"Si se limpiaran las puertas de la percepción todo se mostraría al hombre tal como es, infinito".
(William Blake)
Uno de los objetivos de la
antropología -por no decir el más importante- es recorrer la "distancia" que nos separa de otras
culturas, permitiendo percibir, comprender y respetar al "
otro". En este viaje el antropólogo (que no es un coleccionista de curiosidades etnológicas) mediante la
observación participante y la
encuesta oral trata de encontrar la lógica oculta que subyace detrás de las prácticas culturales "extrañas" que estudia. En última instancia el estudio de los otros, según los esposos
Keesing, es "el estudio de nosotros mismos, como reflejados en el espejo de los modos de vida muy diferentes del nuestro propio".
Carlos Castaneda, para completar sus estudios de antropología en
California, decide estudiar la cultura de los
indios yaquis de
Sonora y lo que empieza siendo un trabajo etnográfico de campo acaba convirtiéndose en un relato de una "conversión" de la asunción por parte de una mente científica de los postulados espirituales y mágicos objeto de la investigación.
Juan Matus,
don Juan, el
chamán yaqui que
Castaneda utiliza como informador, decide "iniciar" al
antropólogo en la senda de los
brujos, en los misterios del
chamanismo y en el uso sacramental y ritual de las
sustancias enteógenas provocadoras de lo que
Huston Smith llama "percepción divina". Esta iniciación provocará una auténtica revolución cognitiva en
Castaneda al comprobar que su mundo cotidiano no estaba regido por su percepción sino por la interpretación en clave cultural de su percepción.
Don Juan decide convertir a
Castaneda en un "
hombre de conocimiento", alguien que ha vencido al miedo, a la claridad cegadora, al poder y a la vejez y camina hacia la iluminación, hacia el nivel más elevado posible del saber. En este proceso de aprendiz debe mantener una "
intención rígida", una gran capacidad de esfuerzo y ser consciente en todo momento de que es un "
guerrero", ya que "un hombre va al saber como a la guerra: bien despierto, con miedo, con respeto y con absoluta confianza".
Un "
hombre de conocimiento" no está solo, cuenta con un "
aliado", un poder que engrandecerá su vida, lo aconsejará y le dará la fuerza necesaria para salvar todo tipo de obstáculos. Además un "
aliado" es capaz de llevar a un hombre más allá de sus propios límites, revelándole cosas que ningún ser humano podría. A estos "aliados" se les puede encontrar en algunas plantas ricas en
sustancias psicoactivas.
Don Juan habla de la "
hierba del diablo" (perteneciente al grupo de las plantas
datura) y del "
humito" (posiblemente el hongo psilocybe mexicana) como aliados tanto de su maestro como de él.
Todo "
aliado" tiene una
regla, un concepto organizador inflexible que regula el proceso operativo de manejar una sustancia determinada. Si no se cumple la regla el proceso pierde toda su eficacia. Además esta regla debe validarse de forma pragmática y experimental a través de "
encuentros con el
aliado", usando adecuadamente las plantas a fin de vivir
estados de realidad no ordinaria o estados especiales de realidad ordinaria.
Estos contactos con "la
realidad no ordinaria" de la existencia provocaron en
Castaneda un derrumbe en su imagen de la realidad y de la lógica falsamente impecable que la sustentaba. Abrieron su mente hacia nuevas realidades aparejadas a todas las posibilidades perceptivas que encierra el cerebro humano, limitadas muchas veces por barreras culturales que tratan de restringir las potencialidades infinitas de la conciencia, determinando los modos de "ver" y los contenidos de "lo real".