Poder acariciar con las yemas de los dedos las rugosas cubiertas de cualquier libro de la Editorial Impedimenta es siempre un placer, más aún cuando se descubre por primera vez que que las portadas esconden pequeños tesoros ilustrados. Y esta ocasión no es una excepción. El apellido Fitzgerald, la palabra librería en el título y la típica casa inglesa con tejado pajizo en la portada abren el apetito lector.
Sin embargo, los futuros lectores que busquen en esta novela una escapada a la agradable y encantadora campiña inglesa quedan advertidos. La ambientación, en efecto, es sublime, en palabras de Penelope Fitzgerald:
“El propio pueblo era una isla entre el mar y el río, que murmuraba y se plegaba sobre sí mismo en cuanto sentía que llegaban los fríos otoñales. Cada cincuenta años o así perdía, como por un descuido o por indiferencia hacia semejantes asuntos, algún medio de transporte.”
Es decir, un pequeño pueblo con sus casas grisáceas, sus aceras empedradas y la belleza del cambio de estación al naranja otoñal rodeándolo por todas partes. Aún y todo, los habitantes de dicho paraje no nos brindarán una estancia acogedora. Y es que, todo pueblo tiene sus costumbres y si se amenaza dicho equilibrio ancestral, es entonces cuando lo idílico comienza a tornarse en hostil.
La amenaza a las viejas usanzas provendrá de la protagonista de la novela, Florence Green, vecina del pueblo que tras vivir algunos años de la renta que su marido le dejó al morir, decide hacerse valer por sí misma y abrir una librería. Lo que Florence no sabe es que dicho acto, en principio insignificante, incomodará a algunos e importunará a otros, y poco a poco, con suma delicadeza, comenzarán una campaña en su contra.
Para algunos habitantes de Hardborough, una librería constituirá no menos que una empresa inverosímil, y los libros serán considerados por algunos como auténticas rarezas. Frente a semejante odisea, Florence no cejará en su empeño y Penelope Fitzgerald nos obsequiará con un canto que ensalza el amor por la literatura con palabras como estas:
“Un buen libro es la preciosa savia del alma de un maestro, embalsamada y atesorada intencionadamente para una vida más allá de la vida.”
Pero, el peso de la costumbre es inconmensurable y hay lugares donde el saber no ocupa lugar, literalmente.
Curiosidades: - Penelope Fitzgerald (Lincoln, 1916 – Londres, 2000) fue una escritora, ensayista y biógrafa inglesa considerada como una de las más ilustres de su época por su estilo detallista y originalidad a la hora de abordar sus novelas. Se caracterizó por realizar, en mayor medida, obras costumbristas e históricas entre las que destacan: "A la deriva" (1979), obra ganadora del Booker Prize, que narra la experiencia de una familia que vive en una casa flotante, "Inocencia" (1986) ambientada en la Italia de los años 50 que se centra en detallar la historia de amor entre miembros de distintas clases o "El comienzo de la primavera" (1988) que cuenta las desventuras de un impresor inglés perdido en la Rusia prerrevolucionaria.