Trabalibros entrevista a Leopoldo Abadía, autor de "La economía en 365 preguntas"

lunes, 2 de diciembre de 2013
"Si la indecencia se ha globalizado por la repetición de actos individuales indecentes, la decencia se tiene que globalizar a base de actos individuales decentes".
Leopoldo Abadía es colaborador habitual de televisión, prensa y radio. A este aragonés nacido en Zaragoza en 1933 le alcanzó la fama hace cinco años, cuando se popularizó su visión sobre la crisis y la economía en general. Su inquietud por estos temas complejos le llevó a traducirlos usando términos sencillos de entender para él mismo y, por extensión, para el gran público. Desde entonces el inventor de la "crisis Ninja" ha impartido más de 500 conferencias por toda España.

La economía en 365 preguntas (Leopoldo Abadía)-TrabalibrosEs doctor Ingeniero Industrial, ITP Harvard Business School y ejerció durante 31 años de profesor en el IESE (Instituto de Estudios Superiores de la Empresa). Puede presumir de ser padre de 12 hijos y abuelo de 45 nietos.

Leopoldo Abadía es autor de los best sellers "La crisis Ninja y otros misterios de la economía actual", "La hora de los sensatos", "¿Qué hace una persona como tú en una crisis como esta? y "El economista esperanzado", obra que le valió el XXIV Premio Espasa en 2012.

Bruno Montano de Trabalibros ha tenido la oportunidad de conversar con él sobre su libro más reciente, "La economía en 365 preguntas" (Espasa), un texto que "responde con claridad a las cuestiones más inquietantes de la economía actual" mientras "te descubre los entresijos de cómo funciona el mundo de hoy, y te revela lo que puedes aportar tú en la recuperación económica".

- Bruno Montano (B.M.): En una sociedad en la que se glorifica la juventud y sus valores se ha visto que, en momentos de crisis, las personas mayores pueden llegar a convertirse en referentes morales. Stéphane Hessel, José Luis Sampedro, Edgar Morin, Eduardo Punset o usted mismo han seducido a miles de personas. ¿Como explicaría usted esta "revolución de los octogenarios"?

- Leopoldo Abadía (L.A.): Yo estoy tan sorprendido como tú, no te creas. A mí me sorprende mucho que chavales jóvenes me paren por la calle y me pregunten, por ejemplo, si se pueden hacer una foto conmigo. Ninguna de las personas que has nombrado baja de los 80 años. Eduardo Punset, como dices, también está teniendo un gran éxito entre los jóvenes. Cuando veo todo esto, pienso: "a lo mejor esta gente necesita que alguien mayorcito les diga algo", no lo sé.

A mí cuando me dicen: "Es que usted es un referente", yo les digo: "Referente de qué". Hombre, yo he tenido una vida de 80 años, he hecho muchas cosas, como es natural, pero todo esto que me está pasando últimamente, que empezó hace cinco años, para mí es un accidente divertidísimo. Me lo estoy pasando como nunca en la vida. Esto es algo que yo no preparé. Un día hice una cosa que era para mí y se me fue de las manos. Fue algo sobrevenido. Si me preguntas si soy un referente te diré que parece que sí, si me preguntas si he estado en las televisiones te diré que en todas. Realmente no sé por qué ha sido así, pero algo ha pasado. 

1.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Leopoldo Abadía

- B.M.: Leopoldo, habla en su libro de Producto Interior Bruto, Déficit, Balanza comercial, Balanza fiscal, Prima de riesgo, Devaluación, Unión Bancaria, Banca Ética, Eurobonos… y a pesar de eso se le entiende.

- L.A.: ¿Sabes por qué se me entiende? Porque no sé. Yo no soy economista. Cuando escribo una cosa es porque la entiendo yo, si no la entiendo no la escribo. En este libro se podrá estar de acuerdo o no con lo que yo digo, pero nadie podrá decir que no lo entiende. Esto que dice en el libro, porque a lo mejor la pregunta que venía a continuación ya no la sabía. Por eso en el prólogo digo que habrá gente que pensará que el libro está incompleto, pero es porque no sé de esto.

