Dejar atrás la niñez para dar paso a la adolescencia es terrorífico.
Los miedos y los complejos están a flor de piel. En una época dominada por la tiranía de la imagen en la que la tecnología nos mantiene todo el día enganchados a una pantalla que nos dice sin descanso cómo deberíamos ser y qué vida deberíamos vivir, los adolescentes, llamados así por puro tecnicismo, ya que siguen siendo niños, se enfrentan al instituto a la tierna edad de 12 años sabiendo, en el 100% de los casos, que no cumplen las expectativas.
Nadie está a la altura.
¿Eres demasiado alto? Drama.
¿Eres demasiado bajo? Drama.
¿Tienes sobrepeso? Drama.
¿Llevas gafas? Drama.
¿Tus zapatillas no son de marca? Drama.
Pero el auténtico horror reside en que les hemos hecho creer que son los únicos que se están quedando atrás y sea como sea hay que disimularlo, por eso atacan al más débil y rezan en silencio para que nadie se fije en sus granos o en que su ropa es de la temporada pasada. Surge de esta manera el bullying que, si bien no siempre es fruto de la maldad, siempre es dañino.
"Violeta contra Dm0ni0" cuenta la historia de Violeta, quien el curso anterior ya había tenido que enfrentarse al problemón que supone que te pongan gafas (podemos leer esta aventura en "Violeta y las gafas mágicas", editada por Astiberri en 2022) y este curso, por si no hubiera tenido bastante, le ponen brackets.
Todo parece ir bien hasta que recibe una foto de sí misma comiendo con la boca abierta y con los dientes llenos de restos de comida. Dm0ni0, así se llama el acosador, le dice que va a hacer pública esta foto porque si, por el puro placer de hacer el mal. Aquí empieza un recorrido en el que, aunque Violeta no es feliz (ningún niño puede serlo cuando su mundo se viene abajo), no duda en contarles a sus amigos lo que le está pasando y esto es fundamental, porque lo peor del acoso es sentirse aislado y con Violeta no lo van a conseguir, pase lo que pase, no está sola y ese es el mensaje más importante de este tebeo. No estás solo.
Émilie Clarke ha sabido contar, en forma de aventura, el problema más serio al que tienen que enfrentarse nuestros niños y niñas y les habla de amistad, de apoyo, de igualdad y de aceptación. Es fundamental no dejarse intimidar por el simple hecho de ser quién eres. Línea negra, tintas planas y colores brillantes infantilizan una historia que, aunque esté protagonizada por niños, bien podría extrapolarse a la edad adulta.
Durante el desarrollo de la trama, Violeta descubre que no es la única que está sufriendo los ataques de Dm0ni0 y, siempre con apoyo de sus amigos, se crece y planta cara al acosador poniéndole freno al acoso.
Este cómic es una herramienta amena y divertida para que los adolescentes comprendan que es fundamental no aislarse, un amigo suaviza todos los problemas del mundo por el simple hecho de serlo. También le enseña al acosador las consecuencias de su acoso, lo cual es importante, porque no siempre son conscientes de que sus actos no causan un daño puntual, sino que el dolor acompaña al acosado más allá del instituto (física y metafóricamente) y lo marca para siempre.
Me gusta la idea de educar en valores quitándole solemnidad al proceso. "Violeta contra Dem0ni0" demuestra que puede ser divertido aprender a ser buena persona.