El jardín secreto (Frances Hodgson Burnett)-Trabalibros
El jardín secreto
Ficha técnica:
Autor: Frances Hodgson Burnett
Editorial: Cátedra
ISBN: 978-84-376-3208-7
Número de páginas: 360
Género: Narrativa
Valoración:
Resumir esta historia puede ser tan sencillo que casi no merece la pena. Sin embargo, lo que hay detrás de esta novela sí que merece ser desgranado. Por ejemplo, los personajes. Mary Lennox se perfila como la principal de todos ellos, una niña malcriada que sufre la muerte de sus padres a muy temprana edad, lo que supone un cambio absoluto en su vida al tener que trasladarse desde la India a Inglaterra, donde vive su pariente más cercano que ejercerá de tutor a partir de ese momento. Este tutor es el señor Craven, su tío, y para mí el personaje principal de esta bella fantasía. Trágicamente perdió a su esposa diez años atrás, fruto de su matrimonio nació un niño, Colin, al que no puede sostener la mirada por lo que le recuerda a su fallecida esposa y por lo extremadamente opuesto en carácter que es a ella; este hecho le hace ausentarse de su casa, la mansión Misselthwaite, por largos periodos de tiempo. Otro de los personajes es el ya mencionado Colin, un niño enfermizo y malcriado que en sus diez años de vida no ha salido de su habitación, vive con el miedo constante a enfermar y morir de forma temprana. El joven Dickon, hermano de Martha e hijo de Susan, todos ellos gente normal y corriente del pueblo, que sirven de creadores de cada momento mágico; Dickon es la bondad ejemplificada en ser humano. Ben Weatherstaff, jardinero gruñón que aparece como reflejo de lo que podrían llegar a ser los niños malcriados, con un papel clave en el inicio de la historia de Mary y el jardín. Y, para finalizar con los principales, la señora Medlock; ama de llaves de la mansión y ángel de la guarda de los niños «abandonados», a los que no quiere prestar atención pero no soportaría que sufrieran algún mal.

¿De qué nos habla Hodgson? De tantas cosas… Comenzaremos por lo menos bueno: el abandono. Tanto Mary como Colin sufren el abandono de sus padres. Ella es hija de una belleza india que no quiere perder su tiempo con una niña feúcha cuando puede estar disfrutando de los beneficios y placeres de las relaciones sociales. Él es el hijo de un matrimonio roto por la desgracia de la muerte, y dado de lado por el padre por recordarle tanto a su esposa fallecida y, en parte, parece que le culpa de la muerte del amor de su vida. Este abandono convierte a los niños en pequeños tiranos cuando los conocemos en sus primeras apariciones en la historia. En contraposición a este tema negativo, nos presenta uno positivo: el hogar. Los dos niños pasan sus primeros años de vida en casas en las que no pueden sentirse queridos, casas en las que los corazones fríos de sus padres les hacen sentir un vacío enorme; un vacío que el jardín se encargará de llenar. El jardín es ese corazón cálido que estos niños necesitan para salir adelante convertidos en personas buenas y de provecho.

Por otro lado, nos habla de aislamiento. Los dos pequeños se crían aislados de sus seres queridos, a pesar de tenerlos a pocas paredes de distancia. Esas paredes que convierten sus vidas en fríos días de tristeza y desarrollo de una crueldad extrema. Y para compensar, el otro tema a destacar es la felicidad. La felicidad está representada con la comprensión de que pensar en los demás y preocuparse por ellos (ya sean personas, animales o pequeñas plantas luchando por brotar en un jardín abandonado y gris) puede reportar beneficios al alma que ningún egoísmo igualará. La debilidad y la fortaleza se contraponen en un primer momento, cuando Mary y Colin son pequeños y casi famélicos niños; y enfrente está Dickon, un niño con pocos recursos pero a quien la forma de entender la vida, la felicidad, el amor familiar… le dan la mayor fortaleza para afrontar cada día con una enorme sonrisa y unos ojos llenos de vida buscando más vida. Y por último, el mundo natural. La historia cobra importancia cuando el jardín secreto deja de serlo para los jóvenes protagonistas de esta novela y se convierte en «su» secreto. Sin embargo, ¿por qué si esta mansión está en un páramo interminable los niños eligen ese pequeño jardín? ¿Porque pueden controlar en gran medida lo que allí pasa mientras en el páramo todo se desarrolla al verdadero antojo de la naturaleza? ¿Porque ese jardín simboliza el cálido corazón que los niños necesitan para crecer como auténticos niños? Dejaremos que cada cual elija o se quede con ambas opciones.

Pero, decía que el señor Craven es para mí el verdadero protagonista y no Mary o Colin, ¿por qué? Los niños descubren un mundo, una forma de vivir diferente a lo que conocían hasta ese momento, sin embargo, el señor Craven redescubre la felicidad que sí había conocido en otro momento de su vida. No sé, digamos que en esta ocasión me ha calado más el renacer que el descubrimiento, serán momentos de la vida…
Enviado por: Irene Muñoz Serrulla
Curiosidades:
- Adjuntamos el enlace a la página web de Irene Muñoz Serrulla, la autora de esta reseña:
http://www.ims-correcciondeestilos.es/
Otros libros de este autor:

El señor de la casa de Coombe

Frances Hodgson Burnett
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