Blade Runner

 

Año 1992. El mundo ha sido devastado por la "Guerra Mundial Terminal". Acabada la contienda, el polvo radioactivo cubre gran parte del planeta originando la extinción de la mayoría de los animales y provocando enfermedades o mutaciones genéticas a los humanos. Para evitar esto, las Naciones Unidas impulsan la emigración humana a otros planetas e incentivan la misma regalando a los colonos androides de última generación. Las personas que se quedan en la Tierra se exponen a contaminarse y a ser declaradas "especiales", seres humanos con ciertas limitaciones como la de no casarse ni poder emigrar. 

 

En la Tierra el programa de televisión de 23 horas diarias del "Amigo Buster" y el "Mercerismo" o rito religioso inspirado por Wilbur Mercer compiten por el control mental de la población, obsesionada por la idea de tener y cuidar uno de los escasos animales existentes y que necesita inocularse emociones prediseñadas a través de un climatizador de ánimos "Penfield".

 

Algunos androides domésticos escapan de las colonias y vuelven a la Tierra, en la que son perseguidos y "retirados" por un cuerpo especial de cazarrecompensas de la policía. Rick Deckard pertenece a este cuerpo y recibe la misión de retirar a un grupo de "andrillos" fugados de Marte. Son Nexus-6, androides fabricados con componentes humanos y físicamente indistinguibles de las personas a excepción de un detalle: son incapaces de sentir empatía. Por lo demás, estos organismos sueñan, se sienten solos, son capaces de sentir deseo sexual y miedo a la muerte e incluso pueden tener preocupaciones metafísicas.

 

Rick empieza a darles caza y se da cuenta al confraternizar con alguno de estos entes orgánicos de que está empezando a quererlos y a respetarlos, ya que los androides son más conscientes de la importancia del concepto de humanidad que las propias personas. Al mismo tiempo descubre también "la superficie escurridiza, irregular y dura como un ladrillo de la verdad", la verdad de una vida sin voluntad y sin sentido, una vida en la que es empujado a obrar en contra de su conciencia.

 

Una cuestión de fondo traspasa la pura trama argumental y es la pregunta por la realidad y sus límites, que es por otra parte un tema constante en toda la obra de Philip K. Dick. ¿Se puede distinguir lo real de lo irreal? ¿Es la realidad únicamente la más popular de las ficciones? ¿Instalarse en la pura realidad puede resultar más desquiciante que admitir ciertas dosis de irrealidad? ¿Son nuestros sentidos y sus limitaciones los que determinan lo real? ¿Puede lo irreal producir efectos reales? En definitiva, ¿es la realidad un fraude?

 

Otra cuestión clave dentro de la novela es la búsqueda de la esencia última de lo humano dentro de una sociedad donde los androides muestran más humanidad que las propias personas y esta esencia no la encuentra Philip K. Dick ni en la capacidad de soñar, pensar o desear de las personas sino en la capacidad de conectar emocionalmente con el resto de humanos, en la empatía. De hecho, la sociedad que describe el autor en "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" ("Blade Runner") profesa en su mayoría el mercerismo, una práctica ritual en la que se persigue superar la soledad fundiéndose durante la misma con otros seres humanos. El resto del tiempo el hombre está solo y no tiene salvación, condenado a vivir una vida que es un error, en la que constantemente se ve obligado a traicionarse a sí mismo. "Es la condición esencial de la vida verse requerido a traicionar la propia identidad. Siempre llega el momento en que todo ser vivo debe hacerlo. Es la sombra última, la derrota de la creación: es la maldición de la obra, la maldición que se alimenta de toda vida. Hasta en el último rincón del universo".