Cuentos de amor y cuernos (Volumen I)

«El experimento», «De bañeras y masajes» y «La cuarentena», estos son los tres cuentos que encontraremos en este primer volumen de Amor y Cuernos.

En «El experimento» un joven decide arriesgarse y publicar un anuncio en la sección de contactos. Necesitaba ir más allá de las citas tradicionales y de las aventuras de una noche por simple placer. ¿Qué sentirá al añadir la motivación económica a sus relaciones? Para empezar, ¿tendrá éxito en esta aventura? Sí a esta última pregunta… «Pasé los siguientes tres días pensando en ella. No sabía si porque todo aquello había sido por dinero o porque resultaba inalcanzable».

«De bañeras y masajes» es un gesto de amor hacia la persona con la que el protagonista quiere compartir toda su vida para evitarle el sufrimiento que sabe que su enfermedad le supondrá a ella. ¿Vencerá el amor?

«La cuarentena» es un cúmulo de sentimientos y sensaciones que llevan a Lucía a hacer algo que nunca pensó hacer, o que sí pensó pero los convencionalismos… Este es un cuento de mirar pero no tocar. Lo que la cuarentena ha supuesto en muchos casos.

Estos relatos ponen encima de la mesa varias cuestiones que afectan al ser humano desde siempre y, supongo, hasta siempre. ¿Sexo por dinero? ¿Vender tu cuerpo por necesidad, por morbo, por lo que sea? La mentira nos horroriza, pero ¿mentir para proteger tiene otro valor? ¿Dónde está el límite del tonteo y pasa a ser infidelidad? ¿Tú también pones ahí el límite? ¿Qué importa más tú límite o el mío? Las relaciones personales no son fáciles, porque cada uno llevamos lo nuestro y además tenemos que sumar lo de la otra persona… González de la Torre nos sitúa frente a diversas situaciones que, además de entretenernos durante la lectura, nos llevan a pesar: ¿y si yo estuviera en la situación de este personaje? ¿Hasta dónde habría llegado yo o solo quiero mirar?

Además, aunque algunos momentos son tórridos, el autor hace una narración tan natural y libre de excesos ofensivos y groseros, que no voy a decir que parezca que relata un cuento infantil, porque no lo es ni lo parece, es una lectura para adultos, pero sí que consigue normalizar la escena que ha diseñado.

Estas tres historias son una combinación de cuentos románticos y relatos eróticos que entretienen y hasta pueden hacer pensar a quien quiera dar un paso más. ¿Quién ha dicho que la literatura erótica solo sirve para una cosa?