Como periodista, Juan Gómez-Jurado ha pasado por las redacciones de grandes medios españoles, y como novelista acumula ya una trayectoria importante desde hace 9 años: “Espía de Dios (2006)”, “Contrato con Dios (2007)”, “El emblema del traidor (2008)”, “La leyenda del ladrón (2012)”, “El paciente (2014)”. Unos títulos que se han publicado en más de cuarenta países.
El 17 de Noviembre de 2015 tuvo lugar un encuentro de bloggers organizado por Ediciones B con este autor coincidiendo con la reciente publicación de su última obra, que lleva por título "Cicatriz". En representación de Trabalibros asistió la periodista Amanda Simón Pérez, redactora de la crónica que adjuntamos a continuación.
Juan parece estar cómodo. Sin embargo, nos asegura que está nervioso, muy nervioso. No obstante, se desenvuelve con naturalidad, bromea, interactúa con nosotros. De manera didáctica nos cuenta sus impresiones sobre el libro. Estamos sentados a su alrededor, y él está de pie. Se asemeja a una clase universitaria. Pero no. Hoy
Juan Gómez-Jurado ha venido a presentarnos su obra.
Es la primera vez que habla de
‘Cicatriz’ en público. Los blogueros hemos tenido la suerte de ‘inaugurar’ la agenda que Ediciones B ha preparado a Juan Gómez-Jurado para promocionar su libro. Un libro que salió a la venta este 18 de noviembre y apenas unos días después, ha disparado las ventas.
Desde su posición se enfrenta al reto de hablar de su nueva novela sin poder contar nada. La editorial tampoco nos lo permite a nosotros: «Ediciones B solicita y pide, que para proteger la experiencia completa de lectura de ‘
Cicatriz’ de
Juan Gómez-Jurado, no se publique contenido que pueda adelantar o avanzar la trama».
No obstante, aunque no podamos hablar del contenido sin desvelar parte de su misterio, si podemos parafrasear al autor en uno de sus resúmenes del libro: ‘Este thriller es por encima de todo una historia de amor no correspondido. Una historia llena de mentiras, de engaños y de secretos. La historia de una cicatriz’, comenta al inicio del encuentro.
Son palabras que acompaña con una voz ya muy entrenada por todo su tiempo trabajando en la radio. Es un narrador nato, también en la oratoria. Con voz melodiosa, rítmica y buena entonación, facetas que también demuestra en su escritura, nos cuenta cómo empezó la historia de ‘
Cicatriz’.
El libro, ambientado en Chicago, tiene también su inicio en esa ciudad. Juan Gómez-Jurado estaba allí de viaje de trabajo –acababa de entrevistar a Patrick Rothfuss- y volvía a su hotel cuando vio a través de un ventanal, una chica en un gimnasio medio oscuro dando golpes a un saco de boxeo, sola, con cintas en la mano: ‘Me quedé un rato mirando, el tiempo prudencial (bromea), pero me impresionó lo suficiente. La manera de golpear el saco, la ira y rabia que llevaba dentro…’
Así surge su personaje femenino,
Irina. Como él mismo define, ‘su ojito derecho’. Un personaje al que describe con unas cualidades a lo largo de la novela, que a él le gustaría llegar a tener. Irina es solo una parte de la novela, la otra, corre a cuenta de
Saimon, el personaje masculino. Un narrador poco confiable, que no siempre cuenta la verdad, ni incluso al lector y con una forma de ser, nos confiesa, más parecida a la suya.
Y con la escena del gimnasio y su estancia por este país, también surge la idea de
Chicago: ‘Es cierto que la trama hubiera tenido menos sentido si estuviera ambientada en España, pero es que además, no me suele gustar escribir sobre nuestro país. Es una realidad que todos estamos viviendo. No me siento cómodo, prefiero escribir sobre cosas que dejen volar mi imaginación’.
Por eso mismo, la literatura de
Gómez-Jurado hace muchas referencias a temas cercanos al mundo de los cómics y películas. Temas con los que el autor disfruta. De hecho, en esta novela, ‘Cicatriz’, podría parecer que hay mayor número de referencias sobre estas temáticas más cercanas a los fanáticos de estos géneros. No obstante, aclara, se debe a que ha dejado que las referencias sean más evidentes: ‘En mis libros siempre hay trozos y secretos que añado y me gusta guardarme para mí. Me haría ilusión que algún día alguien llegase a descubrir los pequeños mensajes que voy lanzando en mis páginas, los guiños y referencias que dejo, pero por otro lado, también me daría pena que consiguiesen acceder a ellos porque son vínculos entre mis libros y yo’.
La novela sobre el amor no correspondido de
Irina y
Saimon será traducida a muchos idiomas. Se acerca el final del encuentro, y por eso le preguntamos sobre si este hecho le condiciona a la hora de ponerse a redactar una obra, el peso debe ser importante: ‘Cuando escribo no pienso tanto en los lectores internacionales que me permitirán colocar el libro en el mercado. Siendo sincero, pienso mucho más en mis lectores cercanos. Sobre si a mis amigos y familiares les gustará, les hará gracia ciertas bromas... Me apoyo mucho en su opinión. Cuando escribes expones muchas de tus facetas y que lo lea tanta gente me da mucha vergüenza. Por eso, prefiero ser práctico y centrarme en los que tengo cerca, pensar qué les gustará a ellos y eso me ayuda’.
Algo que también le ayuda a la hora de crear es no ceñirse a un género. No le gusta incluir sus obras en uno solo. Reniega de las etiquetas. El poco rato que pudimos compartir con él, nos bastó para entender que sus obras son un claro reflejo de su personalidad. Está en ‘vuelo’ constante, imaginando, creando, fantaseando. Un mundo interior muy fácil de entrar, siguiendo su voz y su pluma que nos guían hacia su terreno. Y así es ‘
Cicatriz’, una novela envuelta de ese halo con mucho misterio y con un toque adictivo, que no te permitirá dejar de leer hasta el final.