Reina roja

Jon Gutiérrez es un inspector de policía que, debido a una mala acción —aunque movida por buenos sentimientos—, se encuentra suspendido de empleo y sueldo. Cuando ya ve su carrera irse al garete, un extraño le hace una insólita proposición: ha de ir a buscar a una mujer llamada Antonia a su casa y convencerla para que lo acompañe. Nada más. Si lo consigue, el desconocido limpiará su expediente y hará que recupere su carrera y su vida. A Jon le parece una misión sencilla. Hasta que conoce a Antonia.

Antonia Scott es una mujer con una peculiar personalidad. Peculiar y difícil. Posee una inteligencia excepcionalmente desarrollada; sin embargo, suspende en la parte emocional. Gracias a su intelecto ha ayudado a resolver diversos crímenes, a pesar de que no es policía. Pero también por él ha sufrido la mayor desgracia de su vida, y ello la ha hecho aislarse física y mentalmente del mundo. Tiene claro que nada ni nadie podrá convencerla para salir de su retiro autoimpuesto. Hasta que conoce a Jon.

Esta es una de esas novelas sobre las que es difícil hablar sin destripar nada. Por esto, sobre la trama solo diré que es propia de novela negra; crea interés desde el comienzo —y con comienzo quiero decir la primera línea—, tiene buen ritmo y está bien hilada. Está narrada de una manera tan visual que da la sensación de estar leyendo un guion de película o serie. El final deja incógnitas sin resolver para dar pie a una segunda parte que ya está publicada y lleva por título "Loba Negra".

Lo cierto es que el punto fuerte esta novela es la pareja protagonista: Antonia y Jon. Por separado ya son personajes interesantes, extremos —sobre todo Antonia—, pero juntos forman un tándem con potencial para dar mucho juego y, en efecto, lo dan. Sobre todo por la manera en que interaccionan entre ellos, la cual, además de crear expectación por sí misma, resulta divertida en muchos momentos. Los dos se nos van destapando por momentos y los vemos evolucionar a lo largo de la novela, sin perder su esencia. Se advierte que este podría ser el principio de una bonita amistad. Si solo dependiera de Jon, por supuesto, con Antonia nunca se puede dar nada por hecho.

Una curiosidad de "Reina Roja" es que el autor se ha inspirado en personas de la realidad para algunos de sus personajes, fácilmente reconocibles al leer sobre ellos. En todo caso, tanto esos como el resto de secundarios resultan reales: con sus virtudes y sus defectos, sus miedos y sus seguridades. Demuestran que, en un momento límite, todos tenemos los mismos sentimientos e instintos y que incluso a los más poderosos se les puede poner contra las cuerdas.