“[…] Observó que el propio Aristóteles había hablado de los chistes y de los juegos de palabras como instrumentos para descubrir la verdad, y que, por tanto, la risa no debía ser algo malo si podía convertirse en vehículo de la verdad.”
Crónica negra, sección de sucesos, anti manual (como no convivir, como no gestionar un zoológico, como no gestionar una editorial, como no gestionar un servicio público, como no gestionar), relación de lances delirantes, comedia dramática-drama cómico, catálogo de situaciones cotidianas críticas, crítica de cotidianas situaciones incatalogables, diario (para)normal y (extra)ordinario.
Una seguridad del metro que debería asegurarse a sí misma, una psicóloga depresiva y catastrofista, un tertuliano devenido a cargo público como director de la línea 5-Vivatel del metro, miembros piña de la Brigada limpia-restos-de-suicidas, un editor sin editorial y un escritor de novelas negras (“Fernando VII, Investigador privado”) con editor sin editorial, un voceiro do afamado clan do acordeoístas, un director de zoo misántropo, especista y darwinista creativo, un controlador aéreo controlado por su geyperman (de la suerte), el Sr. Humo, un premio nobel hipnótico. Y un mítico con épico retorno, Silvio José, infantiloide cuarentón jeta colmado de yo, de ego: Egoísta, egotista, egocéntrico y ególatra (como tantos).
Gente en sitios, gente que comparte piso, trabajo, ocio y… robos, serendipias, ocupaciones, calamidades, muertes, suicidios, asesinatos, fantasmas, libros, flemas, psicomagia, ratas gigantes, líneas férreas y túneles de metro, líneas hipnóticas y túneles sin salida, animales y personas salvajes, trueques infinitos, chalets de trabajos forzosos, “Palacio del sudor” y “Bolsa de la alegría”… Vidas cruzadas.
Todo esto y mucho más conforma este
cómic de humor, humor absurdo, crudo, crítico, salvaje, cafre, negro, en el que cabe todo y cabemos todos. ¿Quién no ha ido todo el día en pijama o no le ha tenido alergia a algún compañero de piso?, ¿Quién no ha mandado mensajes encubiertos a través de canciones o textos?, ¿Quién no ha mentido alguna vez sobre sus vacaciones?, ¿Quién no ha tenido que escapar por no ser capaz de robar al nivel que le exigen?, ¿Quién no ha sido alguna vez Silvio José? o ¿Victoria, Carmen, Agustín, Eugenio, Ignatius Reilly, el Jesús Gutiérrez de “Vergüenza” o el José Ramón de “Poquita fe”?
Muestrario de dichas y desdichas, defectos y virtudes (pocas), fortunas e infortunios poblado de personajes caricaturescos de colores vivos.
Paco Alcázar (guionista y dibujante) reúne en este volumen todas sus páginas de
La Gran Época (heredera de Silvio José, el buen parásito) publicadas entre 2014 y 2016 en la revista digital Orgullo y Satisfacción junto con páginas nuevas dibujadas expresamente para esta edición de
¡Caramba! (
Astiberri).
“La verdad alcanzada a través de la representación de los hombres, y del mundo, peor de lo que son o de lo que creemos que son, en todo caso, peor de como nos los muestran los poemas heroicos, las tragedias y las vidas de los santos.”
Este cómic no es una epopeya aunque cante hazañas en las que interviene lo sobrenatural, ni tragedia aunque trágico, ni una hagiografía aunque algún santo lo puebla, pero es pura verdad, al contrario de lo dicho por un conocido funcionario de nuestra gran época “Todo […] no es cierto salvo alguna cosa”.
“¡Cuando muera deseo que me entierren con mi habitación, el sofá, la tele, el mando y el microondas!” Silvio José Pereda. Con las tiras de este cómic me pasa como a Paco Alcázar, hay ocasiones en las que me río en voz alta. “¡Era una cuestión de vida o muerte en vida!” Padre de Silvio José Pereda.
“Al que ríe, mientras ríe, no le importa morir”.
Todas las citas han sido extraídas de “El nombre de la rosa” de Umberto Eco.