El espíritu de Julio Verne contacta una fría noche de invierno con Sergio, un jovencísimo lector fascinado por los libros, para anunciarle que va a recibir la visita de siete personajes históricos considerados como los embajadores de la exploración. Cada uno de ellos le relatará las grandes aventuras de alguno de los aventureros y exploradores más famosos de la historia.
Este espectro de Julio Verne le deja al joven Sergio como regalo un libro mágico -como todos los libros- y el niño, impaciente, empieza a leerlo. A medida que la lectura avanza se van materializando frente a él Ptolomeo, Marco Polo, Juan II de Portugal, Bernal Díaz del Castillo, James Cook, Wilfred Thesiger y por último Ernest Shackleton. A través de los relatos de estos visitantes el joven Sergio recorrerá Alejandría y el antiguo reino de Yam, cruzará el Polo Norte y el Polo Sur, dará la vuelta al mundo en barco, caminará por los resecos desiertos de Arabia, navegará por el caudaloso Amazonas y por el Nilo en busca de sus fuentes y todo ello sin salir de su habitación.
Existen dos tipos de hombres: aquellos que satisfechos y autocomplacidos contemplan su propio ombligo como si éste fuera el límite del mundo y aquellos que miran siempre con inmensa curiosidad hacia cualquier tipo de horizonte. Los primeros se dedican sólo a mantener su status quo sin asumir ningún peligro físico ni intelectual; los segundos, en cambio, en un derroche de tesón y coraje hacen retroceder los límites multiplicando y mejorando con ello las opciones existenciales de toda la humanidad. Los grandes exploradores pertenecen a este segundo grupo. Sus heroicas gestas han quedado como auténticos hitos del espíritu humano.
En la línea de "El mundo de Sofía" de Jostein Gaarder o "El viaje de Teo" de Catherine Clément, "Pequeña historia de los exploradores" supone no sólo un homenaje a los grandes exploradores de la historia que contribuyeron a trazar los mapas definitivos de nuestro planeta sino también un reconocimiento a la capacidad de la literatura de estimular el vuelo de la imaginación, al poder de la palabra como vehículo hacia mundos maravillosos y a la lectura entendida como gran aventura. En palabras del propio García de Cortázar, "leer es como mirar hacia el horizonte, al principio no se ve más que una línea negra. Después, uno se imagina mundos".
Mención aparte merecen las ilustraciones de Jvlivs que acompañan al texto, las cuales, en perfecta simbiosis con éste, contribuyen a matizar la historia con una importante dosis de gracia y buen humor.
Curiosidades: - "
Pequeña historia de los exploradores" es el segundo libro que
Fernando García de Cortázar dedica a la divulgación histórica para niños. El primero de ellos, también ilustrado por
Jvlivs, se tituló "Pequeña historia del mundo".
- En Trabalibros conversamos personalmente con
Fernando García de Cortázar sobre "
Pequeña historia de los exploradores", puedes acceder desde aquí a la
entrevista realizada por Bruno Montano.