"En uno de los libros descubrió que el texto más importante de la alquimia tenía sólo unas cuantas líneas, y había sido escrito en una simple esmeralda.
- Es la Tabla de Esmeralda -dijo el inglés-, orgulloso por enseñar alguna cosa al muchacho.
- Entonces, ¿para qué tantos libros?
- Para entender estas líneas -respondió el inglés, sin estar muy convencido de la propia respuesta."
(El Alquimista, de Paulo Coelho)
En la
Francia ocupada, entre 1940 y 1944, casi un tercio de las
colecciones privadas de
arte fueron sustraidas por los
nazis. Se calcula que unos 650.000 objetos artísticos fueron literalmente
robados. Lo robado se llevaba al
Museo del Jeu de Paume, en concreto a la "
Sala de los Mártires", donde eran inventariados antes de ser enviados a
Alemania, para acabar en museos alemanes o en
colecciones privadas como la de
Goering o
Hitler, el cual pretendía convertir su ciudad natal
Linz y su entorno en el centro mundial del
arte. A tal efecto se creó la
Einsatzstab Reichsleiter (
ERR), institución dirigida por
Alfred Rosenberg cuya misión era el
expolio sistemático de las
obras de arte de los territorios ocupados.
Por otra parte, de todos es sabida la influencia de determinadas corrientes
ocultistas,
espiritistas y
astrológicas en la ideología
nazi y en especial en la persona de
Adolf Hitler, el cual ambicionaba poseer cualquier objeto al que la tradición espiritual o mágica atribuyera poderes especiales. Recordemos que el
führer era integrante de la
Sociedad Esotérica Thule y no dejó de buscar nunca el
Santo Grial con el cual pretendía aumentar su poder.
Es este contexto en el que se desarrolla "
La Tabla Esmeralda" de
Carla Montero. En la novela se intercalan dos historias separadas entre sí por 70 años, pero unidas por un denominador común: "
El Astrólogo", un misterioso
cuadro del no menos misterioso
pintor renacentista Giorgio Barbarelli da Castelfranco, más conocido como
Giorgione. El cuadro contiene la encriptación de la "
Tabla Esmeralda" atribuida a
Hermes Trismegisto, uno de los padres de la
alquimia y la
hermética, y es deseado por
Hitler que pretende apoderarse de él, ya que los secretos que contiene este texto harían que la raza aria se adueñara del mundo entero. No olvidemos que desde siempre el conocimiento ha sido poder y el conocimiento absoluto -que representa la
Tabla Esmeralda- poder absoluto.
La
familia judía Bauer custodia "
El Astrólogo".
Sarha Bauer, a pesar de la
Gestapo y la
ERR consigue, tras no pocos sacrificios, entre ellos la pérdida de su hija, sacar de
Francia el
cuadro y ésto lo logra con la ayuda del
comandante Georg von Bergheim, experto en
arte del ejército alemán el cual, horrorizado por los desmanes
nazis y completamente enamorado de
Sarha, huye con ella consiguiendo hurtar el
cuadro a los
nazis.
Al mismo tiempo y dando un salto de 70 años hacia el futuro transcurre una historia paralela en la que un rico potentado alemán encarga a su mujer
Ana la búsqueda del misterioso
cuadro, para lo cual ella rastreará la fascinante vida de
Sarha Bauer.
La historia, que empieza en el
Madrid actual, salta al
París ocupado de 1940 y termina de nuevo en el presente en la maravillosa
cala mallorquina de
Deiá, está llena de giros sorprendentes que atrapan al lector desde el primer momento, arrastrándolo hacia delante en una búsqueda de las claves históricas y psicológicas que le ayuden a completar esta narración situada a mitad de camino entre una
novela de
intriga histórica y una
novela romántica clásica.
"
La Tabla Esmeralda" de
Carla Montero es además un homenaje a todos aquellos capaces de resistir con valor los abusos del poder y un recordatorio histórico acerca de unos hechos de la
Segunda Guerra Mundial que no por poco conocidos dejan de tener una importancia capital, sobre todo en la historia del
arte del siglo XX.