Lo que pasa es que escribo las cosas para entenderlas yo. Sobre el Déficit de Tarifa, por ejemplo, empecé a escribir lo que yo pensaba y luego llamé a un ingeniero amigo mío y le dije: "¿Qué te parece?". Comentó dos cositas y luego dijo: "Hombre, se podría afinar más, pero para lo que es este libro, te salva". Pues ya está, pues se entiende. Me parece que las cosas son más sencillas si las intentas traducir a un lenguaje normalito.
2.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Leopoldo Abadía
- B.M.: Y entonces, ¿por qué los políticos no hacen ese mismo esfuerzo pedagógico? ¿A quién favorece o le interesa nuestra ignorancia?

- L.A.: Un día escuché una frase de Alfonso Guerra que me hizo mucha gracia. Él decía que los políticos hablan entre ellos con perífrasis. Tú escuchas a alguien hablando así y dices: "Qué listo que es este señor, pero no se le entiende nada".

- B.M.: Eugenio d´Ors cuando dictaba sus textos a su secretaria le decía: "¿Se entiende? Pues oscurezcámoslo".

- L.A.: Sí, con los políticos es un poco así. Yo lo que he intentado es justo lo contrario: "¿No se entiende? Pues aclarémoslo para entenderlo bien".

- B.M.: San Quirico, ese pueblo imaginario al que usted alude constantemente, es el mundo reducido a un tamaño manejable, humano y comprensible. Es el truco que le permite a usted explicar lo macro (economía estatal) desde lo micro (economía familiar). ¿El modelo de gestión familiar prudente que hace un buen padre de familia (como diría el Código Civil) o una madre hacendosa sería extrapolable a la gestión empresarial y a la política?

- L.A.: Totalmente. Hay quien me dice que no, pero allá ellos. Yo suelo decir que en la economía hay dos principios fundamentales: que no se puede estirar el brazo más que la manga y que de donde no hay no se puede sacar. Este es un tipo de filosofía que ya sabían tu abuela o mi madre. ¿Por qué digo que esto es extrapolable? Porque cuando una familia ingresa 100 y gasta 700, va mal. ¿Y qué hace? Pues intenta subir los 100 o intenta bajar los 700. En 2011 en España la diferencia entre ingresos y gastos fue de 91.000 millones de euros, con lo cual pensaron: impuesto que se pueda subir, se sube. Así de claro. ¿Por qué? Porque es lo que haría yo en mi casa. Vieron que no tenían suficiente e intentaron sacar ingresos de donde sea. Y luego, vinieron recortes también de donde sea.

Para mí esa es la historia de lo que ha pasado. Lo que ocurre es que, si yo en casa empiezo a hacer recortes y elimino las vacaciones pero, mientras tanto, aparezco en la puerta de casa con un Lamborghini, a algún hijo le puede parecer mal. Y si yo contesto: "Es que, dado mi nivel, necesito un Lamborghini", habrá quien contestará que no quiere quedarse sin vacaciones. Y aquí ha habido mucho Lamborghini.
3.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Leopoldo Abadía
- B.M.: En España ha habido mucho gasto superfluo, innecesario y prescindible.

- L.A.: Muchísimo. Exagerando un poco, no hay pueblo en España que no tenga un Auditorio hecho por Moneo, Frank Gheri o Calatrava. Y lo peor es que estas obras no están pagadas, se deben todas. Luego dicen: "Hay que recortar el sueldo a los profesores y a los médicos". ¿Hay derecho? No, pero es que no hay dinero, se lo han gastado en cosas como estas. ¿Es extrapolable, como me preguntabas, el modelo de gestión familiar a la política? Totalmente, lo que pasa es que cuando la familia habla de 90 ó 900 €, los políticos hablan de 90.000 millones.

- B.M.: Nuestro futuro está ligado ya de forma indisoluble a Europa, ya no hay vuelta atrás. ¿Usted apoyaría y firmaría la constitución de los Estados Unidos de Europa?

