Camilo José Cela (Iria Flavia, 1916 - Madrid, 2002). Escritor y académico español, galardonado con el Premio Nobel de Literatura (1989), Premio Miguel de Cervantes (1995) y Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1987), entre otros. Como podemos leer en
www.cervantes.es, en la época de la transición a la democracia desempeñó un importante papel en la vida pública española, ocupó por designación real un escaño en el Senado de las primeras Cortes democráticas, y participó en la revisión del texto constitucional elaborado por el Congreso.
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La rosa" es el primer volumen de las memorias de
Cela, que comprenden desde su nacimiento 1916 hasta 1923, presentándonos también a su familia. Se publicó por primera vez en 1959, cuando, según el propio autor dijo, “recordar es saberse morir, buscar una cómoda y ordenada postura para la muerte”, pero a pesar de ello, era el momento en el que debía escribir sus
memorias porque añoraba su niñez ya pasada. Aunque era un primer volumen, no hubo posteriores, al menos tal y como deberían haberse producido.
Cela nos presenta sus recuerdos directos y aquellos que le fueron narrados porque él no tenía capacidad para haberlos almacenado en su memoria; sus amigos, los juegos, la familia, los primeros años de crecimiento… Conocemos su
nombre completo: Camilo José María Manuel Juan Ramón Francisco Javier de Jerónimo Cela Trulock. Nos narra, desde su perspectiva de hombre adulto, las experiencias de su niñez, todo ello tocado por su fina (a veces no mucho) ironía gallega, que convierte la lectura en una permanente sonrisa en la boca del lector, pues es difícil quitar de la mente el aspecto físico del Cela adulto mientras se leen las inocentes historias de un niño nacido en una familia bien de Galicia.
Resulta curioso imaginarse a
Cela siendo niño. Nos cuenta, por ejemplo, una anécdota que vivió en el campo estando tumbado y dejando que una mariposa se posaran sobre él, y como de repente pensó que se trataba del demonio y empezó a manotear y a gritar; la niñera lo llevó de vuelta a la casa y allí su madre dándole la razón en sus miedos, le dijo que cuando pensara que el demonio estaba en algún objeto, él comenzara a rezar “Jesusito de mi vida…”; Cela nos sigue contando como fue recorriendo el gallinero, la cuadra, la vaquería… rezando ante los animales para ver si eran el demonio y este salía espantado ante sus rezos.
“A los dos días escasos de nacer empecé a morirme, y desde entonces acá, de vez en cuando, aún pego un susto a mi familia. Esto de mi salud es un poco ya como el cuento del lobo, y el día menos pensado me voy a morir de verdad y no me van a creer”, sirve de muestra para resaltar el toque de humor que acompaña a todo "
La rosa". Así, entre narraciones y diálogos, que llevan al lector a meterse en esa historia que hace un siglo que ocurrió, el autor nos presenta sus primeros años de vida.
No se trata de unas
memorias noveladas, sino narradas con la magistral capacidad de hacer que sus escritos rigurosamente trabajados parecieran accidentales, y que lo convirtieron en un escritor único y probablemente irrepetible.