NOTA TRABALIBROS: Reseña elaborada por Carlos, nuestro colaborador más joven, de tan sólo 8 años de edad.
Ser niño puede ser muy duro. Sobre todo si eres un niño como
Greg Heffley, al que le pasan un montón de cosas malas.
Queda poco para que llegue la
Navidad y a
Greg le preocupa que Papá Noel pueda ver todo lo que hace y no le traiga regalos. Además puede que Papá Noel tenga duendes espía con forma de muñeco que vigilen lo que hace Greg y se lo puedan contar después. La
Navidad no siempre es tan agradable como parece y otros años Greg ha recibido regalos que no le han hecho demasiada ilusión, como cuando le regalaron a Alfrendo, el juguete del año, un "muñeco realista para chicos que llora, come, se hace pis y hasta le crece el pelo". Lástima que lo perdiera justo cuando empezaba a cogerle cariño al muñeco. Hablando de juegos, no es muy buena idea jugar a "Bichoz en red" y adoptar a un chihuahua de mascota virtual, porque puede que no consigas suficiente dinero para ir comprándole todo lo que necesita.
La vida en el cole tampoco es nada fácil para
Greg. Hay un matón que se llama Pantalones Sucios que aterroriza a Greg y a su amigo
Rowley. Para no encontrarse con él tenían que coger un camino más largo para llegar a casa, en vez de ir por el atajo, que pasaba por delante de la casa de Pantalones Sucios. Greg se lo contó a su padre y su padre para tranquilizarle le contó la historia de un niño que se llamaba Billy Grapas.
Además, el recreo ha dejado de ser divertido. Antes en el patio habían muchos juegos y parecía un parque, pero decidieron quitarlos porque habían muchos accidentes. Ahora ya no pueden jugar con nada, no les permitían llevar juguetes y tampoco podían correr ni sentarse. Una vez un compañero de clase encontró un coche enterrado que estaba destrozado y tenían tantas ganas de jugar con él que hacían cola.
Greg y
Rowley esta vez tienen un problema importante de verdad. Alguien había ensuciado las paredes del colegio y allí todo el mundo hablaba de lo ocurrido. Incluso llamaron a la policía, que interrogó a varios alumnos con un detector de mentiras que en realidad era una fotocopiadora. El invierno atascó las calles y Greg quedó atrapado en casa con su familia unos días, muerto de miedo porque cree que la policía irá a buscarlo por lo que pasó en el colegio.
Greg siempre se mete en muchos líos, pero todo lo que le pasa al final es divertido.