A veces es mejor no saber. Escuchar es peligroso. Saber es un camino sin retorno, imposible volver atrás y olvidar un secreto una vez escuchado. Hay confesiones que nos afectan en lo más profundo de nuestro corazón y después de conocerlas nada vuelve a ser igual.
A veces las palabras contadas son más importantes que lo vivido, "la propia vida no depende de los propios hechos, de lo que uno hace, sino de lo que de uno se sabe, de lo que se sabe que ha hecho". Lo que se cuenta y lo que se oculta puede ser decisivo porque "callar y hablar son formas de intervenir en el futuro".
Ni siquiera podemos dar como cierto lo que sabemos, porque "contar deforma, contar los hechos deforma los hechos y los tergiversa y casi los niega, todo lo que se cuenta pasa a ser irreal y aproximativo aunque sea verídico".
"La única verdad es la que no se conoce ni se transmite, la que no se traduce a palabras ni a imágenes, la encubierta y no averiguada, y quizá por eso se cuenta tanto o se cuenta todo, para que nunca haya ocurrido nada, una vez que se cuenta". La auténtica verdad siempre se encuentra bajo la forma de un secreto.
Estos son los pensamientos que pasan por la cabeza de Juan Ranz, protagonista de "Corazón tan blanco". Este intérprete y traductor se encuentra de luna de miel en La Habana, donde una mujer le confunde con otra persona a la que estaba esperando y escucha accidentalmente una conversación en un hotel. Poco a poco Juan se ve preso de una sensación de fatalidad, de un mal presentimiento, y es posible que esto tenga relación con hechos del pasado, de su propio origen, ya que Juan es hijo de la tercera mujer de su padre y si no hubieran concurrido una serie de circunstancias él no existiría.
La trama de la novela se desarrolla con la actuación de otros personajes, como Luisa (su mujer), Ranz (su padre, experto en arte), Custardoy (un amigo demasiado íntimo de su mujer) o Berta (una antigua amiga que busca al hombre de su vida) y se completa con historias del pasado de enorme trascendencia en la vida de Juan. El autor reflexiona sobre la conveniencia de hablar o callar, la verdad o el engaño, el matrimonio, el poder y la incapacidad de dirigir nuestra propia vida.
Como dice Javier Marías al principio del libro, Juan Ranz es un hombre que "no ha querido saber, pero ha sabido". Como todos nosotros, conoce secretos que desearía no haber descubierto. Hay palabras que en cuanto se escuchan se quedan clavadas en el corazón, empañando la pureza de un "corazón tan blanco", que nunca podrá volver a su inocencia inicial.
Curiosidades: - Javier Marías toma el título de su novela "Corazón tan blanco" del acto II de "Macbeth", cuando tras uno de los asesinatos ejecutados por el protagonista, lady Macbeth lamenta que su esposo, aterrorizado por el crimen cometido, tenga el "corazón tan blanco", es decir, sea tan temeroso de sí mismo, cobarde y dubitativo.