La crisis económica y el calor del verano arrecian sin piedad sobre la ciudad de Barcelona. Ceferino (o el peluquero metido a detective espontáneo que así se hace llamar) regenta lo que queda del negocio "El tocador de señoras", donde las deudas superan con creces a las clientas.
Ceferino no sospecha que está al inicio de una de sus aventuras al reencontrarse con Rómulo el Guapo, un antiguo compañero de manicomio apodado así por su parecido con Tony Curtis, mientras asiste a la ceremonia del doctorado honoris causa del que fue su psiquiatra. Rómulo el Guapo, metido a atracador de bancos chapucero desde que dejó el psiquiátrico, propone a Ceferino participar en el que promete ser el mejor de sus golpes pero el peluquero, que es pobre pero honrado, no acepta.
Al poco tiempo, Rómulo desaparece del mapa. Nadie sabe dónde se encuentra y Quesito, una joven de 13 años para la que el atracador es como un padre, está preocupada por su ausencia y le pide a Ceferino que le ayude a buscarlo. El detective comienza su particular investigación y, tirando del hilo, llegará a enredarse con él de tal modo que descubrirá sin pretenderlo los planes de un grupo terrorista capitaneado por Alí Aarón Pilila: preparan un atentado en Barcelona contra la mismísima Angela Merkel.
Un caso de tal envergadura no puede dejarse en manos de un solo hombre. A Ceferino le acompaña todo un grupo de élite, entre los que se encuentra Pollo Morgan (un loco ex-timador que ahora trabaja en la Rambla de estatua viviente bigotuda de doña Leonor de Portugal), el Juli (subsahariano albino, estatua viviente de Ramón y Cajal), Pashmarote Pancha (propietario de un centro de yoga) y la Moski (acordeonista de la Europa del Este con ideología radical). Su centro de reuniones es el bar "Se vende perro" propiedad de Armengol, llamado por su dueño según un cartel que había en la fachada, por pura pereza de buscarle un nombre.
Junto a la peluquería de Ceferino se encuentra el enorme bazar La Bamba, regentado por los Siau, una familia de chinos eficiente y super trabajadora amiga del detective, que paso a paso va progresando y haciéndose con otros negocios del barrio. El cuerpo de policía en "El enredo de la bolsa y la vida" queda representado por la subinspectora Arrozales, proclive a comunicarse con Ceferino por medio de sonoros bofetones.
"El enredo de la bolsa y la vida" cuenta una rocambolesca historia conducida por la lógica divertida de unos personajes fuera de toda lógica. Personajes que nos encandilan con su simplicidad graciosa y nos divierten con su picaresca sin maldad. Cutres hasta la médula, que no conocen el significado de la vergüenza y que pueden con lo que les echen. Luchadores de los barrios bajos, compadres de desgracias felices, supervivientes de las aceras mugrientas, outsiders trasnochados de la city. En las novelas del detective loco creado por Eduardo Mendoza reina un humor típicamente español, satírico, disparatado, hilarante y esperpéntico, proclive a la carcajada de boca abierta, acompañada de un inquietante sentimiento de simpatía hacia unos dementes maravillosos.