La primera vez que me enfrenté a un libro de
Faulkner lo hice con toda la curiosidad que da el saber que estás ante uno de los grandes escritores de todos los tiempos. Antes de leer por primera vez este tipo de libros me gusta informarme sobre el estilo en el que está escrito, e incluso me gusta saber sobre su argumento. De esta forma me siento más cómodo a la hora de leer, ya que puedo fijarme más en otras cosas como su estilo o la forma en la que está narrada la trama.
Cuando comencé a leerlo me di cuenta de que estaba ante algo muy grande. Y es que "
¡Absalón, Absalón!", que se enmarca dentro del universo de
Yoknapatawpha, un ficticio estado sureño de Estados Unidos creado para recrear la mayoría de sus novelas, es algo muy grande. Revela la salvaje existencia de una familia de inicio de siglo en esas tierras, pero no a través de una historia lineal, sino mediante la opinión de cuatro de los componentes de esta desdichada familia.
Lo primero que te llama la atención en una novela escrita en 1936 es su increíble originalidad.
Faulkner siempre quiso sobre todo transmitirnos las distintas realidades de las que está compuesta la existencia, las distintas formas de ver la vida dejando a los hechos en sí mismos muy por detrás de los sentimientos que cada uno siente al vivirlos. Es por ello que toma la decisión de narrar la trama desde el punto de vista de cuatro de los componentes de la familia, y aquí comienza la magia de esta novela, que empieza además con la percepción que tiene de los hechos uno de los hermanos que es disminuido mental y que narra a través de su ojos acontecimientos terribles, que luego serán vueltos a narrar de forma totalmente diferente por los demás personajes.
Una novela de gran complejidad técnica, no lo voy a negar, pero con un gran impacto emocional que gira alrededor del racismo, el odio, la venganza o el amor y que tiene su verdadero foco, bajo mi punto de vista, en el verdadero significado de la objetividad, dándose cuenta el lector de que cada uno de los personajes desconoce o aporta una parte importante de la historia, pero que siempre lo hará bajo su punto de vista.
Os animo a su lectura, aunque si es la primera vez que os enfrentáis a
Faulkner, quizás fuera mejor comenzar con otro libro más accesible como “
Mientras agonizo”, otra verdadera obra de arte de este increíble autor, que entre otras cosas influyó de manera decisiva en que, años después, un tal
García Márquez comenzara a dibujar en su mente los bosquejos de una ciudad llamada Macondo.