Isabelle por la tarde (Douglas Kennedy)-Trabalibros
Isabelle por la tarde
Ficha técnica:
Autor: Douglas Kennedy
Editorial: Arpa Editores
ISBN: 978-84-17623-98-2
Número de páginas: 384
Género: Narrativa
Valoración:
¿Erótica? Sí. Pero no diría que el erotismo es lo que más llama la atención en esta obra; sin embargo, sí la llama que se trata de una novela de crecimiento personal y aprendizaje (eso a lo que nos referimos con el término alemán Bildungsroman) en la que un joven estudiante estadounidense abandona la casa familiar, que en realidad y en esencia nunca lo fue para él, para viajar a Francia y permitirse unas semanas de descubrimiento de la realidad, propia y externa, antes de afrontar los estudios universitarios. Este joven es Sam.

Sam conoce a una mujer adulta de la que se enamora perdidamente. Ella, Isabelle, parece que también se enamora de él, a su manera sí lo hace. Esa manera que te permite parcelar, cerrar y abrir puertas y ventanas cuando quieres y a quien quieres. ¿El inconveniente? Que ella está casada. La novela se desarrolla en torno a Sam, protagonista único, aunque el título nos quiera hacer pensar que es ella, Isabelle, esa mujer adulta, la protagonista. Se centra en el avance académico de Sam, en el profesional, en el personal, o mejor dicho, exclusivamente en el desarrollo de sus sentimientos.

Y junto a ese crecer, aprender, decidir… vamos a experimentar una perfecta adaptación del lenguaje, de la forma de expresarse, de la cantidad de palabras utilizadas… que Kennedy concede a Sam, y que veremos que cambia a medida que este cumple años y vive más, siente de más formas, entiende su vida y su entorno de diferentes formas. ¿De diferentes formas? No lo sé. En el fondo, creo que Sam conocía desde el principio que era un tipo de persona predestinada a seguir un patrón de comportamiento, que iba a vivir determinadas experiencias y, sobre todo, que desde muy joven tenía claro cómo iba a ser su respuesta ante la vida: calmada, aunque la vivencia sea compleja, sin exceso de adjetivos que no le conduzcan a ningún final diferente del que ya sabe que va a llegar.

Sam es un personaje que ha asumido desde antes de ser personaje que su vida debe cumplir un patrón preestablecido y que su viaje a Francia le va a permitir construir una realidad minúscula que se desarrollará en paralelo a lo que deberíamos llamar vida como tal.

El tono de la novela es suficientemente modesto y el alarde de palabras casi cicatero. Es el recurso, creo, que Douglas Kennedy ha utilizado para que no nos distraigamos del verdadero mensaje que esconde esta historia: la sociedad (es decir, el ser humano) preconfigura el futuro de cada miembro según su origen, circunstancias del entorno en el que crece y antecedentes familiares. 

En la sangre o ausencia de esta, según, se encuentra la posibilidad de transitar por ese camino ya trazado o abrir uno diferente tras un golpe en la mesa a modo de lucha personal contra el sino. O la tercera opción que no es nada desdeñable: aceptar el destino y crearse una vida real alternativa a la que escapar cuando la mente y el cuerpo lo piden.

Y al final, cuando parece que Sam ya ha vivido todo lo que estaba preparado para él, ha conocido a las personas que esperaban en ese camino, ha dejado atrás a las que correspondía, ha educado a su hijo de la mejor manera posible para que rompiera los límites… cuando esa vida alternativa que diseñó en Francia parece haber alcanzado la meta, entonces, es cuando parece que Sam empieza a vivir un futuro que solo depende de él y de la mujer que está conociendo y quiere crear una nueva vida para ella y ese nuevo Sam que Kennedy ha comenzado a esbozar.
Enviado por: Irene Muñoz Serrulla
Curiosidades:
- Adjuntamos el enlace a la página web de Irene Muñoz Serrulla, la autora de esta reseña:
http://www.ims-correcciondeestilos.es/
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Aunque ambos libros relatan experiencias muy concretas que no permiten generalizar, "Isabelle por la tarde" recorre los años que suponen el paso a la vida adulta desde el punto de vista de un hombre, mientras que "Memoria de chica" hace lo homólogo desde la perspectiva de una mujer.
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