El Nirvana está aquí (Mikael Ross)-Trabalibros
El Nirvana está aquí
Ficha técnica:
Autor: Mikael Ross
Editorial: Astiberri
ISBN: 978-84-19670-98-4
Número de páginas: 344
Género: Cómic
Valoración:

NIRVANA. Del sánscrito nirvāṇa; literalmente “extinción”.

m. En algunas religiones de la India, estado resultante de la liberación de los deseos, de la consciencia individual y de la reencarnación, que se alcanza mediante la meditación y la iluminación. Algunos de sus sinónimos son: felicidad, paraíso, gloria.

El Nirvana está aquí. ¿La extinción o el paraíso? ¿De qué estamos más cerca?

En el último Salón del Cómic de Barcelona (42) Mikael Ross desveló en una entrevista que su siguiente trabajo trataba una historia criminal de oscura temática acontecida en Berlín (tras años viviendo allí era la primera vez que sentía la suficiente confianza como para poder situar la trama en la ciudad). Pero este cómic es mucho más.

Lichtenberg. 14 días, bastan 14 días para que cambien mundos, para que cambie nuestro mundo basta un momento. La “nihi-listilla” Tam y el “abu-satánico” Dennis son dos hermanos de origen vietnamita que viven con su familia en Berlín. Sus caminos “chocarán” con el de Hoa Binh, una misteriosa joven que, atrapada en un coche, se dirigirá a ellos en vietnamita para pedirles comprar su macheta. Y así comienza todo. 

Un encuentro casual que los unirá y sumergirá en una febril espiral de violencia (también de empatía). Tam y Hoa Binh; Dennis y la imponente experta en Muay Thai, Marina; Alex, el asmático niño espía aspirante a actor y su profesora-actriz retirada, Jutta; el gánster Boris, las Rollergirlz, la mafia rusa. 

La trata de mujeres y el tráfico de personas; la necesidad de muchos de emigrar para poder tener una vida mejor ellos y su familia, el aprovechamiento que hacen las mafias de esa necesidad en su propio beneficio (como diría Machado “mala gente que camina y va apestando la tierra”), la indefensión legal y humana en la que se encuentran las victimas que no les permite una salida fácil y en la mayoría de los casos, ninguna salida. Este es el escenario que nos presenta Ross para hablarnos de algunos de los muchos problemas que asolan día a día nuestro mundo, necesidad, injusticia, desigualdad, violencia (física, psicológica, social), maltrato, miedo, impotencia… pero también nos habla de lucha, valentía, solidaridad, generosidad, esperanza y de familia, amistad, amor (romántico y fraternal), pérdida, soledad.

-¿Por qué no lo mataste? -“Porque quiero seguir siendo una persona. Porque no quiero ser como él. Quiero seguir siendo Hoa Binh, ¿Entiendes? Y eso es justo lo que él ha intentado quitarme.”

Un cómic criminal rebosante de escenas de acción frenética y pura poesía. Huidas, encuentros, persecuciones en patines, saltos al vacío… y cerezas. Como en “¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú” (Stanley Kubrick), una de las mejores comedias del cine, lo contado no tiene ninguna gracia pero es contado con mucho humor (todos los personajes están caricaturizados menos Hoa Binh).
  
Mikael Ross, una de las nuevas voces del cómic alemán, es autor de trabajos entre los que destacan El joven Ludwig y Aprendiendo a caer, ganador este último del Premio Max und Moritz (más prestigioso de Alemania) al mejor cómic. Autor completo en esta ocasión, cuenta que adapta su técnica de trabajo a la historia que quiere contar; alejándose en este caso del estilo de sus anteriores obras (más próximo al cómic europeo de Blutch o Blain) se acerca a la estética del  manga con un dibujo dinámico y un uso de la perspectiva magistral. Sus colores son negro, blanco, grises (de carácter entramado) y… rojo, como un spray callejero, como un fogonazo, efímero y etéreo. 

“En los artículos de prensa sobre la trata de personas en Alemania, algunos barrios salen a menudo en los titulares, entre ellos Lichtenberg, donde fui profesor. Me chocó cómo una forma moderna de esclavitud puede coexistir con una vida cotidiana completamente normal” cuenta Ross, una convivencia diaria con la barbarie que acaba convirtiéndola en cotidiana, algo que tildaríamos de inhumano, pero, el Forastero de Mark Twain, definiría como “humano, evidentemente humano”. Somos capaces del paraíso y de la extinción, y de eso nos habla este cómic tan magníficamente escrito.

“Quizá haya algo peor que los sueños perdidos… perder el deseo de soñar otra vez”. Sigmund Freud.
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