«Un cirujano enfrentado a una decisión imposible.
63 horas que pueden cambiar el destino de millones de personas.
¿Hasta dónde serías capaz de llegar para salvar a quien más amas?».
Juan Gómez-Jurado publicó "
El paciente" en el año 2015; no obstante, está teniendo un aumento de protagonismo a raíz de haber alcanzado la fama su trilogía Reina Roja (formada por los thrillers "
Reina Roja", "
Loba negra" y "
Rey Blanco"). Y ¿por qué? Porque tanto esta novela como la siguiente que puso a la venta, "
Cicatriz", tienen relación y avanzan algo de Reina Roja. El mismo autor dice que podría considerarse una pentalogía y recomienda leerlas por orden de publicación. De cualquier modo, si ya te ha atrapado la trilogía sin saber esto, como me ocurrió a mí, no te preocupes, no supone ningún trastorno cambiar el orden. De estar a tiempo, mi consejo es hacer caso al autor, por supuesto.
Protagoniza "
El paciente"
David Evans, un reconocido
neurocirujano que trabaja en un importante hospital. A pesar de lo que en principio pueda parecer, la vida le ha puesto unos cuantos obstáculos desde niño. El último y con casi total seguridad el peor —por lo menos de momento—: el suicidio de su esposa, y madre de su hija Julia. Aún sin recuperarse de este duro golpe, otro lo tambalea con fuerza: la desaparición de su hija y el inusual rescate del secuestrador. Si quiere volver a verla con vida, el doctor Evans debe hacer que su próximo paciente muera —matarlo— durante la operación. Por si esto no fuera ya un considerable trastorno, ese paciente no es otro que el mismísimo presidente de Estados Unidos.
«Todos ustedes creen conocerme. Se equivocan […] Soy un padre. Y esto es lo que sucedió».
La novela comienza en primera persona y por el final. Esto nos trae importantes adelantos: que el doctor Evans sigue vivo y alguna cosa más. Pero a la vez crea nuevas incógnitas que incrementan las ganas de conocer lo ocurrido. Es un recurso que hay que utilizar con destreza y, en mi opinión,
Gómez-Jurado lo consigue. Como decía, David nos relata lo sucedido, con capítulos intercalados en tercera persona desde el punto de vista de otros protagonistas. La narración es una cuenta atrás de poco más de 60 horas, de las que habrá de aprovechar hasta el último segundo. Sin ningún margen de libertad, ya que la persona que lo pone en esa tesitura lo mantiene en una férrea e invasiva vigilancia, intentará salvar la vida de su hija y la de su paciente. Para ello, ha de retomar contactos perdidos y meditar con frialdad, algo harto difícil, cada paso que da. Asimismo, ha de enfrentarse a un dilema moral, una lucha contra sus principios que presume tener una clara ganadora. Porque por mucho que queramos creer que todas las vidas tienen el mismo valor, si una de esas vidas es la de una hija, se coloca sin remedio por encima de todas las demás.
Para llevar a cabo la empresa de matar al presidente de los Estados Unidos y, aún más, hacer que lo asesine otra persona con este rebuscado plan, hay que ser un psicópata con todas sus letras, y es el caso. Encontramos a un malo con mayúsculas, vemos cómo ha llegado a ser lo que es y que su ambición no tiene límites. Como persona deja muchísimo que desear; como personaje, roza la impecabilidad.
En "
El paciente" nos encontramos el estilo marca de la casa de
Juan Gómez-Jurado: el lenguaje fácil y directo y el ritmo de los acontecimientos provocan la inmersión en una lectura rápida y visual que pide constantemente que no la dejes. Solo los capítulos sobre el pasado de los personajes dan un poco de tregua, y a la vez hacen que conozcamos más a los protagonistas.