Confesiones rotas es la quinta novela de Nil Kandel; al igual que las anteriores, de suspense e intriga psicológica.
Al menos desde fuera, la vida de Gisela puede parecer envidiable: tiene una bonita y completa casa, una familia estable y su propio gabinete psicológico. Incluso ha dado un paso más en su desarrollo profesional al comenzar a realizar terapia de grupo, tras aceptar la propuesta de una antigua paciente. Sin embargo, algo rompe su tranquilidad: de las cinco pacientes del grupo, dos son asesinadas, con un par de semanas de diferencia. Aunque Gisela no encuentra ninguna explicación, es inevitable pensar que ambos hechos pueden tener algo que ver con ella.
En cualquier caso, Héctor Arrabal, inspector de policía, ha de hablar con Gisela como parte de la investigación. Por más que a la psicóloga le pese, ella y su grupo de terapia son un nexo en común entre las víctimas. Si bien el mero hecho de ser preguntada ya la incomoda, la falta de simpatía por el inspector hace que sea aún más hermética. O ¿quizás tenga algo que ocultar?
La novela está narrada en su mayor parte desde el punto de vista de Gisela, una mujer fuerte y decisiva que hace frente con todas sus armas a la angustia que le producen los hechos ocurridos a su alrededor. Por otro lado, en algunos capítulos encontramos el punto de vista del inspector Arrabal, quien lleva adelante su trabajo mientras lidia con una dura situación personal. Así, vamos conociendo sus historias y las de otros personajes, tanto nuevos en sus vidas como conocidos, desde antiguos compañeros de trabajo hasta familiares directos.
La investigación avanza con dudas y revelaciones inesperadas, para sin prisa pero sin descanso llegar a la resolución, sin que la tensión decaiga en ningún momento. Nil Kandel ha construido un relato sólido, en el que va soltando información a ritmo medido, y con un trasfondo cuantioso y cuidado.
Esta lectura confirma la máxima de que el pasado siempre vuelve, incluso etapas de la vida que no creíamos tuvieran mayor relevancia. No obstante, esto no ha de ser siempre para mal: hay personas que no esperábamos cruzarnos de nuevo y aparecen para echar una mano cuando es necesario. También vemos que cada persona esconde secretos y pecados, pero no todos tienen el mismo peso y, quizá, en algunos momentos, hay que hacer la vista gorda. O no; hay decisiones que, por encima de la legalidad, quedan a mereced del criterio moral.
En Confesiones rotas, Nil Kandel nos presenta una historia de crímenes e investigación y, asimismo, una de experiencias vitales, de personas reales con claros y oscuros cuyas victorias y derrotas son parciales y ganar o perder es subjetivo.
Curiosidades: - Nil Kandel es un escritor de Sabadell. De pequeño se aficionó a la lectura y de adolescente comenzó a escribir. Compagina la pasión por la literatura con la música: ha escrito canciones y colaborado con bandas de rock progresivo. Ha publicado cuatro novelas en español: La última carta de Nagore, La vida oculta de la ciudad, Almas cautivas y Confesiones rotas, y una en catalán: Les flames de l’odi.