Más allá de cuestiones folklóricas, económicas, políticas o antropológicas, el tema de la tauromaquia implicaría una cuestión fundamental de fondo que tendría que ver con la manera adecuada de convivir con el resto de los seres vivos del planeta y con la actitud ética adecuada con ellos.
El eje fundamental del problema sería si se pueden reconocer derechos a los animales y considerar la defensa de sus necesidades y su bienestar como parte de nuestras obligaciones morales. En principio y estríctamente hablando los animales no tendrían derechos a la par que tampoco obligaciones, ya que al carecer éstos de libre albedrío y capacidad de decisión (su conducta está pre-programada filogenéticamente) no podríamos considerarlos sujetos éticos capaces de discernir entre el bien y el mal.
Por lo tanto, el tema de la libertad nos separa de los animales. Sin embargo, la capacidad de sufrimiento y la percepción del dolor establece una continuidad entre animales racionales e irracionales. Esta continuidad no transformaría a las bestias en nuestros iguales éticos, pero sí nos obligaría a considerar sus padecimientos y a velar por su bienestar.
Todo contrato implica igualdad entre las partes, con los animales no podría haber contrato, sólo trato, pero buen trato. El mal trato con los animales no es un atentado ético, no violaría ninguna obligación moral para con ellos, pero degrada nuestra humanidad. Nuestra brutalidad con los animales nos hace menos humanos y nos predispone para ejercerla con nuestra especie. No olvidemos que la violencia interespecífica nos acerca a la intraespecífica.
A Fernando Savater le gustan las corridas de toros y no las prohibiría. Piensa que rechazar las corridas es una actitud respetable pero que no puede fundar una moral única y obligatoria para todos. A mí no me gustan las corridas y tampoco las prohibiría, pero agradezco a Fernando que haya trasladado la polémica taurina de sus habituales espacios de reyerta al noble cuadrilátero de la dialéctica filosófica y ética. Tanto los taurinos como los antitaurinos harían bien en seguir este ejemplo.
Curiosidades: La publicación del libro Tauroética de Fernando Savater no está exenta de polémica, ya que reflexiona sobre un tema que en ese momento estaba de plena actualidad: la decisión de prohibir las corridas de toros tomada en el Parlamento de Cataluña.