Antonio Álvarez Gil, el escritor cubano-sueco nacido en Melena del Sur en 1947, nos presenta su nueva novela "A las puertas de Europa". Entre sus trabajos anteriores podemos citar "Una muchacha en el andén", "Cuentos desde La Habana", "Delirio nórdico" o "Annika desnuda". Álvarez Gil atesora, además, numerosos premios literarios; sin ir más lejos, la novela que presenta estos días fue finalista del Premio Nadal 2017.
"A las puertas de Europa" es la historia de un joven sirio de origen armenio que de la noche a la mañana se ve despojado de su familia y sus bienes como consecuencia de un ataque en el pueblo en el que vivían. Mourad, el protagonista de esta novela, es estudiante de medicina, pero a raíz de la inmensa pérdida que ha sufrido lo abandona todo por el sueño de iniciar una nueva vida en Europa, consciente, no obstante, de todos los peligros y dificultades que se va a encontrar. Con su amigo Hassán, emprende el viaje hacia Italia, comprando pasajes de forma clandestina para poder abandonar su país sin ser detenidos o incluso asesinados.
Pero, "A las puertas de Europa" tiene otra lectura además del drama que los supervivientes que huyen de las guerras sufren cada día en sus huidas y en el rechazo que el resto de países muestra a la hora de dar suelo seguro a estas personas (el temor de albergar a terroristas entre las personas inocentes que huyen de la guerra, cuestiones económicas…). Y es esa segunda lectura la que pretendo destacar en esta reseña. Se trata de los sentimientos de los personajes.
Mourad lo pierde todo, y sin tiempo para asimilar su nueva y desastrosa situación se ve inmerso en una huida de su tierra, de sus costumbres, de su ambiente. Sin embargo, el personaje, casi con una actitud estoica, afronta y supera cada revés del camino, casi sin rencor. Junto a su amigo Hassán, que se encuentra en una situación muy parecida, se dan el apoyo anímico y económico que es necesario para empezar desde cero en lugares nuevos y tan diferentes, aparentemente. Los dos amigos comparten todo sin problemas, a pesar de profesar religiones diferentes, ellos entienden que sus credos no son un obstáculo para la convivencia, la amistad y el trabajo conjunto. Entre los dos personajes, Hassán parece atravesar momentos más complicados respecto a su fe en el ser humano, pero finalmente veremos que jamás perdió la fe en su amigo y en sus semejantes de bien.
Otro personaje importante en esta novela, y para mí el personaje principal desde el punto de vista de sus sentimientos, es Adriana, hija del propietario de unos viñedos en los que Mourad y su amigo encontraran trabajo y vivienda. Adriana es una mujer luchadora, tiene una hija que está a punto de empezar sus estudios universitarios, y se ha convertido en la cabeza visible en la batalla profesional de la generación que debe tomar el relevo en los viñedos, después de una vida de lucha por parte de su padre. Acometer cambios profesionales y también personales es su caballo de batalla en esta novela. Adriana se muestra como una persona tolerante y luchadora (o reivindicativa al menos) por los derechos de los más desfavorecidos de la sociedad; sin embargo, esta tendencia cambia cuando es sangre de su sangre quien se ve tejiendo una posible vida futura con uno de los huidos de la guerra en Siria. Entonces, Adriana saca sus uñas de madre protectora y presenta batalla mostrándose contraria a lo que pocos días antes había defendido.
El ser humano es así, defendemos sin lugar a duda la vida de nuestros semejantes por muchas diferencias que pueda haber, sin embargo, cuando es nuestro entorno más cercano el que se ve implicado con personas diferentes a nosotros (otras culturas, otras religiones, otras razas…), entonces… entonces la perspectiva cambia. Es humano. Comprensible, sí. Mejorable, también.
Pero al margen de cuestiones interpretativas de esta humilde lectora, "A las puertas de Europa" es una novela que seguramente ofrecerá otros puntos de vista en los lectores, despertará sentimientos y que, además, nos lleva de la devastada Siria a los infinitos colores de paz y tranquilidad de Italia. Novela que nos presenta a diversos personajes, todos ellos esenciales en el desarrollo de la historia. Una historia que nos llevará del sufrimiento de los que huyen de la guerra a la esperanza de quienes encuentran una pequeña puerta para comenzar, de nuevo, su vida. Todo ello, guiado por las palabras de un Álvarez Gil que demuestra en esta obra la ternura con la que se puede abordar una de las grandes debilidades del ser humano, una de las más importantes tragedias irresolutas de nuestra sociedad «global» y que tan presente se encuentra en estos días.