Satanás (Mario Mendoza)-Trabalibros
Satanás
Ficha técnica:
Autor: Mario Mendoza
Editorial: Seix Barral
ISBN: 978-84-322-1122-5
Número de páginas: 288
Género: Narrativa
Valoración:
Mario Mendoza, reconocido autor colombiano contemporáneo, ha dejado una huella indeleble en la literatura con su obra emblemática "Satanás", publicada en 2002. Nacido en Bogotá y formado como literario en la fundación José Ortega y Gasset de Toledo, Mendoza ha cultivado una narrativa que explora los rincones más oscuros de la psique humana, inspirándose frecuentemente en eventos reales y cuestiones sociales de su entorno.

La historia comienza con María, una joven atrapada en los barrios bajos de Bogotá, enfrenta acosos constantes que han moldeado su visión hacia los hombres. Andrés, un pintor joven, descubre un oscuro poder en sus retratos, mientras que el padre Ernesto, inicialmente una figura devota, se ve progresivamente consumido por pensamientos oscuros y una voz interior inquietante. Finalmente, Campo Elías Delgado, un exsoldado narcisista obsesionado con su superioridad, emerge como el catalizador de la tragedia en Pozzeto.

Al sumergirse en "Satanás", la inevitable contemplación de la muerte se asemeja a escuchar la trágica sonata "Moon light Sonata" de Beethoven, cuyo tono desesperanzador y tétrico encuentra su eco en cada clímax que experimentan los personajes de Mendoza. Un ejemplo impactante es el fragmento en el capítulo "Luna Llena", donde María sufre un abuso sexual brutal que la impulsa hacia un deseo visceral de venganza, revelando así que el mal puede manifestarse en las situaciones más cotidianas con una ferocidad perturbadora. Al respecto en el capítulo 4 “Luna Llena” dice.

"Bajan a su víctima y la dejan tirada en el prado con la ropa junto a ella. El taxi se pierde en la oscuridad. Un viento frío y helado obliga a María a volver en sí. Se viste con las manos agarrotadas por la baja temperatura y se pone los zapatos. Un dolor agudo, tenaz, le atraviesa el cuerpo entero. Caminando con dificultad se acerca a la avenida a pedir ayuda. Arriba, en el cielo, una luna llena ilumina la noche como si fuera un gigantesco reflector contando las tinieblas". (Mendoza, 2002, p.114)

En el fragmento anterior nos narran una escena perturbadora, se trata de un abuso sexual el cual Mario Mendoza nos narra detalladamente para que podamos compartir y empatizar la situación que pasa el personaje, toda la narración, las características, sentimientos, cada detalle de este fragmento tiene un significado. Después de haber realizado uno de los trabajos de María, se dirige a tomar un taxi, los cuales fueron los que la abusaron, después de esto María jura tomar venganza por mano propia, lo que nos redirige a que el mal está en todas partes, esta vez con un fuerte deseo de venganza, María se dirige a matar a sus abusadores, terminando ella con su propia justicia.

Ahora bien, hay varios aspectos a tomar en cuenta sobre este fragmento. El primero, es que Mario Mendoza nos cuenta detalladamente como sucedió todo este abuso, lo cual lo considero grosero o un poco imprudente, ya que el abuso sexual siendo un tema tan delicado, lo detalla de una manera morbosa, por lo que causa una incomodad e irrespeto por las personas que han sufrido de esto. En segundo lugar, pienso que este fragmento nos cuestiona sobre la problemática del abuso sexual, y no solo de eso, sino que también podemos reflexionar sobre esa desconfianza que se genera al subir a un taxi, o algún transporte público, valdría preguntarse en quienes pueden confiar las mujeres si mucho de estos abusos se generan en situaciones y lugares corrientes.

Otro de los fragmentos que evidencia en como el mal puede estar incluso camuflado como un bien, es en el primer capitulo, en este fragmento se observa una conversación entre el Padre Ernesto y un hombre el cual quiere librar del sufrimiento a su esposa e hija:

                        "—Y ahora he llegado al límite, padre. Tengo sueños, sueños que me visitan incluso de día, apenas cierro los ojos. Quiero liberar a mi mujer y a mis hijas del sufrimiento, no quiero más dolor para ellas.
                       —Tranquilízate.
 —Quiero matarlas, padre. Las veo todo el tiempo manchadas de sangre, acuchilladas por mi mano. He llegado a pasearme en las horas de la noche por la casa, temblando, afiebrado, invadido por las ganas de matar. ¿Me entiende, padre?
                       —No te alarmes, hijo, Dios no permitirá una cosa semejante.
                       —Quiero asesinarlas, padre, pero por amor, porque no quiero que sigan sufriendo de esa manera.
                        Necesito ayudarlas, liberarlas de este horror…"    (Mendoza, 2002, p.14)


En este fragmento nos narra una escena perturbadora, la cual trata sobre un hombre que se acerca al padre Ernesto para pedirle su ayuda, o más bien, para contarle lo que hará. Este hombre guiado por un afán de “salvar” del sufrimiento a su esposa e hija explica como este las quiere asesinar, en el párrafo debido al tono del Padre, este no parece muy convincente con lo que dice el hombre, no lo cree capaz de asesinar a su propia esposa e hija, un pensamiento el cual se arrepiente capítulos después.