- L.A.: En mi libro anterior, "El economista esperanzado", digo que seré feliz el día en que, en vez de preguntarme cuándo se acabará esto, me pregunten: "¿Cuándo se firmará la constitución de los Estados Unidos de Europa?" Yo creo que, estando en Europa, la opción es Europa, con todas las ventajas y todos los inconvenientes. En el año 62 pedimos la adhesión al Mercado Común y en aquel entonces recuerdo a un profesor jovencito que nos decía: "El proceso de construcción de Europa será muy largo". Han pasado 50 años, ha sido muy largo. Fíjate que ya hasta pensamos en euros, los presupuestos se aprueban en Bruselas, la unión bancaria está avanzando y el Banco Central Europeo habla de que va a supervisar a 128 bancos europeos, entre ellos el Santander, el BBVA, etc...

Almunia ha dicho que recordemos que las recomendaciones de los comisarios no son recomendaciones sino obligaciones. ¿Quién manda aquí? Cuando quiero poner nerviosa a la gente en las conferencias digo: "Antes no mandaba Zapatero, ahora no manda Rajoy ni mandará el próximo, manda doña Angela Merkel" y entonces, para molestar, añado: "a la que habría que canonizar en vida". Digo Angela Merkel, pero su nombre se podría sustituir por Europa. Europa nos está yendo muy bien para centrarnos, yo creo que España estaba muy descentrada y muy desnortada.

Hay un tema en el que yo creo que hay que meterse a fondo, es el tema autonómico. El modelo autonómico nos fue bien en un momento dado, pero ahora tenemos 17 "nacioncitas" en España y cada una tiene de todo: presidente, gobierno, parlamento, tribunal de justicia. Sobra gente, estoy seguro. Pero no estoy diciendo que sobren funcionarios, porque al final siempre dicen: "los funcionarios a la calle". Los funcionarios son los médicos, los profesores y los guardias... chico, no sé si sobrará alguno, pero en general, no. Yo creo que sobran políticos.

4.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Leopoldo Abadía

- B.M.: Los ciudadanos estamos sufriendo las consecuencias de los numerosos recortes y ajustes presupuestarios, pero aun no hemos visto grandes reformas estructurales en nuestros modelos de organización estatal, autonómica e incluso local. Explíquenos en qué consiste el “presupuesto de base cero” que usted propone para reformar las instituciones políticas.

- L.A.: El "presupuesto de base cero" es muy simple, cuando lo he aplicado me ha ido muy bien. Con mucha frecuencia, hacemos el presupuesto del año sobre el del año pasado: si yo el año pasado gasté 100, como este año es de austeridad, pongamos que voy a gastar 105. El "presupuesto de base cero" consiste en decir: vamos a pensar que monto esta Autonomía de cero, como si empezáramos ahora a crearla. ¿Qué necesita? ¿Necesita un presidente? Sí. ¿Necesita un gobierno? Sí. ¿Cuántos ministros hacen falta? 4, 3, los que sean. ¿Necesita un Parlamento? Sí, o no, ya veremos. ¿Necesita secretarias? Sí, media docena. ¿Ordenaderos? Pon 10. ¿Coches oficiales? Uno, para el presidente, por si acaso tiene que ir a algún acto. ¿Necesita un palacio? No. ¿Necesita un piso grande donde alojar a esta gente? Hombre, sí. Y al final, eso es lo que necesita. ¿Qué es lo que hay? Pues todo lo demás, sobra.

- B.M.: Los presupuestos se van engordando año tras año, van mirando el histórico del año pasado y lo van aumentando.

- L.A.: Claro, y te dicen: "Este año hacemos un presupuesto austero, porque sólo subimos un pequeño porcentaje", cuando hacer un presupuesto austero sería empezar de cero. Eso es el "presupuesto de base cero" y calcularlo nos permitiría saber la locura que nos estamos gastando traducida a euros. Lo que pasa es que esa es una revolución seria y esto, que los gobernantes españoles son incapaces de hacerlo,  puede que pase gracias a Santa Angela Merkel.

