El 2020 es un año marcado a fuego en nuestras memorias. Empezó como uno más, con sus expectativas y buenos deseos, y enseguida se convirtió en una pesadilla tan real como la fina frontera entre la vida y la muerte. Son muchas las voces que vuelcan —sangran— sus sensaciones de esos meses en el arte; es el caso de
Isabel Fernández Bernaldo de Quirós, quien nos traza su 2020 en este poemario: "
En la línea que dibuja el instante".
«Las mismas voces que lo bendijeron lo maldijeron más tarde ante las tumbas de sus hijos».
Los poemas son de verso libre y están agrupados en dos partes. Adelanto que en la segunda toma fuerza la oscuridad de la
pandemia, pero no se adueña por completo de ella; son varios los temas que comparten páginas y que Isabel refleja con profunda y humilde sensibilidad:
• Paso de los años: la vejez va apareciendo, de manera inevitable pero no negativa; como una etapa más que hay que aceptar sosegada y naturalmente.
• Nostalgia: por aquello que no volverá y también por lo que está detenido, aunque de manera temporal. Algo tan lejano e inalcanzable como la niñez o tan sencillo como un paseo al aire libre.
• Amor y pasión: un amor de vida y una pasión que desafía y gana al tiempo y sus huellas.
• Familia: quienes estuvieron antes y quienes han venido después; raíces y ramas brotadas de un mismo tronco. Los retrata con ternura, con amor; cuando los disfruta y cuando le faltan.
• Dolor: leemos la angustia de un alma piadosa, que sufre por los suyos y por quienes no conoce.
• Naturaleza: símbolo de vida, algo prodigioso en lo que sumergirse y exponer los cinco sentidos. Contrastan la libertad, la luminosidad y la viveza de la naturaleza con la celda oscura del confinamiento.
La mirada de Isabel es limpia, afable y serena. Sus versos son delicados y nítidos, incluso en las cuestiones más desoladoras. Pero no hay en ellos demanda ni amago siquiera de martirizarse; sí hay aceptación de lo ineludible y agradecimiento a la vida por lo bueno, desde los más mínimos detalles, que da, aun en las peores circunstancias. Los poemas de "
En la vida que dibuja un instante" nos traen sentimientos sin artificios y una lección vital.
«Es lo que tiene la vida
que en algún momento
algo de ella nos salva».