“Una historia no tiene por qué ser como una casa, con una puerta para entrar, sus ventanas para ver el paisaje y su chimenea para el humo… También es perfectamente imaginable una historia en forma de elefante, de campo de trigo o de fuego de bengala”. Esta frase de
Moebius, seleccionada por
David Sánchez (Madrid, 1977) para cerrar su álbum, define perfectamente el espíritu metafórico de la historia que este magnifico autor nos regala.
Cuando una obra no te deja indiferente es que es buena. El arte existe para hacernos sentir.
He de confesar que me daba miedo enfrentarme a la reseña de un cómic de este artista que se caracteriza por ser desconcertante. ¿Qué pasa si no entiendo la esencia de la historia? ¿Y si malinterpreto las metáforas? La respuesta es que no pasa nada, cuando un creador comparte su obra, esa obra es nuestra y cada sensación, cada reflexión o cada sentimiento provocado por la misma es un regalo.
La trama es, aparentemente, muy simple. Un hombre, pegado a un casco, está empecinado en subir de nivel. Está dispuesto a cualquier cosa con tal del conseguirlo. Su objetivo es claro y todo vale para alcanzar la meta. Este planteamiento da pie a un viaje que implica hombres-serpiente, hombres-pato, escorpiones gigantes y muchos tiros. La aventura está garantizada.
Leyendo este tebeo, no puedo evitar acordarme de
Konstantino Kavafis (1863 - 1933) y su poema
Itaca.
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
…
...
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas
Itaca es el siguiente nivel y el viaje es lo que cuenta ya que, aunque el buscador no lo sepa, lo que trata de encontrar está en su interior y es mucho más importante que la entrada. En esa búsqueda no pretendida, cada paso cuenta. Ninguna experiencia es banal. De hecho, al final del camino, al mirar atrás, el protagonista es por fin capaz de quitarse el casco y se agradece a sí mismo el esfuerzo realizado. El viaje a Itaca le ha permitido comprenderlo todo y nosotros, espectadores pasivos, lo comprendemos también.
A lo largo de la narración el buscador sube de nivel y retrocede en varias ocasiones desdoblando las realidades y encontrándose consigo mismo en diferentes etapas de la vida, porque de eso va esta historia, de la vida. El individuo de un nivel inferior jamás se reconoce cuando ha conseguido superarlo. Siempre hay algo que ha cambiado. Ha evolucionado. Ha crecido. Él ya no es él. Es mejor. El camino lo ha hecho mejor.
El dibujo de
David Sánchez es cada vez más personal. Tiene un estilo muy característico y ha conseguido encontrar su lugar en el universo gráfico. Da vida a personajes imposibles que habitan en el límite entre lo onírico y lo fantástico. Dibujo y narración se entrelazan para envolvernos en la metáfora y obligarnos a acompañarle en su viaje.
Desde que en 2010 publicara "
Tú me has matado",
David Sánchez, no ha dejado de subir de nivel.
¿Dónde está la entrada al siguiente nivel?
Esperamos, desesperadamente, que la encuentre pero, sobre todo, esperamos que disfrute de la búsqueda.