Hay noches en las que Daniel vuelve a tener diez años. Noches que son asaltadas por el recuerdo de su madre muerta, la promesa tácita de contar la verdad y la visita a una ciudad eterna que guarda todos los libros del mundo.
Existe un enigma en los mensajes que le envía el subconsciente a modo de sueños encriptados. Tal vez en ellos se hallen las claves para encontrar la llave maestra que abra otras puertas, conduciendo a Daniel a través de laberintos de historias que le ayuden a responder la gran pregunta que desde hace tanto tiempo le atormenta. La muerte de su madre Isabella sigue presentando incógnitas y supone una sombra tan oscura y dolorosa que ni el amor incondicional de Bea ni la profunda amistad de Fermín pueden apartar.
A estas alturas, los que conocen los otros tres libros de la tetralogía de Carlos Ruiz Zafón (una de las sagas más leídas de los últimos tiempos) ya habrán intuido que una gran aventura está a punto de comenzar. La trama conducirá de nuevo a Daniel Sempere a las calles de una Barcelona gótica, misteriosa y un tanto siniestra que va desvelando secretos inverosímiles. En esta ocasión el lector está también invitado a dar un paseo por el Madrid más oscuro y espectral de la mano de un nuevo personaje: Alicia Gris, una mujer que irrumpe con fuerza y que en esta obra desempeña un papel esencial.
La novela que resuelve el intrincado laberinto de "El Cementerio de los Libros Olvidados" trata sobre redes terroríficas surgidas al amparo del fantasma de la guerra, de barbaries cometidas aprovechando la vorágine del Régimen, de políticos sin escrúpulos morales, de escritores malditos, de ángeles y demonios, de peligros inimaginables. Pero "El laberinto de los espíritus" es, sobre todo, un homenaje a la literatura que habla de lectores, letraheridos y libros. Libros con alma, historias perdidas que esperan su momento, libros que nadie recuerda. El simple hecho de leerlos es suficiente para insuflar vida en ellos y recuperar su espíritu.