Hubo un tiempo en el que la
filosofía no era una profesión, ni una
actividad literaria, ni siquiera un corpus de
conocimientos vinculado a unos temas considerados
filosóficos. Era simplemente un
arte de vivir. El objetivo al practicarla no era obtener un grado
académico o unos ingresos por enseñarla, era una forma de llegar a ser más justo, más sensato, más razonable, más sereno, más sincero, más respetuoso, más magnánimo, más
libre. Era una forma de conseguir, como se diría ahora (salvando las enormes distancias de calidad y profundidad) un "
crecimiento personal".
En palabras de
Musonio Rufo, maestro de
Epicteto, "si el
filósofo sostiene o enseña a alguien un discurso, no resulta de ello ningún beneficio a menos que conduzca a la
virtud del
alma humana". Además para él "La
filosofía consiste en ocuparse de la
perfecta honestidad y nada más". El
Manual de
Epicteto (
Encheiridion) hay que encuadrarlo en esta visión
ética de la
filosofía. Se trata de una pequeña recopilación o resumen de las "
Disertaciones según Arriano", disertaciones que son una transcripción casi taquigráfica de las enseñanzas de
Epicteto hecha por su discípulo
Arriano de Nicomedia.
Epicteto,
esclavo liberto en
Roma, junto con
Séneca y
Marco Aurelio integran el llamado
Estoicismo Nuevo o
Estoicismo Romano. Para
Epicteto en cada uno de nosotros está la simiente de la
virtud, virtud que sólo alcanzaremos viviendo conforme a la
naturaleza, es decir, conforme a la
razón. Dominar las
pasiones para conseguir la
imperturbabilidad (
apatía) y llegar a ser señor de sí mismo (
autarquía) es la meta del
sabio estoico. El
sabio estoico no pide que suceda lo que desea; se acomoda a los acontecimientos y quiere lo que sucede.
Este objetivo no es nada fácil, casi inalcanzable. Por eso el estoico es siempre un "
prokopton" (el que
progresa). Y en este progreso ayudan mucho algunas ideas fundamentales de
Epicteto:
- Los
hombres se ven perturbados no por las cosas sino por las
opiniones sobre las
cosas.
- No pretendas que los
sucesos sucedan como quieres sino quiere los sucesos como suceden y vivirás
sereno.
- El que pretenda ser
libre que ni quiera ni rehuya nada de lo que depende de otros, si no por fuerza será
esclavo.
- Uno no debe dejarse arrebatar el
libre albedrío por las
representaciones (ideas u opiniones) y por las
pasiones. Desear algo que no depende de nosotros lleva necesariamente al
infortunio.
- Mantenerse en guardia frente a
sí mismo como si se tratara de un
enemigo y conspirador, pues el sabio todo beneficio o daño lo espera de sí mismo.
El pensamiento de
Epicteto tuvo influencia en los
autores cristianos y en la
literatura monacal (prueba de ello son las diversas
paráfrasis cristianas del
Manual) pero en el fondo el pensamiento de
Epicteto sigue siendo un producto típicamente
pagano.