Dicen que “El jardín de las delicias” fue una obra concebida para una conversación; lo que hoy definiríamos una obra para la interacción de la que se han valido muchos escritores.
Para Laura Restrepo, la escritora colombiana, ha sido la fuente pictórica en que se inspiró su obra, "Pecado".
Una novela, que según su propia autora, tiene mucho de experimental, ya que pretende combinar varios géneros en una estructura fuera de lo tradicional.
Cada capítulo se presenta como una historia independiente, pero a la vez encadenada a las otras por un mismo leitmotiv, el pecado, o más precisamente el deseo irresistible de pecar. Es por eso que de la propia trama se deduce una especie de ensayo sobre el mal. Esta forma de plantear qué es el mal tiene que ver también con la lucha endémica que ha generado el narcotráfico en su país y la falta de respuesta de la Iglesia.
Cada relato está inspirado en una escena de “El jardín de las delicias”. Del famoso tríptico del Bosco ha tomado también su estructura: un prólogo a la izquierda, un epílogo a la derecha y el en centro los siete relatos, que inmediatamente asociamos a los siete pecados capitales.
Las Susanas, el Arcángel, Ema, la descuartizadora, Siríaco, el profeta soberbio, son entre otros los protagonistas de sus historias. Cada uno carga con un pecado del que no puede zafar y con el que se entretejen tramas tan profundas como perturbadoras.
Restrepo indaga y describe sin tapujos la ética y la conducta del ser humano pero sin descuidar en ningún momento esa prosa impecable con que se ha ganado el reconocimiento de la crítica y los lectores.