La playa de los ahogados (Domingo Villar)-Trabalibros
La playa de los ahogados
Ficha técnica:
Autor: Domingo Villar
Editorial: Siruela
ISBN: 9788498411294
Número de páginas: 448
Género: Novela policíaca
Valoración:
En 2006, Domingo Villar decidió probar suerte en el mundo literario. Lo hizo con "Ojos de agua", una novela que se adscribe dentro del género más manido de los últimos tiempos: la novela negra. Y es que, desde finales del pasado siglo, han sido muchos los autores que, observando el apabullante número de ventas de las que la temática policial suele presumir, no han titubeado ni un instante en llamar a un editor para lanzar inmediatamente los borradores de sus textos al mercado. La mayoría lo hicieron sin conocimiento de causa, sin detenerse a buscar un elemento diferenciador o una chispa de originalidad que les garantizase un hueco en los escaparates. Domingo Villar sí tuvo la paciencia necesaria. Esperó el tiempo suficiente para dejar madurar una idea que distinguiría a su obra de todas las demás: la trama de sus libros se desarrolla casi exclusivamente en el litoral de Pontevedra.

"La playa de los ahogados" supone la continuación de "Ojos de agua". En esta ocasión, el inspector Leo Caldas se enfrentará a un nuevo caso: el de la muerte en extrañas circunstancias del marinero Justo Castelo. Para ello contará con la ayuda de su socio Rafael Estévez, un aragonés que no alcanza a comprender el carácter gallego. Aunque la premisa pueda parecer de lo más habitual, lo cierto es que Villar rompe radicalmente con todos los esquemas.

El estilo del autor de Vigo es endiabladamente sobrio. Las palabras que se emplean en la redacción son las justas. Ni más ni menos. La narración no aporta más detalles de los necesarios, la descripción es precisa y apenas recurre a florituras poéticas, y los diálogos son tan breves y dinámicos que dan la sensación de haber sido diseñados para una función teatral.

De la misma forma y al contrario de lo que suele suceder, el pasado no juega un papel preponderante en el argumento. Existen reminiscencias de tiempos pretéritos que acuden a la mente del protagonista, pero estas no parecen atormentarlo ni impedirle pensar con lucidez mientras avanza la investigación. Tampoco se busca dejar cabos sueltos para que el lector trate de atarlos al final del libro. No, esta vez no. El pasado de Leo Caldas es un mero aderezo a la historia.

Sin embargo, no se puede aderezar una historia sin una base que la sostenga, que la dote de sentido y sabor. En este caso, el eslabón a partir del cual se logran encadenar el resto de páginas es el mar. El océano, tanto en el sentido más tradicional como en el más romántico.

El primero es el que refleja los dorados rayos del sol, el que es arropado por la brisa, el que escucha cada día los graznidos de las gaviotas, el que constituye una fuente de ingresos y ayuda a consolidar un estilo de vida e incluso una personalidad propia. Es el mar calmado, que frecuentan los pescadores, los navegantes, los vendedores de la lonja, etc. El segundo es el que queda cercado por los nubarrones del cielo, el que es azotado por los vendavales y las tormentas, y en el que las olas salvajes rompen con violencia sobre las rocas. Es el mar de los pecios, de las morenas hambrientas y de los cadáveres sepultados por la sal.

Con muy pocas palabras y ningún adorno, "La playa de los ahogados" consigue transmitir un mensaje diáfano: lo que el océano te da, el océano te lo quita. Porque, al fin y al cabo, no es más que otra expresión de las inconmensurables fuerzas de la naturaleza y, lo que un día ha formado parte de nuestra vida y sustento, al día siguiente puede arrancarnos de la realidad y convertirse en nuestra más absoluta perdición. Una novela ligera, de lectura rápida, que, en su sencillez, esconde mucho más de lo que en un principio aparenta.
Enviado por: Antonio Otero
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