No estamos ante un decálogo de buena conducta, ni un vademecum de urbanidad. No estamos ante un manual de instrucciones para la vida, ni una historia de la ética, ni un sermonario moral. No estamos ante una casuística de dilemas éticos con su solucionario, ni ante un catecismo laico. Estamos ante un texto que simplemente pretende iniciar un debate con nosotros mismos y con los demás en torno a una serie de preguntas básicas: ¿Cómo vivir del mejor modo posible? ¿Cómo reforzar y hacer más rica la existencia? ¿De qué manera podemos ser libres? ¿Se puede vivir sin odiar y sin temer?
Salvando las distancias históricas y filosóficas nos encontramos ante un libro paternal, pero no paternalista, del estilo de la "Ética a Nicómaco" de Aristóteles, de las "Meditaciones" de Marco Aurelio, de las "Cartas a Lucilio" de Séneca. Libros todos que no pretenden adoctrinar sino todo lo contrario, pretenden dar herramientas para defenderse de las doctrinas, pretenden forjar librepensadores, no hombres bienpensantes o malpensantes, sólo pensantes. Que busquen y piensen por sí mismos y sean capaces de afrontar con confianza todas y cada una de las pruebas a las que los someterá sin duda la vida.
Wittgenstein dijo que "si un hombre pudiese escribir un libro sobre ética que fuera verdaderamente un libro sobre ética, este libro, como una explosión, aniquilaría todos los demás libros del mundo". No sé si este libro de Savater es un verdadero libro de ética de los que habla el filósofo vienés, pero sí sé que ha aniquilado a todos los demás libros de ética recomendados en nuestra enseñanza secundaria. "Ética para Amador" se ha convertido no sólo en el libro más popular de Fernando Savater, sino también en el libro de referencia para la reflexión ética en los institutos de estudios medios españoles desde su primera publicación en 1991.
Destacamos en este libro una interesante selección de citas que culminan cada capítulo tras el epígrafe de "vete leyendo": Spinoza, Fromm, Lichtenberg, Séneca, Rousseau, Arendt, dejan un rastro de extraordinarios pensamientos éticos que invitan a la reflexión y a la consulta directa de la fuente.
En "Ética para Amador" Fernando Savater define la ética como un arte de vivir y a la vez un intento racional de averiguar cómo vivir mejor, cuyo mandato principal sería el de elegir en cada caso aquello que aumente nuestras posibilidades y opciones de ser feliz, así como las de los demás. Ser ético es darse la buena vida y dar la buena vida, y en este proceso reconocer nuestra humanidad compartida a través de procesos de simpatía y compasión.
Savater propone también un uso de los placeres que disuelva las rutinas esclerotizantes y los miedos paralizadores, desbrozando así el camino para que surja la alegría, la "fuerza mayor" que diría el amigo de Savater Clement Rosset. Matiza al final que la vida buena no es posible si no se organiza para ello un marco político y social fundado en los principios de justicia, libertad-responsabilidad, dignidad y asistencia, principios todos reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.