Podemos entender por este párrafo el como la desesperación, la frustración, e incluso impotencia, puede llevar a una persona a cometer este tipo de acto inhumano, lo cual nos refuerza la idea principal de la obra, el bien y el mal.

Asimismo, en este fragmento hay varios factores que podríamos tomar en cuenta, el primero es en como la iglesia no tiene la respuesta y el poder de controlar todo, el cual lo vemos en las palabras del mismo padre, que suena un poco serio y poco creyente en lo que dice el hombre, otro factor a tomar en cuenta es en como la desesperación y preocupación de un hombre por salvar a su familia puede llevar a estos pensamientos tan inhumanos, llegando al punto de preguntarnos si nosotros mismos seriamos capaces de llegar a este tipo de desesperación.

También, en la obra nos relata sobre como el mal puede estar incluso en las cosas más sencillas, y no siempre en las personas, como aparece en el próximo fragmento, una conversación entre Andrés y su tío, luego de que Andrés haya hecho un retrato de este, se entera de una noticia desgarradora:

                       "Tres días después recibe una llamada del tío a las diez de la noche: 
                       —¿Por qué pintaste eso, Andrés? —le pregunta a bocajarro.
                       —No lo sé. —Acabo de llegar del médico —dice con la voz hecha un hilo—. Tengo cáncer de garganta. Muy avanzado. Me quedan pocos meses de vida". (Mendoza, 2002, p.27)


En el fragmento mencionado el autor nos narra una conversación telefónica del Tío con Andrés, en el cual, le reprocha sobre su pintura, ya que días anteriores, Andrés hizo un retrato de él, la cual le garabateaba toda la zona del cuello sin ningún motivo, solo por un impulso que no pudo controlar, y ahora, vemos como justamente la zona rayada por él ha sido la zona en donde su tío ha tenido una enfermad mortal.

El primer aspecto a tomar en cuenta es que la narración en Mario Mendoza nos muestra que incluso en algo tan sencillo como una pintura, esconde secretos que al descubrirse pueden llegar a ser desgarradoras noticias, la forma en la que Mendoza narra todos estos sucesos es sin duda increíble, otro aspecto es en que nos da a reflexionar que el arte no es meramente un medio de expresión, sino también un camino para explorar nuestras emociones y experiencias profundas.

Por último, para llegar al clímax de la obra, el siguiente fragmento nos relata un poco de la masacre de Pozzeto, el cual es un restaurante al cual están todos los personajes mencionados anteriormente, siendo estos victimas de Campo Elías Delgado:

"De repente, el soldado se detiene y reconoce dos rostros que le son familiares. Son dos hombres, uno adulto y el otro muy joven, están acompañados de dos mujeres jóvenes bien vestidas que los abrazan para protegerse de la masacre como si ellos fueran dos escudos humanos que pudieran en algún momento salvarlas de la muerte segura que las espera. 
Campo Elías recuerda el rostro del pintor y el sacerdote. 
Niega con la cabeza, se sonríe y dice:
-Bienvenidos al infierno."                      (Mario Mendoza, 2002, p.275)


Tras haber asesinado a su madre y a su estudiante, Campo Elías se dirige a un restaurante llamado Pozzeto, se queda ahí por un par de horas, cena y finalmente decide empezar con la masacre, asesinando a más de 20 personas, entre ellos los personajes mencionados anteriormente, en específico con este fragmento, nos damos cuenta en que Campo Elías reconoce a Andrés y al Padre Ernesto, sin ningún nerviosismo ni miedo, Campo Elías encarna el título de la obra al proclamarlos "bienvenidos al infierno".

En conclusión, En "Satanás" de Mario Mendoza, el mal no es simplemente un elemento secundario; es el protagonista indiscutible que permea cada página y define las vidas de sus personajes de manera inexorable. A través de fragmentos como la escena perturbadora de María o el desgarrador diálogo entre el Padre Ernesto y el hombre desesperado por liberar a su familia del sufrimiento, Mendoza profundiza en las múltiples facetas del mal: desde lo personal e íntimo hasta lo más oscuro y colectivo.

La novela no solo explora las manifestaciones externas de la maldad, como la masacre de Pozzeto perpetrada por Campo Elías Delgado, sino que también penetra en las profundidades de la psique humana, revelando cómo incluso las acciones más aparentemente benignas pueden estar teñidas por motivos siniestros. A través del arte, la religión y la cotidianidad, Mendoza teje una red compleja de narrativas que ilustran cómo el mal puede infiltrarse en todos los aspectos de la existencia humana.

Al final, "Satanás" no solo desafía al lector a enfrentar la realidad del mal en sus diversas formas, sino que también cuestiona las percepciones de justicia y moralidad en un mundo donde las líneas entre el bien y el mal se desdibujan con frecuencia. Mario Mendoza nos invita a reflexionar sobre la naturaleza intrínseca del mal y sus repercusiones en la sociedad y en nosotros mismos, dejando una impresión profunda que perdura mucho después de haber cerrado el libro.
Enviado por: Edier Rivera Arenas, Gabriela Noemi Crispin Garma y Hugo Neyra Roca
Otros libros de este autor:

La ciudad de los umbrales

Cobro de sangre

Escalera cielo

La travesía del vidente

Mario Mendoza
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