Gabriel García Márquez inventa en "El amor en los tiempos del cólera" un relato donde el amor desafía al tiempo, a la vejez y a la muerte.
Fermina Daza y el doctor Juvenal Urbino son un matrimonio de ancianos, de 71 y 80 años respectivamente. Cuando se casaron en su juventud lo hicieron con convencimiento pero sin demasiado amor, decidido él por las cualidades que descubrió en Fermina y ella por la presión de su padre y del tiempo, que la había situado en una edad casadera. Sin embargo, juntos tuvieron tiempo para diseñar un amor a su manera que, a pesar de la falta de pasión sentimental, fue lo bastante fuerte como para soportar cincuenta y tres años de relación sin parecer un error.
Muy distinto es el caso de Florentino Ariza, el eterno enamorado de Fermina desde que la vió por primera vez en su juventud. A pesar de la negativa inicial de Fermina, logró conquistarla con su persistencia y entabló con ella un intenso amor platónico, alimentado a base de cartas, que se rompió con la oposición del padre de ella. Fermina finalmente elige al doctor Juvenal como marido pero Florentino nunca la olvida y se hace la firme promesa de ser fiel a su amor mientras espera su momento, que llegará cuando el esposo muera.
El amor de Florentino no se extingue nunca y el momento llega, por fin, a la vejez, a consecuencia de una caída fatal del doctor Juvenal por una escalera mientras trata de atrapar a su loro. La larga espera ha terminado y Florentino intenta con aires renovados volver a enamorar a Fermina, en lo que es su última oportunidad de alcanzar la felicidad.
A lo largo de las numerosas páginas de "El amor en los tiempos del cólera" el genial Gabriel García Márquez analiza la naturaleza del amor con gran riqueza de matices, a la vez que trata en profundidad otros temas universales, como la vejez, la fidelidad o la muerte. Sin embargo, la relación que en esta novela se establece entre el amor y el tiempo es muy potente y está cargada de significados, según el prisma a través del que se mire. Así, observamos que el amor puede trascender al tiempo, que el tiempo puede colaborar estrechamente con el amor del mismo modo que puede alejarlo, que el amor sólo puede darse si el tiempo quiere, que cuando ha pasado demasiado tiempo se rompe el miedo al amor, que la falta de tiempo puede ayudar a precipitarlo. El amor es tan difícil porque para respirar necesita asociarse con el tiempo.
Amor y tiempo son enemigos inseparables, como dos caras de una misma moneda. La alianza entre ambos hizo posible esta gran historia de amor en los tiempos del cólera, una enfermedad cuyos síntomas según García Márquez eran tan parecidos a los del enamoramiento que se podían confundir.