“De lo que sea que nuestras almas estén hechas, la suya y la mía son lo mismo.”
Ésta es una de las muchas y exquisitas frases que tejen la obra maestra que
Emily Brontë brindó al mundo allá por 1847. Y qué mejor manera de homenajear a una de las
escritoras victorianas más oscuras e interesantes en el bicentenario de su nacimiento que revisitando el lúgubre, tenebroso y sin embargo imprescindible clásico de la literatura que alumbró bajo su pluma.
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Cumbres borrascosas" es sin duda una obra que ha alcanzado el olimpo de las joyas de la literatura, una cima que muy pocos trabajos consiguen siquiera rozar. Quizás eso sea lo más sorprendente, ya que se trata de una novela impactante que llega a provocar al lector y a retarlo a ver cuánto más puede aguantar de cuanta maldad y violencia se halla en sus páginas.
Y es que la trama que la autora nos narra puede parecer clásica, shakespeariana; dos familias, los
Earnshaw y los
Linton, enfrentadas entre sí por el control del neblinoso y agreste páramo de Yorkshire, mientras entre los jóvenes protagonistas se fragua una historia de amor imposible, llena de giros imprevistos y muestras del alcance de seres humanos cegados por la codicia, la venganza y la maldad.
Dicho esto, no sorprende que llegase a considerarse inapropiada o desagradable por desafiar los cánones de la rígida moral victoriana. La novela ahonda en temas tan controvertidos como la violencia, el amor como fin que justifica cualquier acción, la muerte y el más allá, la rigidez moral, el papel de las mujeres y el proceso del mal. Es por ello que si se compara con otras novelas de la época, en las que los temas y personajes son más tibios y el lector suele identificarse con ellos, "
Cumbres borrascosas" no cumpla con las expectativas de los apocados lectores victorianos.
Aún y todo, es una obra imprescindible en la biblioteca de cualquier lector, ya sea por la capacidad de
Emily Brontë para trasladarnos a los páramos de
Yorkshire, de hacernos respirar el frío aire y sentir cada hoja caer, ya sea por la valentía de su autora al tratar temas tan espinosos y de crear personajes tan complejos, interesantes y deleznables o ya sea por crear una historia que perdurará en nuestra memoria para siempre.
El comienzo mismo de la obra nos introduce en lo que será su alma, cuando el señor
Lockwood alquile La Granja de los Tordos y quede fascinado por la peculiar y oscura presencia de su dueño, el señor
Heathcliff, del que irá conociendo su historia de manos del ama de llaves, la señora Dean, que tomará el papel de narradora de esta fascinante historia.