Desideria Oliván es una mujer que lleva una vida convencional. Su reciente matrimonio con Ramiro, un hombre bueno y agradable, es aceptable. Tiene cerca a su familia y cuenta además con un grupo de buenos amigos. Desideria goza de una cómoda (aunque anodina) existencia.
Sin embargo, algo despierta con fuerza en su interior durante un viaje que realiza a Turquía acompañada de su marido y varios amigos. Desde el momento en que conoce a Yamam, el guía turístico de origen turco que acompaña al grupo, siente una atracción irresistible por él que la lleva a abandonarlo todo por estar a su lado.
Así, Desi se deja arrastrar por su pasión hasta las últimas consecuencias; deja atrás su antigua vida y se queda en Estambul con Yamam. A través de la lectura de los cuadernos íntimos de Desideria, que escribe desde casa de su amante, el lector es testigo de la pasión turca que la domina.
Esta mujer se va convirtiendo poco a poco en una esclava por decisión propia. En un país ajeno a ella y a su cultura, totalmente ciega por el amor que siente por Yamam, se va recluyendo cada vez más hasta centrar su vida en la llegada de su amado, permaneciendo en una continua y ansiosa espera. Incapaz de tomar las riendas de su persona, es víctima de la pasión turca que gobierna su voluntad, y que la va degradando cada vez más como persona.
La historia que Antonio Gala relata en "La pasión turca" contiene escenas de contenido erótico, puesto que el tema lo requiere; pero el auténtico eje de la historia no es la atracción sexual, sino el poder de una pasión incontrolable, que por su misma sustancia se convierte en un arma de autodestrucción, que anula al ser que la sufre y le conduce a un sórdido pozo interior.