"La revolución erótica que te adentrará en el mundo fendom y te dejará con ganas de más"
Hay varios personajes, pero me voy a centrar en los dos protagonistas a la hora de dar mi opinión.
El personaje principal,
Sebastián, se aleja de los estereotipos usados en la mayoría de novelas románticas. Es un hombre normal y corriente, alguien real que puedes tener en tu vida... un hermano, tu amigo... Un hombre afectado por la crisis que se ve obligado a vender su vivienda y regresar con sus padres, y es en la venta de su casa cuando conoce a
Alma, la protagonista.
Alma es una mujer exitosa, con dinero... una empresaria a la que no le va mal y eso no va reñido con su gran atractivo físico. Ella en este caso es la que da el paso para conquistarlo a él y lo hace no cuando le compra el piso, sino en un encuentro fortuito que sucede otro día. Es cuando va pasando el tiempo en la relación que establecen en que se decide a desvelar a
Sebastián lo que realmente le excita, que no es otra cosa que la práctica del
BDSM siendo ella el rol dominante.
A lo largo de la lectura, el lector implicado en la historia por el lenguaje coloquial del escritor y el enganche que produce el libro, se irá viendo como ella lo va guiando siempre de la mano hacia su mundo sexual.
El autor da señas de su documentación para la obra, primero por su portada atrayente y cuya foto es de una mujer dominante real "
Misstress Nikkita", y en segundo lugar porque antes de la novela otra mujer que se dedica profesionalmente al fendom, "
Dómina Ishtar", nos brinda un artículo sobre la
sumisión masculina, además del prólogo y un relato corto. Me encanta que el autor haya escenificado la historia en su entorno cotidiano, osea en
Granada, principalmente, y en otros lugares de España.
Esta novela me ha sorprendido gratamente, alejándose de novelas que intentan simular a la predecesora "
Cincuenta sombras de Grey". Tiene mucho mérito este trabajo ya el autor es hombre y eso raramente se da en novelas de romántica, y ni que decir el de darle el papel de sumiso al personaje masculino y el de dominante a la mujer.
Me quedo a la espera de la segunda entrega, que la va a haber.