Un cadáver aparece flotando en el embalse de As Conchas. El cuerpo sin vida extiende a su paso un mar de dudas, sospechas e inquietudes; la ausencia de la mujer a quien pertenecía este cuerpo interrumpe proyectos, modifica trayectorias y desequilibra varias vidas.
Las preguntas en torno a su muerte envuelven en una densa bruma de interrogantes al tranquilo pueblo de Novariz, una pequeña villa de doce mil habitantes en lo más profundo de Orense. Entre todas ellas, una se repite de forma insistente: ¿suicidio o asesinato?
En medio de este panorama fracturado aparece Raquel en Novariz y su misión es ayudar a recomponer una de las partes que la muerte de Elvira Ferreiro, más conocida como Viruca, rompió. En calidad de profesora sustituta, Raquel retoma las clases de Lengua y Literatura en el punto en que Viruca las dejó, haciéndose cargo a mitad de curso de un grupo de alumnos que echan en falta a su antigua profesora.
La ilusionada sustituta llega desde A Coruña con sus enseres, su perro Nanuk, las heridas de la muerte de su madre sin cicatrizar y una relación sentimental que, aunque tiene algunas fugas, parece sólida y estable. Su chico, Germán, la pareja con la que lleva años conviviendo, se enfrenta a su vez al duelo que la ausencia de su padre dejó hace tan solo cuatro meses y, aunque a Raquel no le entusiasma la idea de mudarse a un pueblo tan pequeño, tal vez sea positivo para ellos y se convierta en una oportunidad de empezar de nuevo. Teniendo en cuenta además que Germán no tiene trabajo, que sus proyectos como escritor se encuentran en punto muerto y que el chico es de Novariz, donde se encuentran su familia y sus amigos, puede que el nuevo destino les favorezca a ambos.
Pero lo que en principio comienza siendo una nueva y esperanzadora etapa pronto empieza a enturbiarse. La incorporación de Raquel a las clases provoca recelo entre los alumnos, que incluso presentan ante ella actitudes desafiantes. Algunos de ellos, en concreto Iago, Roi i Nerea, le retan continuamente, poniéndole a prueba y tratando de amedrantarla. ¿Qué pretenden? ¿Hacían lo mismo con Viruca? ¿Tuvieron algo que ver con su muerte? Esta sospecha unida al miedo y a las amenazas trastornarán la rutina de Raquel, volcando su mundo cabeza abajo, poniendo en jaque a su matrimonio y descubriendo que nada a su alrededor es lo que parece. La joven profesora acabará involucrándose al máximo en tratar de averiguar qué le pasó a Viruca. El punto de inflexión llega cuando recibe una nota escrita a mano con un mensaje espeluznante: "¿Y tú cuánto vas a tardar en morir?"