Arrojaré a los perros tu cadáver-Trabalibros
Arrojaré a los perros tu cadáver
Ficha técnica:
Autor: Juan Alcudia y Manu Gutiérrez
Editorial: Dolmen Editorial
ISBN: 978-84-10031-63-0
Número de páginas: 68
Género: Cómic
Valoración:

“La venganza puede convertirnos en monstruos, incluso cuando creemos tener razón”
El Conde de Montecrito – Alejandro Dumas.

Nunca los blancos habían sido tan blancos porque nunca los negros habían sido tan negros.

El negro no es un color.

El negro es la pena y el dolor. El negro es la ira, el odio y la necesidad de venganza.

El negro es el miedo.

Una habitación cerrada y solo dos personajes. Dos víctimas, dos verdugos, dos monstruos.

Muy pocas palabras, pero son certeras. 

La imagen marca el ritmo.

¿Qué puedo hacer?

Soy una espectadora pasiva. No puedo hacer nada.

No hay esperanza.

Es de noche.

“Aparecí en un lugar que no es ningún lugar. Supe enseguida que allí no podían habitar las criaturas que buscan el sol”.

Es de noche. No queda espacio para la luz.

Si una obra te remueve las tripas (y el alma) es que sus autores algo están haciendo bien.

Juan Alcudia se encarga de las palabras. Pocas, directas, hirientes.

Manu Gutiérrez se ocupa de los dibujos. Manchas, oscuridad, contrastes.

Experimentan y les sale bien.

"Arrojaré a los perros tu cadáver" vio la luz como fanzine, de la mano de ediciones Kudelka, en el año 2022 y quedó como finalista al premio mejor fanzine del Salón del Cómic de Barcelona. Y ahora, dos años después, una versión retocada y ampliada de aquella historia ha sido publicada en formato cómic por la editorial Dolmen.

De la trama de esta obra, que bien podría catalogarse como poesía gráfica, nos llega, únicamente, la escena final. Toda la historia se concentra en el último dialogo. Un dialogo en el que se impone la ira. El hombre bueno ha sucumbido. El mal ha ganado.

Tengo miedo. La rabia se sale del papel.

“Aquí no hay luz. No hay luz y lloro, tengo un mar de lodo en el pecho”.

Tengo miedo, pero quiero más.

¿Qué puedo hacer?

No puedo hacer nada.

Hay poemas que no son de amor.
Enviado por: Ana Sanmartín
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