veces hablo de enfermedades o de problemas y usar el sentido del humor en estos casos te puede hacer reflexionar.
Nunca me ha dicho nadie que se ha sentido mal porque yo hable de algún problema de mujer. Por ejemplo, en el libro "Ni yo misma lo sé" hablo sobre el cáncer de mama y es una comedia romántica. Lo escribí porque había recibido cartas en privado de muchas de las chicas que me leen diciéndome: "Megan, me encantan tus novelas porque me levantan la moral". Y muchas me comentaban: "Fíjate, yo tengo cáncer de mama y mi pareja me ha dejado por tenerlo, ojalá me pasara a mí algo como lo que hay en tus novelas". Y un día pensé: "Voy a escribir una novela sobre ese problema" y escribí una historia donde la protagonista tiene cáncer de mama y donde consigue tener de pareja a un futbolista, nada menos. El futbolista siempre decía que a él le gustaban las mujeres técnicamente perfectas; mi protagonista no lo era y al final cae rendido a los pies de ella. Y lo creé por ellas, por las chicas que tienen este problema, para que nunca dejen de soñar. Y el que las haya dejado por tener cáncer de mama es un hombre que no merece la pena. A ellas que escriba sobre esto no les crea ningún tipo de problema, al contrario, les gusta que escriba sobre esto con humor.
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B.M.: Yo también pienso que el
humor es un vehículo perfecto. Es muy difícil resistirse a un mensaje transmitido en clave de humor o en clave de comedia porque no todas las defensas se derrumban frente a él.
- M.M.: Sí. Yo utilizo el humor pero lo hago siempre sin faltar el respeto a nadie. Lo hago con humor y cariño, y ellas se lo toman muy bien. En todas las novelas donde lo he utilizado en este sentido la respuesta de las lectoras ha sido muy positiva.
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B.M.: Tienes ilustres antecesoras en el género “
Chick-Lit”: Marian Keyes (“Por los pelos”), Helen Fielding (“Diario de Bridget Jones”), Candace Bushnell (“Sexo en Nueva York”), Sophie Kinsella (“Loca por las compras”). ¿Crees que este género acabará derrotando a la típica novela romántica llena de damiselas pusilánimes, desfallecientes y siempre en apuros, salvadas por caballeros fuertes y seguros, pero un poco canallas?
- M.M.: Yo pienso que sí. El mundo del "Chick-Lit" se está conociendo en España desde hace cuatro o cinco años y la novela romántica lleva toda la vida vendiéndose mucho. Hay que darle tiempo. Lo que pasa es que el "Chick-Lit" tiene dos vertientes: la de "Sexo en Nueva York" donde se habla mucho sobre compras o marcas y luego está el del tipo que yo hago, que mezcla esas compras y esas marcas con una bonita historia de amor. Yo pienso que, con el tiempo, puede tener tanto éxito como la novela romántica.
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B.M.: Creo que en este momento escritoras como tú ya superan en ventas a las autoras clásicas de novela romántica, como Rosemunde Pilcher o Danielle Steel.
- M.M.: Estas novelas antiguas a mí me encantan, pero yo intento hacer algo más actual. No quiero decir que las historias de estas novelas se hayan quedado viejas, quizás lo que se ha quedado anticuado en ellas es el trato de tú a tú. Eso de que antiguamente te hablara un hombre y tú no pudieras mirarle a los ojos por ser mujer, o te tuvieras que sentir indefensa, no me gusta.
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B.M.: Es más fácil que se identifiquen con una chica urbana de treinta años que es fotógrafa o diseñadora, que tiene problemas laborales y que no acaba de encontrar el amor, como las protagonistas de tus novelas. ¿Para cuándo una Chick-Lit de pueblo?
- M.M.: Algunas de mis protagonistas son chicas de pueblo, por ejemplo en "Fue un beso tonto" las protagonistas son dos chicas policías de pueblo totalmente. Aunque la de "Melocotón loco" tiene un estudio de fotografía y es de ciudad. Intento siempre humanizarlas y hacer que, quien lea el libro, la sienta siempre como una chica normal. Además yo intento siempre que mis chicas no estén nunca pendientes ni del peso ni de intentar ser más guapa que nadie.
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B.M.: Esa es otra de las características típicas de las protagonistas de una "Chick-Lit".
- M.M.: Yo no quiero nada de eso, yo precisamente lo que quiero es que resulten más humanas. Porque, por supuesto que hoy en día hay muchas mujeres que están siempre pendientes del peso, pero también hay muchas mujeres que le dan más importancia a otras cosas.
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B.M.: Tú llamas a tus fans “
guerreras”, incluso has diseñado un colgante que las identifica. ¿Hay en tus novelas una invitación implícita a la lucha, a la persecución incansable de los sueños personales, a la resistencia activa contra las injusticias y las discriminaciones por razón de sexo?
- M.M.: Todas las protagonistas de mis novelas son guerreras, de ahí el nombre. Todas son mujeres que quieren luchar por lo que creen y esto es lo que quiero transmitir a las chicas que me siguen. De hecho, yo tengo un grupo en Facebook que se llama las Guerreras Maxwell (ya somos 16.000, no solamente de España sino también de Latinoamérica), en el que suelo entrar todos los días para ver qué pasa y se ha creado una gran hermandad porque las chicas, aparte de hablar de mis libros, comentan sus problemas y entre ellas se aconsejan. Y de ahí están saliendo grandes amistades, no te puedes imaginar la cantidad de chicas de aquí que han ido a Latinoamérica de vacaciones y han conocido a estas personas, y viceversa. Yo siempre digo que las Guerreras son una parte fundamental de mi éxito, porque si ellas no compraran mis libros, nada de esto sería posible.
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B.M.: Las lectoras de
novela romántica son muy fieles y leen mucho. Suelen estar al tanto de las novedades y preguntan en las librerías por un título antes incluso de que esté a la venta. En tu caso, has tenido el privilegio de ser la escritora que más ha vendido en 2013 en España. Tienes muchísimas lectoras incondicionales.
- M.M.: La literatura romántica es algo que toda la vida se ha leído mucho, pero que siempre ha estado encubierto, es algo que la gente no se atrevía a confesar. En mi caso particular, estoy viviendo mi sueño. Nunca pensé que hoy estaría aquí porque, aunque llevo escribiendo desde hace muchos años, escribía para mis amigas y para mi madre, nada más. Y yo ni me planteaba publicar nada, de hecho fueron ellas las que me impulsaron a que lo hiciera.
Desde
Trabalibros agradecemos a
Megan Maxwell su amabilidad y el tiempo que nos ha dedicado al responder a nuestras preguntas. Agradecemos también a la Dirección de
Lotelito de
Valencia el habernos cedido un espacio ideal para hacer posible esta entrevista.