El año pasado tuvimos un déficit de 70.000 millones, este año me parece que hay que bajar a 63.000 millones de euros (yo prefiero hablar en euros que en porcentajes, porque en porcentajes parece que no es nada). Este año tenemos que llegar, creo, al 6,8% del PIB y a De Guindos le han pegado bronca en Europa porque nos vamos a desviar una décima. En Europa le dicen "oiga, que se desvía una décima" y claro, desde Europa el estado autonómico no se ve y yo tengo la sensación de que la Merkel dice: "Usted organícese como quiera, por Autonomías, por lo que quiera, pero de déficit el 3%". Y Rajoy no puede coger y decirle: "Oiga usted, ¿sabe lo que pasa? Es que en la Comunidad Valenciana (o en cualquier otra) hay un tío que no quiere". Ella dirá: "Usted, a cumplir con la décima que le falta". A veces me preguntan de dónde viene el reciente afán recentralizador, y yo les digo que lo que está pasando es que la Merkel nos apreta a nosotros y el Gobierno apreta a las Autonomías.
5.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Leopoldo Abadía
- B.M.: Angela Merkel, que como dice usted ha conseguido meternos en cintura, en el camino serio, en el camino de Europa, opina que la austeridad es compatible con el crecimiento. ¿Está usted de acuerdo?

- L.A.: Sí, yo también lo creo. Hay quien piensa que todos los problemas se arreglan metiendo dinero a la economía, pero yo pienso: ¿de dónde lo sacamos? ¿aumentando la deuda? Es que la deuda hay que devolverla y tiene unos intereses, los intereses van al déficit y cuanto más intereses, más déficit y más impuestos. A mí me parece que lo de la austeridad nos lo estamos tragando a bofetadas, sufriendo mucho, y que a la vez tendría que haber crecimiento. Hay una cifra que hay que saberse de memoria: 5.904.700 personas sin empleo, esa para mí es La Cifra. Porque a mí, que me digan que el PIB ha subido el 0,1%... al final no noto nada en mi vida, pero con todas estas personas sin trabajo sí que noto que hay algo que no va. 

Empleo sólo crean las empresas y, entonces, todo lo que hagamos para ayudar a las empresas es poco. Pero no para ayudarles en subvenciones, sino en que los bancos empiecen a hacer de bancos. Porque los bancos están muy mal todos y euro que reciben, euro que se guardan para tapar sus vergüenzas. A ver si conseguimos que cuando los bancos reciban dinero nos lo manden a nosotros en vez de guardárselo comprando deuda soberana. ¿Qué está pasando ahora con los bancos? Que les dan dinero al 0,25%, inmediatamente prestan dinero al Estado español al 4% y no necesitan nada más, no necesitan ni oficinas.
6.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Leopoldo Abadía
Pero hay otra cosa peor todavía: el Banco Central Europeo tiene una hucha que se llama Facilidad de Depósito y ahí les permiten guardar el dinero unos días hasta que saben dónde meterlo. Pues lo guardan y ahí lo dejan. Entonces Draghi, para animarles a que lo saquen, dice: "Ahí os lo remunero al 0%, no os doy nada". Llegó un momento en el que había 800.000 millones de euros guardados allí. Tú eso lo sacas a las empresas y se arregla la crisis en una tarde. Ahora, como siguen sin sacarlo, Draghi les quiere castigar y quiere ponerles la comisión de mantenimiento esa que han inventado nuestros bancos hace tiempo, o sea, por tener el dinero allí quiere cobrarles, a ver si lo sacan. Pues a ver si es verdad y lo sacan. Los bancos ahora no están haciendo de bancos, están haciendo de inmobiliarias. El otro día leí en el Heraldo de Aragón que el Banco Europeo de Inversiones daba 100 millones de euros para las pymes aragonesas, pero no los presta directamente, los presta a través del Banco Santander y de Ibercaja. ¡Ya la hemos fastidiado! Al poco tiempo ya se anunciaba que se estaba retrasando la llegada de los 100 millones, en cuanto te descuidas se los guardan en la hucha esa que tienen.

