Al intentar invocar a Asmodeus, Príncipe de los Demonios, Marc Cronig, un pardillo que piensa que vendiendo su alma al diablo podrá encontrar al amor de su vida, invoca por error a Argrowth el devorador, Rey de los Caracoles, quien resulta ser irreverente y poco útil para los planes del pobre infeliz que acaba muerto y devorado junto a la virgen que había sacrificado para la ocasión.
La investigación de ambas muertes recae en Gros y Cheto, dos policías trasnochados que, tras haber tenido que detener a una sirena, no ven nada raro en que el hecho de que el caso los lleve del cielo al infierno (literalmente) y la verdadera trama resulte ser una suerte de intrigas entre demonios, hadas y duendes.
Los protagonistas de este cómic no flipan, pero nosotros sí. Cada página supone un giro de guion y cada giro es un despropósito maravilloso que hace que la historia te atrape de la primera a la última viñeta. Si empiezas al leer estás perdido, el Rey de los caracoles devorará tu alma.
David Sánchez nos tiene acostumbrados a historias desestructuradas que huyen del planteamiento clásico de presentación, nudo y desenlace y que transitan entre lo onírico y lo psicodélico. Sin embargo, en esta ocasión, aunque la trama sigue siendo una locura, el guion pertenece a David Pamiés que le da una estructura tradicional, con hechos ordenados que nos recuerda a la primera obra de Sánchez, Tú me has matado, con la que es inevitable comparar El rei dels cargols, ya que voluntaria o involuntariamente, tanto en los personajes como en los escenarios encontramos infinidad de similitudes fruto, suponemos, de los referentes de la cultura pop norteamericana.
El dibujo, como siempre que David Sánchez firma una obra, es impecable. El autor lleva años construyéndose una identidad gráfica cimentada en trazos nítidos y un uso del color muy particular utilizando, generalmente, tintas planas y tonos vibrantes. Su estilo siempre es reconocible y nunca defrauda.
El premi finestres de còmic en català fue creado por la editorial del mismo nombre en el año 2022 con el objetivo de promover la creación de cómic en lengua catalana y apoyar económicamente a los autores y autoras que quieran apuntalar la presencia del cómic dentro de sistema literario catalán.
Hasta la fecha han sido tres los títulos que se han hecho con el galardón. El primero fue Què, de Max (Francesc Capdevila) que vio la luz en el 2023, editado en catalán por la editorial Finestres y un poco más tarde, ese mismo año, en castellano por la editorial Salamandra graphics.
El rei dels cargols, guionizado por David Pamiés (Elche, 1982) y dibujado por David Sánchez (Madrid, 1977), fue la propuesta ganadora del premio en el 2023 “Por crear un universo propio y particular, elaborar una trama bien resuelta y adictiva con un tono negro y surrealista, el uso definido y significativo del color y la definición y caracterización de los personajes”, acaba de ser publicado por Finestres y, de momento, solo podemos disfrutarlo en catalán.
Y recientemente, en la última convocatoria, la ganadora ha sido Nadia Hafid con su obra Mala olor, que se publicará el próximo año.
Aunque el premio, de momento, tiene poco recorrido, acabará siendo (si no lo es ya), seguro, uno de los acontecimientos más relevantes del calendario del mundo del cómic ya que, por un lado, la calidad de las obras seleccionadas hasta la fecha es incontestable y, por otro, la dotación económica del mismo es más que relevante.
David y David han hecho un magnífico trabajo que no va a dejar a nadie indiferente. Acción y humor son los ingredientes principales de un coctel explosivo.
Vayamos de excursión al inframundo.
Ha llegado el momento de vender al diablo nuestras almas.