El okapi es un animal de lo más singular: una especie de jirafa con el cuello y las patas muy cortas, de color rojizo excepto las extremidades, que son rayadas como las de las cebras. También es bastante raro que una persona sueñe con él. Pero lo más extraño de todo es lo que le ocurre a Selma, una anciana de Westerwald: cuando sueña con un okapi, alguien muere en las siguientes veinticuatro horas.
Westerwald es un pequeño pueblo de Alemania. Un lugar tranquilo en medio de la naturaleza. Allí todos se conocen y saben lo que les sucede a los demás. Por eso, cuando se enteran de que Selma ha vuelto a soñar con un okapi, no tienen la menor duda de que uno de ellos dejará este mundo antes de que pase un día. Entonces, la actitud de los vecinos cambia: la cercanía de la muerte, propia o de alguien cercano, apremia a desvelar los secretos que no desean que permanezcan escondidos. Sentimientos y actuaciones van saliendo a la luz. Y todo esto nos lo cuenta Luise.
Luise es la nieta de Selma y tiene diez años cuando comienza esta historia. Desde su punto de vista tierno e ingenuo nos va presentando a los demás habitantes del pueblo, cada uno de ellos con una personalidad definida y original. Conforman una suerte de familia, con esos lazos invisibles que los hacen adaptarse los unos a los otros, aceptarse sin reparos y preocuparse por el destino de los demás. Aunque, como en todas las familias, el aporte emocional varía según cada persona.
La profecía que representa el okapi en el sueño de Selma se cumple y deja una cicatriz en el pequeño Westerwald. No obstante, la vida de todos menos uno continúa, y han de asumirlo o tal vez, solo acostumbrarse a vivir con ello. El tiempo pasa y Luise nos sigue dando cuenta de cómo le afecta a ella y a sus vecinos. Crece, abandona la niñez, pero no pierde su candor. Recibe a la adultez, a la independencia, pero mantiene el vínculo especial con su abuela y seres queridos.
"El día que Selma soñó con un okapi" es una lectura deliciosa, donde todos los personajes son protagonistas y su historia a través de los años es la trama. Cada uno parece resaltar por un sentimiento concreto (sabiduría, amor, tristeza, libertad…) y tiene algo especial que lo hace único e imprescindible. La narración de Luise emociona por su inocencia y porque, con su naturalidad y espontaneidad, consigue que sus relatos existenciales —con pinceladas de magia y fantasía— resulten entrañables. Nos enseña la importancia de aceptarse uno mismo y a los demás, de respetar y hacerse respetar; que el amor es dejar volar y no cortar las alas. Mariana Leky ha escrito una novela con el encanto de un cuento y una prosa sencilla que rezuma ternura en cada página.
Curiosidades: - Nacida en Colonia, Alemania, en 1973,
Mariana Leky estudió periodismo y trabajó como librera. Escribió cuentos y dos novelas antes de "
El día que Selma soñó con un okapi". Desde que la publicó, en 2017, se ha mantenido en los puestos de libros más vendidos y ha recibido los premios de libreros más importantes de su país. Se ha traducido a más de quince idiomas —Albert Vitó i Godina ha sido el encargado de hacerlo al español— y será llevada al cine.
- Adjuntamos el enlace al blog y a la página web de
Luna Paniagua, autora de esta reseña:
Blog:
https://lunapaniagua.wordpress.com/
Página web:
https://ediciondetextos.com/