Cada vez hay más personas que, sin darse cuenta, se instalan en la "zona gris" de la existencia. Se sienten amargados, deprimidos, estresados, sin fuerzas para afrontar la vida. A menudo el origen del problema es, como dice Rafael Santandreu, que sufren de "terribilitis", magnifican los problemas y se ven superados por ellos.
Rafael Santandreu hace uso de los conocimientos que le aportan sus estudios en psicología clínica y de su experiencia tratando con pacientes para escribir "El arte de no amargarse la vida", un libro que trata de ayudar a que se produzca la transformación personal que llevaría al estado interior de bienestar consigo mismo.
El cambio es posible según Santandreu, este terapeuta lo ha comprobado muchas veces en su consulta, aunque asegura que siempre es fruto de un largo trabajo interior. En estos casos no cabe duda de que acudir a un psicólogo sería lo ideal aunque, consciente de que no todos pueden disponer de esta asistencia, el autor del libro pretende orientar y establecer las pautas de este trabajo, para cualquiera que pretenda ponerse a ello.
"El arte de no amargarse la vida" se basa en los métodos terapéuticos que utiliza la nueva psicología cognitiva. El objetivo es conseguir cambiar la mentalidad del lector, a pesar de las influencias recibidas por el actual modelo de sociedad. Es necesario mantener un diálogo interno con nosotros mismos para rebajar las exigencias que nos imponemos, que no son lógicas ni reales y sólo nos crean frustración e insatisfacción. No es imprescindible tener éxito ni mucho dinero, ni un trabajo bien considerado, ni una relación de pareja perfecta para tener una vida buena, al contrario de lo que socialmente se piensa. Cualquier persona podría ser feliz a partir de unos mínimos, Santandreu sugiere no amargarse la vida aumentando ese nivel mínimo exigible sin necesidad.
Como humanos que somos, tenemos nuestras limitaciones y es fundamental convivir con nuestros defectos, saber aceptar la realidad y asumir que antes o después se presentarán problemas y habrá que solucionarlos. Por otra parte, tener espíritu de superación es bueno, pero no hace falta competir con los demás. Exigirnos demasiado en muchos aspectos de nuestra vida puede llevarnos al agotamiento psicológico, a una neurosis que puede desembocar en sufrimiento por la sensación de haber fracasado. Ser psicológicamente fuerte está a nuestro alcance, porque la clave de la felicidad está en nuestra filosofía de vida.
Curiosidades: - Rafael Santandreu, autor de "El arte de no amargarse la vida", ejerce como psicólogo clínico, imparte clases en la Universidad Ramón Llull de Barcelona y actúa como formador en el Colegio de Médicos de esta ciudad. Fue redactor-jefe de la revista Mente Sana.