"Hay una literatura para cuando estás aburrido. Abunda. Hay una literatura para cuando estás calmado. Ésta es la mejor literatura, creo yo. También hay una literatura para cuando estás triste. Y hay una literatura para cuando estás alegre. Hay una literatura para cuando estás ávido de conocimiento. Y hay una literatura para cuando estás desesperado. Esta última es la que quisieron hacer Ulises Lima y Belano. Grave error, como se verá a continuación".
Ilusionados aspirantes a escritores. Colaboradores de incipientes revistas literarias. Amantes de las letras que frecuentan las librerías y allí se transmutan en ladrones de libros. Asíduos a las tertulias literarias y a los recitales de poemas. Prometedores aficionados a la pluma que se quedan por el camino. Lúcidos mecenas modernos semienloquecidos que se muestran sensibles al arte. Escritores reales que irrumpen en la historia protagonizando momentos ficticios (Octavio Paz, Juan Marsé). Escritores ficticios que asumen el rol de hacer de notarios de una realidad que nunca existió. Incluso escritores reales que aparecen con nombre inventado, inmersos en situaciones ficticias inspiradas en momentos reales. Entre ellos el propio autor, representado por su alter ego
Arturo Belano. Y su mejor amigo, un poeta desconocido para el común de los lectores y al que rinde homenaje en esta novela creando a su imagen y semejanza el personaje de
Ulises Lima. Dos detectives del verso, una pareja de letraheridos con un claro objetivo, dispuestos a hacer cualquier cosa por la poesía.
Este es el amplio elenco de personajes que participan en "
Los detectives salvajes", una novela cuyo tema central es la literatura, en la que los dos protagonistas (Lima y Belano) emprenden una búsqueda y el lector, a su vez, se dedica en gran parte a buscarles a ellos.
Entre experiencias personales del propio autor, citas de otros escritores puestas en boca de los narradores y reelaboraciones de textos ajenos que los lectores más experimentados sabrán detectar, se desarrolla la trama principal: dos jóvenes de nombre Ulises Lima y Arturo Belano pretenden cambiar el rumbo de la poesía mexicana. Cansados del inmovilismo y de la dictadura de lo convencional que parece estar sufriendo la poesía en su país, se convierten en los principales precursores de un movimiento literario de vanguardia llamado
realismo visceral. Para ello crean un grupo de poetas adeptos a la causa y lanzan una revista en la que publican obras que se enmarcan dentro del movimiento. Pero, de repente, desaparecen. Hay quien duda de su paradero; hay quien asegura que, en su afán de darlo todo por la literatura, partieron hacia el desierto de Sonora en busca de
Cesárea Tinajero, la creadora original del realismo visceral.
Si bien "
Los detectives salvajes" tiene un narrador principal -el poeta García Madero, que se encarga de relatar la primera y la tercera parte del libro- la novela presenta multitud de narradores agrupados en su segunda parte. Es aquí donde surgen un millón de historias contadas por personajes que de un modo u otro tuvieron que ver con alguno de los protagonistas, que se disparan desde su eje -la literatura- en mil direcciones. Cada historia narrada por un personaje que transmite una personalidad distinta, cada una independiente aunque diseñada para arropar la trama principal, la de Lima y Belano, una historia donde la literatura es llevada al límite, protagonizada por dos enfermos de la
poesía en estado
salvaje que de dejan llevar y viven su pasión hasta las últimas consecuencias.
"
Los detectives salvajes" es una obra difícil de clasificar. Su carácter innovador y experimental, además de la compleja estructura que presenta y de su vocación de "novela total", hacen de esta novela un texto valioso y enigmático, un clásico contemporáneo. Su autor baja la poesía de los altares para enfrentarla al mundo, la hace corpórea, visible y potente. La poesía deja de ser algo etéreo y extraño para transformarse en algo cotidiano y real. Esta obra maestra de Bolaño plantea todo el tiempo un fantástico juego de máscaras entre ficción y realidad, entre literatura y verdad. Porque en el universo particular de
Roberto Bolaño vida es literatura y literatura es vida -¿qué diferencia hay?- y no cabe otra posibilidad que vivir de forma literaria o, dicho de otra manera, literaturizar la vida. Ya que vivir no es sino vivir de forma literaria y la vida que no se literaturiza, no es vida.