Katniss ha sobrevivido a dos ediciones seguidas de los Juegos del Hambre. Nuestra heroína se encuentra agotada, al límite de sus fuerzas y de su cordura. Su hogar ha desaparecido, Gale ha escapado y, aunque su familia ya no corre peligro, en lugar donde se encontraba sólo quedan cenizas. El hambre de poder del Capitolio no cesa y será capaz de aniquilar todo lo que obstaculice su ambicioso camino. Peeta ha caído en la trampa y ha sido capturado por el Capitolio, sembrando la inquietud en la protagonista, que teme por él.
La existencia del Distrito 13 no era un rumor: existe realmente y sus componentes son rebeldes con sed de venganza que pretenden derrocar al Capitolio. La revolución está en marcha y Katniss Everdeen se de cuenta de que ha sido su líder durante todo este tiempo sin pretenderlo. A estas alturas ya no puede haber marcha atrás y la guerra es inevitable, pero Katniss tendrá que decidir si quiere seguir enarbolando la bandera de una revolución que ella misma desconocía. Deberá escoger, en un momento especialmente difícil de su vida, si sigue con la lucha por la libertad que le ha estado destrozando internamente o si tira la toalla. La chica se siente manipulada por el Distrito 13 y, por otra parte, su conciencia no deja de torturarla pensando que, en cierto modo, es culpable de la destrucción de Panem, el Distrito 12 al que pertenecía, y del horror que sufrieron sus gentes.
Por si esto fuera poco, sentimentalmente Katniss no consigue aclararse y su amor está dividido entre Gale y Peeta. Al primero se lo encuentra formando parte de los rebeldes del Distrito 13, pero la vida del segundo es una incógnita, ya que se encuentra en manos del Capitolio.
Katniss deberá transformarse en el Sinsajo que da nombre a esta tercera entrega de "Los Juegos del Hambre" y sobrevolar la guerra, el dolor y la injusticia en búsqueda de la libertad. Tendrá que ser más fuerte que nunca y sobreponerse a sus traumas del pasado para poder vencer y vivir por fin en paz, aunque no hay que olvidar que toda guerra es negativa y causa enormes daños en ambos bandos, vencedores y vencidos, dejando al final únicamente víctimas.