En el barrio del Realejo, en pleno centro histórico de Granada y con vistas privilegiadas a la Alhambra, se encuentra un lugar donde alojarse en el que cualquier amante de la lectura o la escritura se sentiría como en su propia casa. Se trata del hotel Gar Anat, un lugar poblado con personajes e historias, cargado de poesía e inspirado en la literatura.
Gar Anat (nombre antiguo de la ciudad de Granada) se encuentra en un palacete originario del siglo XVII rehabilitado. Dispone de 15 habitaciones, cada una de ellas distinta de las demás y está decorada de forma muy especial. Así, si escogemos una habitación en planta baja podremos alojarnos en la llamada "Libre Rima, de los versos olvidados", en la habitación "Viaje a la Alpujarra", inspirada en el famoso libro de viajes de Pedro Antonio de Alarcón o en la habitación "Fuente de la Vida".
Si preferimos la planta primera tendremos la posibilidad de dormir en la habitación "Balada del Jardín Eterno" dedicada a Juan Ramón Jiménez, en "Las ciudades invisibles", en "El Retablo de Maese Pedro" inspirada en la composición musical de Manuel de Falla sobre un episodio del Quijote, en la habitación dedicada a la poetisa granadina Elena Martín Vivaldi denominada "Serena de Amarillos" o en "Granada la Bella", dedicada al pensamiento de Ángel Ganivet.
Si, por el contrario, nos decidimos por la planta segunda encontraremos la habitación "Carta al Tiempo", inspirada en la obra de la poetisa Claribel Alegría, la habitación "Ítaca" dedicada al poema de Kavafis sobre la Odisea, la habitación "León el Africano" dedicada a este personaje histórico de la novela de Amin Maalouf, la habitación "Don Alhambro" dedicada a un cuento de Federico García Lorca y las habitaciones "Nana" y "Aguardan los sueños".
Mención aparte merece la habitación "Leyenda de la Rosa de la Alhambra", dedicada a los cuentos de Washington Irving, ubicada en el torreón, desde la que pueden disfrutarse unas magníficas vistas a la Antequeruela Alta y a la Alhambra.
La interacción de Gar Anat con sus residentes, peregrinos que recalan en la bella ciudad de Granada, es especialmente hermosa en "El árbol de los deseos". En sus ramas es posible dejar un texto, un pensamiento, un dibujo, una instantánea, una vivencia o un deseo, que quedará prendido como testimonio del paso de su autor.
"Este lugar de peregrinos no es solo un hotel, empieza a estar poblado con personajes e historias, reales y ficticias, y quiere construirse con tus vivencias, con tus inquietudes, con tus sueños, con tus emociones, con el diálogo entre nuestros huéspedes y sus experiencias. En sus estancias, salones, patio, habitaciones, hemos puesto, como en un escenario, algunas excusas a modo de pistas, tan solo para estimular y recibir los frutos de tu imaginación y tu talento. Así que adelante, opina, aporta, sugiere… participa de su espíritu abierto y creativo".
De este modo mágico y lírico se presenta públicamente este hotel, al que no tenemos el gusto de conocer personalmente pero que sin duda visitaremos en algún momento para gozar de un viaje histórico, estético y literario.