Parece que han querido tomarse lo de la austeridad todos a la vez. A mí me gustaría mucho que, cuando salgamos de esta, la austeridad siguiera. Me gustaría que siguiéramos siendo normales, que no aprovechemos el momento para decir: "Yo me compro un apartamento, tú te compras un chalet" y en otros dos años ya estemos igual otra vez. Cuando me preguntan: "¿Habremos aprendido algo?" Siempre digo: "Deberíamos", porque no garantizo nada. En cuanto hayamos pasado el apuro, con cinco anuncios del Banco que propongan que te compres un chalet en las Antillas, puede que volvamos a caer.

- B.M.: Usted aboga por una “revolución civil” y para ello es necesario gente con “criterio”, gente luchadora, gente preparada, gente “cabal”, gente con “capacidad de discernimiento”, gente con “reciedumbre”, pero nuestro sistema educativo (padres, escuela, universidad…) no produce este tipo de personas. ¿Hace falta una revolución educativa como base de esta revolución civil?

- L.A.: Sí. Lo primero que hace cada nuevo Ministro de Educación es hacer una reforma educativa, pero a mí me parece que son todas de currículum (más Geografía, menos Historia o más Matemáticas) y a mí, lo que me interesa, es que las escuelas formen gente noble, recia, de la que te puedes fiar, de la que te mira a los ojos. Quiero que sepan, pero sobre todo quiero que sea buena gente. Mira, en mi casa, cuando venía un hijo con algunos suspensos mi mujer y yo le pegábamos bronca, y cuando se iba mi mujer me decía: "Pero qué majo es, ¿verdad?" Yo tengo 12 hijos y son todos muy majos. A mí lo que más me interesa es que sean majos, de fiar, trabajadores, que quieran bien a sus hijos, porque eso es una riqueza tremenda para España.

También me gustaría que el Ministro de Educación o el Presidente del Gobierno saliera en la televisión en "prime time" para decir: "A partir de ahora toda la enseñanza va a ser en inglés". El esfuerzo que se está haciendo para enseñar las lenguas regionales sólo sirve para una pequeña zona. Ahora la situación ha cambiado y pueden ofrecerte un empleo, por ejemplo, en Singapur y en ese caso necesitarás dominar el inglés.

7.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Leopoldo Abadía

- B.M.: Usted afirma que un buen líder no debe ser autoritario, ni populista, ni mesiánico. Es alguien al que no hay que copiar, pero del que hay que aprender. ¿Estamos sufriendo una preocupante carencia de líderes? ¿Andamos escasos de modelos de excelencia capaces de generar verdadero entusiasmo y optimismo?

- L.A.: Hay una ausencia total de líderes. Antes de contestar a la pregunta de si hay líderes en España, habría que contestar la de qué características tiene que tener un líder. Yo creo que el líder debería ser una persona de vida ejemplar. A mí el líder con chanchullos no me gusta, como no me gustan los modelos que ponen para los niños de deportistas que llevan unas vidas privadas impresentables. Un líder también tiene que ser una persona que tenga los objetivos claros, que sepa la dirección en la que quiere ir. Es absolutamente necesario que, además de eso, forme un equipo muy bueno y que señalen entre todos los objetivos, es decir, que el líder esté dispuesto a modificar sus objetivos en función de lo que opine su equipo. Y ese equipo, cuanto mejor sea, mejor. El líder, además, debe ser fabricante de líderes. Pongo un ejemplo: yo tuve la suerte de trabajar con el primer Director del IESE. Sufrí como un loco, pero aprendí muchísimo, eso no se paga con dinero. Tengo una foto en la que está él con tres del equipo de Dirección: los tres fueron sus sucesores, aunque eran completamente distintos de él. Era fabricante de líderes.

- B.M.: Usted opina que la crisis actual, más que una crisis económica, es una crisis ética, una “crisis de decencia”. ¿Hay que globalizar la decencia y el sentido común? ¿Se puede triunfar en los negocios y en la política siendo decente?

