En nombre de Franco

El Holocausto nazi supuso una tragedia sin precedentes. El exterminio de los judíos, por desgracia, será siempre uno de los grandes temas de la historia del siglo XX y los acontecimientos que le rodean han sido estudiados y analizados hasta la saciedad. Se ha investigado cada hecho relevante, conocemos los nombres de los protagonistas, incluso han salido a la luz muchas historias de héroes, hasta entonces anónimos, cuyas decisiones o actuaciones salvaron la vida a un gran número de personas.

Cuando hablamos de la participación de España, uno de esos héroes es Giorgio Perlasca. Este comerciante de carne italiano, al que se llegó a comparar con Schlinder, fue acogido por el embajador español en Hungría Ángel Sanz Briz en su embajada como refugiado. Perlasca declara que se hizo pasar por su sustituto en Budapest en el año 1944, para rescatar de la muerte a cientos de judíos húngaros. Una vez salieron a la luz estos acontecimientos, el propio Perlasca se encargó de difundir que la única preocupación del embajador era "dejar Hungría y poner a salvo a su amante, una bellísima señora hebrea, la baronesa Podmaniczky". De este modo, mientras la figura heróica de Perlasca se acrecentaba, la de Sanz Briz quedaba denostada.

Esta versión de la historia fue aceptada sin reservas por la opinión pública, que no se llegó a plantear hasta qué punto podía estar o no manipulada. Por su parte el periodismo, que como dice Arcadi Espada "trabaja siempre en la cruz que forman lo importante y lo interesante", la adoptó en esos momentos como válida. Sin embargo, un proceso de investigación seria y documentada lleva al convencimiento de que esta versión hace agua por varios frentes. Era necesaria la implicación de una red de personas influyentes para dar refugio y protección a miles de judíos húngaros amenazados; era imprescindible también el consentimiento político de los grandes poderes españoles para lograr el rescate.

La intuición inicial que ronda por la mente de Arcadi Espada se confirma y da paso a otra visión de la realidad distinta a la que nos habían contado. Buceando en múltiples documentos, oficiales y personales, la duda se disipa cuando toda la información apunta en una única dirección: la existencia de un grupo de franquistas al que se le había encomendado la misión de proteger a los judíos húngaros. Un grupo de personas relacionadas con la política exterior de España, con el embajador Ángel Sanz Briz en cabeza, siguiendo las instrucciones del gobierno de Franco, que procuraba colocarse así en una posición más favorable tras vislumbrar la inminente derrota de los nazis.

"En nombre de Franco: los héroes de la embajada de España en el Budapest nazi" destapa uno de los episodios más desconocidos del holocausto nazi y de la historia reciente de España, rescatando de las cenizas del exterminio y la muerte al que "durante muchos años fue un héroe dormido".