"Los besos en el pan" es un cuadro de época donde la escritora retrata con sutileza y precisión la crisis socio-económica por la que atravesaba España en las últimas décadas del siglo XX, aunque no precisa fechas ni coyuntura política.
Presenta una estructura circular que comienza en un Antes y cierra en un Después. Y entre ellos hay un Ahora que nos describe detalladamente cómo sobrevive un grupo de familias de un barrio cualquiera de Madrid.
En cada capítulo hay una historia donde los tipos genéricos pasan a ser personajes, a tener identidad propia. Marisa, la periodista, recuerda con nostalgia aquel cansancio fecundo que le producía trabajar y cuidar de su familia. Sebastián, el arquitecto, debe vender su casa de la playa para pagar las hipotecas generadas desde la quiebra de su estudio. Amalia, la peluquera, no deja de preguntarse cómo pueden “las chinas de enfrente” tener precios más bajos que los de ella.
Almudena hace una radiografía impecable de ese barrio donde la felicidad y la miseria son moneda corriente para sus integrantes y los cambios que se producen son más individuales que colectivos. Sin embargo, el espíritu solidario es algo que comparten todos.
"Los besos en el pan" es un símbolo de la España de post-guerra, de la que supo de penurias y de miserias, pero no es representativo de la España de la crisis que aprendió a saborear las mieles del progreso y no está dispuesta a resignarse a la coyuntura del presente.
Almudena Grandes tiene un estilo inconfundible en el que con suma maestría comulgan lo narrativo con lo descriptivo, lo emotivo con el humor, acompañados por una prosa pletórica de detalles que no deja de ser ágil y entretenida para el lector.
Recordemos que la Literatura es otra forma de conocer la historia más acicalada; pero no por eso menos testimonial y "Los besos en el pan" dan cuenta de ello.