- L.A.: Se debe. No es que sea posible, es que es. Vuelvo a hablarte de este hombre. Trabajé con él hace 50 años, me acuerdo de muchas cosas y todavía repito frases mías que son de él. Recuerdo que siempre, cuando hablaba de la empresa, decía que hay que trabajar con eficacia y justicia. Yo esto no lo acababa de entender bien, pero luego lo entendí. ¿Para qué es una empresa? Para ganar dinero. En ese sentido, cuanto más eficaz, mejor. De ahí se podría deducir que la empresa modelo es la Mafia, porque a eficaz no le gana nadie. Por tanto, debe haber eficacia dentro de un orden. ¿Cuál es ese orden? La ética, la decencia. Es decir, alguien que puede ganar dinero sobornando a todo el mundo, no debe hacerlo. Un señor que base su negocio en "untar", yo no lo puedo aceptar. Si así gana menos dinero, pues que gane menos dinero.

Lo que pasa es que es mucho más sofisticado dirigir así que de la otra manera. Dirigir como Al Capone no tiene nada de sofisticación, eso es sencillo. Dirigir una empresa y motivar a la gente con la eficacia y la decencia es mucho más difícil. Por ejemplo, tienes que pensar que si tienes 500 trabajadores no son 500 tíos, son 500 personas, cada uno con sus cosas, y no se les puede tratar en bloque, tienes que respetar a la persona. Entonces, no es que sea posible ser decente en los negocios, es que debe ser así. Yo conozco mucha gente que es así, igual que también conozco otra que no lo es. En la educación interesa formar a la gente muy bien para que luego sea gente como Dios manda. Esa es una revolución gordísima y en ella las Escuelas de Negocios son muy importantes. Lo primero es la familia, luego viene el colegio y luego la universidad y, si todos ellos, enseñan a los chavales en ese sentido, luego ese chaval montará un negocio y será decente.
9.Bruno Montano de Trabalibros entrevista a Leopoldo Abadía
- B.M.: El austriaco Christian Felber en su libro “Economía del bien común” propone un modelo económico en el que las empresas en vez de competir por el máximo beneficio cooperan para conseguir el bien común, inspirándose en valores tales como la confianza, la honestidad, la solidaridad o la generosidad. Esta teoría le da un giro humanista a la economía tratando de convertirla en una herramienta para luchar contra la pobreza y no en un mecanismo de generar beneficios a cualquier precio.

- L.A.: Lo que pasa es que eso no sé cómo se hace. Eso forma parte de una pregunta que no me haría porque no sé cómo contestarme. Al final, yo pienso: "Chico, no cambiemos nada, pero cambiémonos a cada uno por dentro, que no es poco". Que se compita como hasta ahora, pero que la competición se haga entre gente decente. Yo he visto competir a gente decente y a uno de ellos quitarle el pedido al otro de forma decente, mientras el otro piensa: "Hoy me has ganado, pero mañana no me ganarás". 

La "economía del bien común" me parece muy bien, seguramente tiene una parte de utopía seria, pero seguramente mi idea también. Mi idea tiene la ventaja de que no hay que cambiar el sistema, sólo tiene que cambiar la gente. Ese sistema de solidaridad y de ayudarse unos a otros está muy bien, pero como haya un sinvergüenza la hemos fastidiado, se acabó el modelo que propone el señor este. A mí hay gente que me dice: "Hay que cambiar el sistema" y yo le digo: "¿Me garantizas que en el próximo sistema todo el mundo será decente? ¿No? Pues la hemos fastidiado".

- B.M.: ¿Hay que globalizar la decencia?

- L.A.: Hay una frase del libro que me ha salido muy bien, dice: "Si la indecencia se ha globalizado por la repetición de actos individuales indecentes, la decencia se tiene que globalizar a base de actos individuales decentes". ¿Y esto cómo se hace, cómo se globaliza? Pues mira: que yo procure ser decente con mi mujer, mi mujer conmigo, yo con mis hijos, mis hijos con sus amigos, y al final seré capaz de llegar a 200 personas. Pues si les ayudas a ser decentes a esos 200 pues mira, 200 sinvergüenzas menos que hay en el mundo.

Desde Trabalibros agradecemos a Leopoldo Abadía su amabilidad y el tiempo que nos ha dedicado al responder a nuestras preguntas. Agradecemos también a la Dirección del Hotel Plaza Meliá de Valencia el habernos cedido un espacio ideal para hacer posible esta entrevista.
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